Cisnes Negros y Espiralización: del Shock a la implosión sistémica post-PASO
Poco osada taxidermia del desconcierto, pues 'es lo que hay'.
18 de Agosto de 2023
Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos, porque uno termina pareciéndose a ellos.
Jorge Luis Borges
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El peor trastorno mental consiste en creer en algo, simplemente porque uno desea hacerlo.
Louis Pasteur
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Fue remarcable -como ya es de público conocimiento- la performance del economista Javier Gerardo Milei, cuyo espacio La Libertad Avanza cosechó un rotundo 30,02% (poco más de 7 millones y ciento diez mil votos). El desglose de este éxito electoral no debería quedar estrictamente anclado a la ecuación que refiere ‘A mayor amplitud de la crisis, mejor le irá a Milei’. Antes, bien; la explicación para esos laureles -se sugiere- habrá de rastrearse en la aplicación práctica de una colección de modelos teóricos: desde los considerandos de Marketing Estratégico de Alberto Wilensky (esto es, la articulación de propuestas y mensajes considerándose las necesidades primarias de la audiencia o target); pasando por Warfare Marketing (Al Ries & Jack Trout; 1972 -para Advertising Age magazine: ‘Una marca debe ser la primera en llegar a la mente del consumidor potencial’); para aterrizar en la Teoría del Espejo de Jacques Lacan: ‘Las personas tienden a proyectar virtudes y defectos de sí mismas en los demás, de manera inconsciente’. Corolario: un votante anónimo -previo examen de los desperfectos que la saturan de toxicidad a su medioambiente- consolidará un proceso identificatorio positivo con el aspirante que desarrolle propuestas que atiendan a la resolución de aquellos desperfectos. Si la mecánica comunicacional del candidato incorpora un fuerte componente emocional/pasional, entonces la identificación ganará en solidez.
Con las Primarias Abiertas y Obligatorias (PASO) finiquitadas, los resultados han sido sometidos al escrutinio analítico de rigor -naturalmente, sin privarse los comentaristas de compartir lecturas que sintonizaran con el propio interés.
Fue remarcable -como ya es de público conocimiento- la performance del economista Javier Gerardo Milei, cuyo espacio La Libertad Avanza cosechó un rotundo 30,02% (poco más de 7 millones y ciento diez mil votos). El desglose de este éxito electoral no debería quedar estrictamente anclado a la ecuación que refiere ‘A mayor amplitud de la crisis, mejor le irá a Milei’. Antes, bien; la explicación para esos laureles -se sugiere- habrá de rastrearse en la aplicación práctica de una colección de modelos teóricos: desde los considerandos de Marketing Estratégico de Alberto Wilensky (esto es, la articulación de propuestas y mensajes considerándose las necesidades primarias de la audiencia o target); pasando por Warfare Marketing (Al Ries & Jack Trout; 1972 -para Advertising Age magazine: ‘Una marca debe ser la primera en llegar a la mente del consumidor potencial’); para aterrizar en la Teoría del Espejo de Jacques Lacan: ‘Las personas tienden a proyectar virtudes y defectos de sí mismas en los demás, de manera inconsciente’. Corolario: un votante anónimo -previo examen de los desperfectos que la saturan de toxicidad a su medioambiente- consolidará un proceso identificatorio positivo con el aspirante que desarrolle propuestas que atiendan a la resolución de aquellos desperfectos. Si la mecánica comunicacional del candidato incorpora un fuerte componente emocional/pasional, entonces la identificación ganará en solidez.
El analista suspicaz atenderá al hecho de que Milei sigue a pies juntillas estos manuales, alternando con un carisma recargado. En el diagrama de flujo que hace a la presentación de su mensaje, el libertario tiene claro que es la mente el espacio en donde toda batalla ha de librarse, rindiendo honores contemporáneos a los antiguos postulados de Sun Tzu.
Desde luego que la enumeración de estos aspectos es útil sólo para arribar a una comprensión profunda de la victoria de LLA en el concierto de las Primarias. A la hora de la eventual aplicación de un Programa, Javier Milei bien puede regodearse con su vantage point en el teatro de operaciones económico (sabe qué hacer y cómo hacerlo), aunque acusa un déficit atendible en materia legal/constitucional -tal vez ignorando que los escuderos del Derecho Internacional Público consignan un obstáculo impasable para cualquier proyecto creíble de progreso, aún de genuino federalismo. En ese futuro plausible, será preciso hablar sobre una reforma constitucional -para lo cual es necesario contar con… legisladores en abundancia.
Un capítulo aparte tiene que ver con el menesteroso desempeño del consorcio ‘Juntos’ en las pasadas Primarias: su 28,27% consolidado apenas superó en una unidad porcentual a la Proposición Hiperinflacionaria del contendiente Sergio Tomás Massa (Unión por la Patria), lo cual remite -directamente y sin escalas- a un estrepitoso desmoronamiento de las expectativas favorables más conservadoras. Así lo reconocerían en el propio espacio: ‘Estamos complicadísimos; hoy, Juntos está fuera del balotaje’, conforme apuntó este viernes ante Matías Moreno (La Nación) un referente del núcleo. Una sana deconstrucción de estos guarismos no podrá soslayar el devastador efecto de la lucha fratricida entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta -quienes parecían encarnar, a la vista de los desconcertados electores, espectros ideológicos radicalmente diferentes o, si se quiere, residentes de las antípodas. Mientras el misterio preelectoral se ha desvanecido ya, por cuanto ha quedado claro que una cifra superior al millón de votos fugó desde ‘Juntos’ hacia La Libertad Avanza, la grieta entre la Bullrich y el jefe de gobierno porteño en retirada acentúa su carácter insalvable. Tan certera es esta percepción, que Larreta asumió una agresiva impostura en el reciente cónclave protagonizado por ambos -exigiéndole el jefe comunal de la Ciudad a la ex Secretaria de Seguridad de Mauricio Macri un 40% de posiciones en su gestión futura. No obstante, se multiplican las sospechas en torno a una incipiente conspiración, en donde se menciona con insistencia que Rodríguez Larreta también trafica junto a Sergio Massa, desde las primeras horas del lunes, el armado de una ulterior coalición anti-Milei de cara al mes de octubre. Incidentalmente -y como respaldo probatorio para esta impostura-, trascendió que el Ministro de Economía fragotea subterráneamente con Gerardo Morales, Gobernador de la Provincia de Jujuy y ex partenaire de Larreta en el acabado ticket presidencial. ¿Fungirá el jujeño como una suerte de oficial de enlace entre larretistas compungidos y esperanzados unipatristas? Una cosa es segura: lejos de apaciguarse, el interdicto entre Horacio y Patricia acaba de ingresar en una perniciosa escalada -con potencial para, ahora sí, reducir a escombros lo que alguna vez fuera bautizado forzadamente como ‘Juntos por el Cambio’. Problemas que se acopian para una Patricia Bullrich sometida a una triple maniobra de pinzas: por un lado, Milei la castiga con estratagemas marketineras de reposicionamiento de la competencia (‘Patricia es menos que mi segunda marca’); Larreta perturba su estructura imponiéndole condiciones (aún desde la derrota de su propia fórmula); y su propio equipo confiesa los padecimientos que involucran a la instalación del brand (nuevamente, remitirse a las confesiones del militante ante M. Moreno: ‘Quedamos en un lugar complicado. Milei representa el cambio genuino, y el gobierno quedó del otro lado. Siento que estamos parados en el medio de la Avenida Corrientes, y no sabemos dónde poner nuestros carteles’).
La Variante Rodríguez Larreta también hace méritos para contar con su exclusiva antología. El ‘Cambio de Nuestras Vidas’ fue masivamente repudiado en las urnas. Suele perderse de vista un detalle estimable: las aspiraciones presidenciales y la plataforma del alcalde de la Ciudad de Buenos Aires fueron barridas impiadosa y sistemáticamente por un esfuerzo espontáneo, ejecutado con parsimonia -y durante años- desde redes sociales. Este impertinente desarrollo está llamado a sentar precedente, adelantando un poderoso llamado de atención para terceros: una federación no identificada de usuarios del ex Twitter (hoy, ‘X’) pulverizaron el ambicioso proyecto de Rodríguez Larreta, anulando la proclamada efectividad de una voluminosa caja de campaña -la cual totalizaba, en palabras de algunos insiders, poco más de US$ 300 millones. A los pies del ex candidato a la Presidencia, yacen hoy las humeantes ruinas de una estructura de inédita magnitud (compra indiscriminada de espacios de prensa, troll centers, contratación de encuestas, reclutamiento o alquiler de celebridades, sistematizada enajenación del Big Data, et cetera). El Futuro ya no es lo que era; habrá que repensarlo.
Espiralización bien podría ser el concepto hoy a la moda en la Argentina. Su referencia sintoniza armoniosa y sinfónicamente con el contexto macroeconómico, la realidad política (global y partidaria) y el estado de ánimo social. La espiral se abraza entonces a un fulgurante protagonismo, sazonando su caldillo con los ingredientes que dan forma a la Profecía Autocumplida.
Como en una decadente obra de teatro en la que los actores se esmeran en pos de producir el peor resultado posible, el fantasma de la hiperinflación no necesariamente daría forma al desenlace más alarmante. Si el lector aún se reserva dudas al respecto, le convendría atender a las recientes declaraciones de Andrés Larroque (‘El infierno tan temido’) o a las de Aníbal Fernández (‘Los muertos y la sangre’).
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@MatiasERuiz
Sobre Matias E. Ruiz
Es Analista en Medios de Comunicación Social y Licenciado en Publicidad. Es Editor y Director de El Ojo Digital desde 2005.