El detalle del testimonio ofrecido por los informantes del IRS, material que hoy ha puesto de rodillas a la Administración Biden

La pasada semana, el Agente Especial del IRS Gary Shapley y el investigador Joseph Ziegler -quien también se desempeña en Impuestos- testificaron en detalle al respecto de cómo abogados y funcionarios del Departamento de Justicia de los EE.UU. y del FBI contribuyeron a entorpecer la pesquisa llevada adelante por ambos en torno a los acuerdos financieros de Hunter Biden. De ser ciertas tales acusaciones, ya no quedarán dudas: el FBI (la Oficina Federal de Investigaciones) deberá ser reformado en profundidad.

Tanto Shapley como Ziegler son servidores públicos condecorados. Ziegler puntualizó sobre su carácter de votante gay del Partido Demócrata quien hoy ha puesto en riesgo su carrera, su reputación y el caso que investiga.

En rigor, estos dos hombres nada tienen para ganar tras haber testificado. Sin embargo, lo que han visto en su rol de investigadores de primer orden acusó una naturaleza tan perturbadora, que se vieron forzados a declarar sobre la verdad.

Ziegler testificó que Lesley Wolf -Asistente del Fiscal de los EE.UU.- y Mark Daly -abogado del Departamento de Justicia- compartieron información con el equipo de letrados de Biden, al respecto de que los investigadores del IRS habían descubierto el sitio donde almacenaban evidencias; en consecuencia, volviendo posible que la documentación fuera removida previo a que una orden de cateo diera con su paradero.

Asimismo, los informantes recordaron cómo Wolf se rehusó a aprobar una orden de allanamiento sobre la casa de huéspedes del Presidente Joe Biden, donde su hijo había estado residiendo, aún cuando ella reconoció que había causa probable (N. del T.: en la terminología legal estadounidense, motivos y razones suficientes para justificar una medida de índole judicial). ¿Qué razón expuso Wolf? Mala 'perspectiva' por ejecutar una orden de cateo en la residencia del presidente del país.

Shapley y Ziegler detallaron otras numerosas irregularidades incurridas por los abogados del Departamento de Justicia ('Main Justice') y por activos del FBI. Entre ellas, el no compartir evidencias halladas en el ordenador portátil de Hunter Biden, y el no haber informado sobre afirmaciones vinculadas a sobornos -según un informante confidencial reportara, y que perjudicaría a la familia del jefe de Estado.

Es difícil de creer que tales acciones surgieran de la mera incompetencia.

Acto seguido, los informantes testificaron sobre el programado entorpecimiento registrado en el caso que se le siguió a Hunter Biden por evasión de impuestos, tras lo cual no pudieron computarse cargos adicionales vinculados al no pago de tributos.

Los agentes del IRS estimaron que esos eran los cargos más serios con que debería lidiar el hijo del presidente.

Shapley dijo que, durante noviembre pasado, un acuerdo que había extendido los cinco años de limitaciones estatutarias estaba a punto de expirar -al convenio atendía a los impuestos evadidos por Hunter Biden entre 2014 y 2015.

Esa clase de convenio -en inglés, tolling agreement- suele rubricarse entre los fiscales y entre el objetivo de una investigación en la cual el imputado (en inglés, defendant) se atiene a un perdón en cierta fecha mientras la fiscalía prosigue con su investigación, o bien dirime incurrir en un preacuerdo judicial.

Los abogados de Hunter Biden habían rubricado su acuerdo con el convenio de referencia; Shapley ha dicho que los letrados buscaban prorrogarlo más allá de 2022. No obstante, de acuerdo a Shapley, David Weiss -Fiscal de los Estados Unidos para el estado de Delaware- permitió que el convenio expirase. ¿Por qué un fiscal haría semejante cosa?

Y, hablando de Weiss, el Congreso necesitará oír mucho más de su parte.

Los informantes testificaron que Weiss les dijo -el pasado 7 de octubre- que no era él 'quien debía definir si acaso los cargos serían formulados' contra Hunter Biden, y que el fiscal de los Estados Unidos para el Distrito de Columbia 'no le permitiría acusar' al primer hijo en Washington.

En igual sentido, Shapley declaró que Weiss dijo haber solicitado el status de consejero especial al Departamento de Justicia, pero que su petición fue denegada -afirmación que, ahora mismo, Weiss parece estar desmintiendo.

Después de aparecer los informantes en la luz pública, el Fiscal General Merrick Garland testificó ante el Senado de los Estados Unidos: 'He jurado no intervenir con esa investigación, y he cumplido con mi juramento'. Weiss -dijo Garland- 'tiene autoridad plena para ... conducir casos en otras jurisdicciones, de entender que es lo necesario'.

Esto contradice lo que Weiss declaró ante un nutrido grupo de agentes del IRS -en donde también estaban presentes Ziegler y Shapley.

De tal suerte que, ¿quién dice la verdad aquí, y quién miente?

Algo parece ser claro: dos dedicados agentes del IRS -hombres que nada tienen para ganar, y que podrían perderlo todo, sólo por presentarse en público- corroboraron que se les impidió atender a las evidencias sin importar hacia dónde condujeran, mientras investigaban el delito de evasión de impuestos -y otros de naturaleza eventual- incurridos por Hunter Biden y sus socios.

Al día de la fecha, el Departamento de Justicia de Biden no ha ofrecido explicación alguna -y, probablemente, tampoco lo haga en el futuro cercano.

Artículo original, en inglés


Artículo desarrollado con la colaboración de Charles 'Cully' Stimson, experto en cuestiones relativas a seguridad nacional, seguridad interior, control del delito, inmigración y políticas públicas contra el narcotráfico en el Centro de Estudios Legales y Sociales del think tank estadounidense The Heritage Foundation, en Washington, D.C.