Los Estados Unidos deben confrontar a China, por aumentar Pekín su beligerancia en el Mar del Sur de China
La pasada semana, el líder chino Xi Jinping le ordenó a la guardia costera del régimen comunista...
La pasada semana, el líder chino Xi Jinping le ordenó a la guardia costera del régimen comunista utilizar la fuerza para resguardar la legislación marítima; aunque todos sabemos lo que eso realmente significa: y nada tiene que ver con defender el Estado de derecho en altamar.
El mes pasado, navíos chinos colisionaron con un buque de reaprovisionamiento filipino y con un barco de la guardia costera de Filipinas, en el lapso de pocas horas. Este tipo de enfrentamientos fueron los últimos entre las dos naciones, en el marco de la competencia por aguas territoriales en derredor de un arrecife sumergido conocido como banco Second Thomas, un puesto militar en las Islas Spratly -a aproximadamente 120 millas de las Filipinas.
Esta situación subraya la necesidad de que los Estados Unidos de América adopten una réplica robusta en la región, con el objeto de defender a sus aliados frente a la agresión china -previo a que el concierto termine escalando hacia un próximo conflicto internacional.
El banco Second Thomas funciona como un poco ortodoxo puesto militar para Filipinas, en la forma de un navío de guerra de la Segunda Guerra Mundial en la periferia de las Spratly, equipado con unos pocos marinos. La presencia del navío sirve para resguardar la soberanía filipina en torno al banco, pero el barco representa un problema: su lamentable estado exige frecuentes misiones de reaprovisionamiento.
En rigor, el escrutinio internacional se ha amplificado a partir del convencimiento de que el navío se precipitará hacia el arrecife y se hundirá, lo cual permitirá que China se apodere del banco.
Las misiones de reaprovisionamiento filipinas son comidilla para la agresividad de buques chinos que intentan aislar a ese puesto -y en este sentido, cobran valor los incidentes del último mes.
No es nuevo que los buques chinos operan dentro del banco Second Thomas, las Islas Spratly y la Zona Económica Exclusiva de las Filipinas. Con cada vez mayor frecuencia, China ha utilizado su 'milicia marítima' para conducir actividades de pesca ilegales y no reguladas, así como también incurriendo en medidas coercitivas contra otros que mantienen reclamos sobre cuadrantes en el Mar del Sur de China.
Al día de la fecha, China ha recurrido a toda alternativa posible, incluyendo navíos de guerra de toda clase y barcos pesqueros para acosar e intimidar a las Filipinas, además de obrar en perjuicio de otros actores regionales.
En octubre pasado, por ejemplo, un navío chino siguió y luego intentó cruzar frente a un navío de reaprovisionamiento filipino en la periferia de las Spratly. En septiembre, Filipinas acusó a la milicia marítima china de dañar los arrecifes de coral en las Spratly.
En agosto, un buque de aprovisionamiento militar filipini en ruta hacia el banco, fue bloqueado en su curso por parte de navíos de la guardia costera china, empleando cañones de agua. En julio, Filipinas observó un 'enjambre' de al menos cincuenta barcos pesqueros chinos operando en torno de un arrecife en la Zona Económica Exclusiva de Filipinas.
Y, en abril, un buque de la guardia costera china se acercó peligrosamente al punto de colisión con un navío patrullero filipino, el cual se dirigía hacia el banco Second Thomas.
La escalada sancionada por China, que ha recurrido a barcos pesqueros y al despliegue de navíos de la guardia costera y de su armada, incrementando la frecuencia de estos riesgosos encuentros, constituye una clara señal que certifica que el propio Xi ha decidido intervenir. Ahora que China ha tenido éxito a la hora de impedir que lleguen suministros al banco, ¿qué maniobras seguirán?
Aún cuando el banco Second Thomas se encuentra a más de 8 mil millas de territorio continental de los Estados Unidos, las acciones beligerantes de China consignan serias implicancias para Washington. Las Filipinas, compartiendo experiencia bélica en el mar, is a longstanding treaty ally with which we have enjoyed strong relations for over 75 years.
En oportunidad de las conversaciones del 22 de octubre, Manila y Washington exploraron la posibilidad de conducir patrullajes marítimos conjuntos en el Mar del Sur de China. El gobierno de los Estados Unidos ha reiterado que cualquier acción contra las Filipinas en el Mar del Sur de China, incluyendo a las islas y bancos reclamados por Pekín, sería replicado en virtud de los considerandos del tratado recíproco de defensa entre los EE.UU. y las Filipinas.
En sintonía con ello, los Estados Unidos podrían considerar unirse a las misiones de reaprovisionamiento, involucrándose con una presencia naval robusta en torno al banco Second Thomas.
La inexistencia de respuestas ante las graves provocaciones chinas envalentonaron a Xi, en su objetivo de acelerar la escalada. Las maniobras de pesca ilegal y el acoso chino en perjuicio de sus vecinos son una prueba para verificar la predisposición de los Estados Unidos y de la comunidad internacional a la hora de resguardar la legislación marítima.
Washington habrá de realizar un mejor trabajo al momento de lidiar con la agresión china, poniendo en marcha mecanismos de disuasión, mientras pone en foco en todo foro existente las flagrantes violaciones de la ley internacional.
Tal como se observara desde el think tank The Heritage Foundation, los Estados Unidos se encuentran hoy mismo en una Guerra Fría con la República Popular China. Washington debería ayudar a las Filipinas para que esta nación desarrolle sus capacidades aéreas; asimismo, acompañando con sus fuerzas a los buques filipinos, para disuadir a China en su intención de interferir con las misiones para envío de suministros.
Lo que hoy sucede en el banco Second Thomas podría servir como testimonio de futuros eventos, si es que los Estados Unidos de América toleran esta campaña de presiones chinas cuyo objetivo es desestabilizar la seguridad en el cuadrante Indo-Pacífico y la legislación internacional.
Artículo original, en inglés
Trabajo desarrollado con la colaboración de Erin Leone, miembro del Programa de Jóvenes Líderes en el think tank estadounidense The Heritage Foundation, en Washington, D.C.
Di Pane se desempeña como asistente investigativo en el Instituto Davis para la Seguridad Nacional y la Política Exterior, en el think tank estadounidense The Heritage Foundation, en Washington, D.C. Sus informes son publicados regularmente en el sitio web The Daily Signal.