INTERNACIONALES: JOHN MARULANDA

Colombia: quien llega en nombre del Señor...

Lo que uno carga en el cerebro, no es fácil desprenderse de ello.

02 de Septiembre de 2023

 

Lo que uno carga en el cerebro, no es fácil desprenderse de ello. Así suena el coro de una canción muy popular. Y en el caso de Gustavo Petro, no va a ser nada fácil desprenderse, defenestrar, arrancarse de él. La situación es la que sigue: elegimos a un presidente; algunos se arrepintieron. Los otros, los ciegos y los no tan ciegos, estamos en la gran duda: ¿lo arrancamos o no de nuestra, la democracia más antigua de la región? Pues, no lo sabemos. Algunos dicen que no es posible; otros -los más sensatos- entendemos que sí, que se puede. Se recomienda El Príncipe de Maquiavelo, texto de estudio para la mayoría de los estudiantes de ciencia política y para la presencia de él, aunque no lo debe haber leído.
 
Gustavo Petro, Corrupción en Colombia, Bogotá, Política colombiana
La colombianidad no soporta el maltrato, ni la presión: más de ocho mil ciudadanos colombianos han cruzado el Tapón del Darién, y por supuesto que van en pobres condiciones. Algunos, sin pantalones; otros, sin camisa. Pero todos ellos, con la esperanza de ver salir el sol en la tierra de las libertades, donde alguien escribió, creo que fue Alexis de Tocqueville, 'Bienvenidos a la democracia'.
 
Claro que la cosa no queda así. Siendo éste el gobierno con el más bajo porcentaje de aprobación y con el mayor índice de desaprobación.
 
Por otra parte, la empresa privada y en particular ACEMI (Asociación Colombiana de Empresas de Emergencia Integral) no alcanza a ver los alcances de la propuesta de su ofensiva parlamentaria. El asunto es electoral y con sólo dos o tres votos, puede aprobarse. Es dramático, el asunto.
 
A los anteriores hechos, agreguémosle su visita a Barranquilla, en donde estuvo comiendo “en familia” con su gran capacidad de conversión y su gran capacidad de transferencia. Entendemos por transferencia aquel fenómeno por medio del cual, el máximo jefe de la nacionalidad se obliga con otros y miente por otros.
 
Claro que nuestro hombre dio papaya al decir 'Sí, se puede', que él está disponible. Y, mientras tanto, movió a sus alfiles -uno hacia Londres- y otro, para volver al círculo íntimo e intercambio de posiciones en su anillo más cercano.

Pero regresemos a Gustavo Petro, el ya sin nombre -muchos le dicen a él, simplemente él-, es referido cómo El NN.
 
Mientras el hombre no dé papaya -pues, ni modo-, aquí seguiremos aguantándolo, soportándolo.


 
Sobre John Marulanda

Licenciado en Filosofía e Historia de la Universidad Santo Tomás de Aquino, y Abogado de la Universidad de la Gran Colombia, Marulanda se desempeña como consultor internacional en seguridad y defensa. Es Coronel (R) del Ejército de Colombia.