Argentina: el sendero de la recesión
El 211,4% de inflación heredada en diciembre de 2023, sumado ello a la irresponsable emisión monetaria...
21 de Enero de 2024
El 211,4% de inflación heredada en diciembre de 2023, sumado ello a la irresponsable emisión monetaria de la gestión de Alberto Fernández y Sergio Massa funcionan como una pesada ancla que, teniéndose en cuenta lo declaradao por el actual presidente Javier Milei en varias oportunidades, actuará como un rezago -como mínimo, durante uno o dos años y medio.
Los argentinos ya se han acostumbrado a vivir bajo inflación; pocas son las sorpresas que puede traer la realidad cotidiana. No obstante, Milei acierta con su análisis: cierto es que la Reserva Federal necesitó de un año y medio para morigerar el vertiginoso proceso inflacionario estadounidense, de casi 11% en junio de 2022 al 3,4% actual aunque, de momento, sin alcanzar la meta del 2% anual buscada. ¿Cuanto tiempo de alta inflación le quedaría entonces por padecer a la Argentina, con su macroeconomía destruída y con una moneda nacional que no detiene su marcha devaluatoria?
Sincerar la economía, liberarla y permitir que los precios suban sin límites en un contexto hiperinflacionario como el heredado no parece ser un camino óptimo. En las antípodas ideológicas de sus detractores, la apuesta liberalizadora del actual presidente guarda similitudes con la apuesta de Alberto Fernández durante el bienio 2020-2021. El cuarto gobierno kirchnerista (con su leitmotiv de la pesada herencia del gobierno saliente de Mauricio Macri) también recibió un país en delicada situación en 2020. El ingreso en escena del COVID-19 le brindó la oportunidad, a aquel consorcio político, de clausurar por completo la actividad económica y de optar por el encierro indefinido de la población, mientras la emisión de pesos escalaba geométricamente. En aquel contexto demencial, la inflación se retrotrajo en 2020, con parálisis económica y destrucción de miles de puestos de trabajo -enviando a la pobreza a amplios sectores de la ciudadanía.
El plan de Milei no busca intentar cercar la realidad, ni mucho menos; se propone liberalizarlo todo. Un ecosistema en donde se habilita una escalada de precios fuera de control, tutelando el mercado la responsabilidad del 'equilibrio'. En la práctica, la miopía política del flamante oficialismo no permite diferenciar que 'el mercado' no tolera comparativas con los Estados Unidos ni con Europa. En la Argentina, por caso, la voracidad empresarial no conoce límites. Es decir que los precios suben y continuarán subiendo durante los próximos meses, licuándose aún más el poder adquisitivo de la ciudadanía. En consecuencia, el crecimiento de los precios sólo cederá a partir de toparse con un condicionante recesivo. Esto es, cuando el grueso de la población simplemente agote los últimos malabares disponibles para hacer frente a los incrementos en productos y servicios.
Al cerrrar la primera quincena de enero, para ilustrar con el ejemplo, las ventas en supermercados retrocedieron en un 12%; el expendió de combustibles, un 20%; mientras que el precio de los alimentos se apuntó una suba del 10,7% -tras haberse disparado en casi un 30% durante diciembre pasado. En tal contexto, el Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA ha evidenciado que el consumo absorberá un impacto de magnitud. Finalmente, el país transitará su segundo año consecutivo en recesión -acoplándose a la retracción del 1,5% en el PBI durante el ciclo 2023.
Para agravar aún más el cuadro, restan conocerse aumentos en las tarifas de determinados servicios públicos, como ser el transporte, la provisión de suministro eléctrico a domicilios, agua y gas -todo lo cual pondrá de suyo para condimentar el peligroso cóctel.
Otro factor a tener en cuenta será el dólar. Mientras economistas y analistas hicieron alarde de una amplia colección de pronósticos errados -que auspiciaban una suerte de 'Súper Peso'-, enero volvió a exponer la fragilidad de la moneda nacional: la brecha se amplió del 20% al 60%. Significa esto que se multiplican las presiones contra la estratagema cambiaria del gobierno, cuyo propósito es corregir la cotización oficial de la moneda norteamericana en un magro 2% mensual.
El proyectado de la tendencia alcista en progreso permite anticipar, a relativa distancia, un dólar cotizando en el andarivel de los AR$ 1.800 o AR$ 2.000, lo cual -como es obvio a estas alturas- traccionará el encarecimiento de servicios y mercaderías. Al final del día, un dólar alto le sirve a pocos en la Argentina: nutre procesos inflacionarios más allá de la pretendida competitividad generada para la dinámica de exportadores e importadores. Ciertos consensos explicitan que sólo una dolarización de la economía podría detener esa perniciosa dinámica. Resta ver si la tan comentada promesa de campaña se mantiene en el horizonte, o si será definitivamente descartada.
En el pasado reciente, la recesión kirchnerista parecío amortiguarse hacia fines de 2021, mediante la reapertura de la economía. Tal era el panorama, hasta que 2022 'madrugó' al mundo con el conflicto bélico ruso-ucraniano, que fogoneó mecanismos de emisión y perturbaciones inflacionarias en el Primer Mundo. Tras aquello, el arribo de Sergio Tomás Massa al Ministerio de Economía terminó de echar por tierra la suerte de una gestión que triplicó la inflación y pulverizó al peso (200% en apenas un año).
De un extremo, al otro. Un presidente se esmeró en multiplicar ideas para cercar y encerrar la economía; otro puso fin a todo límite existente, acaso tolerando más de la cuenta el derrumbe del poder adquisitivo de la población. En la práctica, dos senderos con el mismo destino recesivo.
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@EricNesich
Sobre Eric Nesich
Es Licenciado en Periodismo y Licenciado en Ciencia Política. Columnista de El Ojo Digital especializado en temas económicos y financieros, y aficionado a la investigación relativa a fraudes y estafas en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Argentina. Sus artículos son publicados regularmente en http://www.elojodigital.com/categoria/tags/eric-nesich. Su correo electrónico para consultas es eric.nesich@gmail.com.