POLITICA ARGENTINA: MATIAS E. RUIZ

Javier Milei y el Outsourcing del Todo

Fisonomía de la Doctrina Modular del Presidente.

16 de May de 2024


A poco más de cinco meses de su asunción, Javier Gerardo Milei revela un recetario someramente modular para hacer frente a la gestión. Así pudo comprobarse, por ejemplo, en las tratativas consensuadas con Washington para la concreción de la Operación Fightinghawk -esto es, las 24 unidades de F-16 Block 15 repotenciados que, cedidos a un precio irrisorio por la Real Fuerza Aérea de Dinamarca, solucionarán un serio problema material de décadas que arrastraba la Fuerza Aérea Argentina. En la práctica, el financiamiento quedó en manos norteamericanas; con los tradicionales gestores de sobornos en el circuito político y castrense nacionales -connoisseurs de múltiples peripecias vía el FonDef- quedando fuera de la ecuación. Se dirá, pues: salto cuántico, y pilotos felices. Y hay quien ha prometido multiplicar sonrisas, a partir de incipientes conversaciones con miras a incorporar jets adicionales a mediano plazo.

Javier Milei, Gobierno de MileiEn el ínterin, el Approach Caputo puso de suyo para extinguir el siniestro inflacionario. Sin someter a mayor escrutinio la metodología empleada (por caso, el secamiento de la plaza a cuentagotas y las perniciosas consecuencias de lo que ya se conoce como SúperPeso), el IPC ya circula en el esperado dígito mensual (así se evidenció en el índice de abril), tras la sangrienta disparada patrocinada -y traccionada entre carcajadas- por los cerebros brillantes que integraron las Administraciones Fernández/Massa.

La orquestación modular de soluciones, mientras tanto, acaricia un principio de revelación que escapó al ojo maltrecho de no pocos analistas; a saber, que la provisión de respuestas no necesariamente demanda la ocupación de la totalidad de los casilleros disponibles en el gobierno federal (el 63% de los puestos aún no ha sido ocupado y, con toda probabilidad, nadie se apresurará en hacerlo). Significa esto que la eficiencia estatal podría tranquilamente sintonizar con el ahorro de centenares de miles de dólares en el pago anualizado de haberes, como bienvenido bonus trackEl gobierno seca la plaza privada, pero también la estatal.

Este apartado en particular ha dejado con las manos vacías a notorios aspirantes a acercarse al Ecosistema Milei, respaldados exclusivamente en la sospecha de que el jefe de Estado los convocaría, ‘por necesidad y por falta de experiencia’. Así se evaluaba en las hoy diluídas plataformas de ‘Juntos por el Cambio’ y ‘PRO’; sin embargo, el León de Judá madrugó a aquellos despiertos soñadores: ni los necesita desesperadamente, ni lo corre el apuro por construír un potencialmente tambaleante joint venture entre La Libertad Avanza y los Amarillos Descoloridos que forzaría al compromiso de nombramientos y a la insalvable distribución de Efectividades Conducentes. La envidiable excepción a la regla es la Señora Patricia Bullrich quien, desde su solitario promontorio en Seguridad, amplió su esfera de influencia hacia la Defensa, vía Luis Petri. Aún cuando reportes recientes ilustren sobre la reiteración de escaramuzas entre ambos (Affaire Becker mediante), que han derivado en el acercamiento del mendocino hacia los Dominios de Nicolás Posse, el Taciturno. Porque Doña Patricia ha declarado su ambición subrepticia de desplazar a aquél de la Jefatura de Gabinete. Final Abierto, para muchos; pero debe consignarse que Milei mantiene a Posse entre sus alfiles dilectos.

Quitar al Estado del camino, parece sugerir Milei -a veces, abiertamente; otras, en forma críptica. La proposición modular abarca no solamente a las realidades castrenses -como ya se ha visto-; sigue su camino con la fuerte reducción de aportes a las archiconocidas Provincias del Despilfarro, y proyecta su sombra hacia la asistencia social y los ‘comedores populares’ (en tanto se prevé que el fenómeno se profundizará, a la luz de la grosera defraudación incurrida por autopercibidos ‘luchadores sociales).

Javier Milei, Laura RichardsonSi el plano doméstico se exhibe como tierra fértil para la prerrogativa tercerizadora oficial, algunos observadores podrían colegir que la política exterior también comparte síntomas de ese fenómeno. A título de entremés, se conoció hace días la participación del navío USCG James de la Guardia Costera estadounidense en operativos para la detección de maniobras de pesca ilegal, junto a Prefectura Naval Argentina. Naturalmente, el plato fuerte del menú será la Base Naval Integrada Ushuaia; amén de la desmentida ofrecida hoy ante miembros del Congreso por el Taciturno Posse, al respecto de que no se ha contemplado la firma de acuerdos con Washington para una operación binacional del enclave por desarrollarse, se sugiere poner esas declaraciones bajo un paraguas. Más cuando las últimas horas registraron la novedad del hercúleo yacimiento de crudo descubierto por activos de la Federación Rusa en cuadrantes pasivos de reclamos superpuestos en la cercana Antártida, por un lado, y la futura caducidad operativa del Canal de Panamá -que hoy es tema obligado en la minuta de distintos circuitos internacionales. De alguna manera, el tenue acostumbramiento global ante lozanos teatros de operaciones bélicos (UcraniaGaza) y la proliferación de desafíos geopolíticos le obsequian hoy a la Argentina una peculiar e inesperada centralidad. A Javier Milei le ha tocado ocupar la primera magistratura en tiempos interesantes, al decir del milenario refrán chino.

Así las cosas, la dinámica exterior necesariamente conjugará con otra vedette del outsourcing hoy bajo estudio: la tercerización del esfuerzo de inteligencia del que hoy el gobierno argentino ostensiblemente carece, también en el Gran Hermano Americano. Aunque nada tendrá que ver en ello el subconsorcio AFI (Agencia Federal de Investigaciones), hoy reducida a una vulgar agencia de empleo para dinosaurios y analíticamente menesterosos allegados al tándem Antelo-Posse, con haberes poco más que modestos, sin responsabilidades que merezcan destacarse, sin gestión de información sensible, y con demasiado tiempo de sobra entre manos. Se trata a priori de habladurías, pero las pistas invitan a considerar con seriedad la intención de dejar el análisis de cuestiones externas sensibles a Los Que Saben. Por su parte -y esto no fue compartido en tono de broma en Olivos-, y en lo que al tráfico y la diseminación oportuna de información interna, este territorio ya es administrado con invalorable eficiencia por una colección de usuarios de la red ‘X’. Se preguntarán los correveidiles de oportunidad: ‘¿Para qué contar con una AFI, si sobra Twitter?.

No todo es color de rosas, sin embargo -y si cabe recurrir al cliché. Tal como sucede con las personas obesas cuya agenda les impone bajar de peso y ajustarse el cinturón, el Presidente hoy debe tener en claro que los primeros kilos son los más fáciles de eliminar, pero que la faena más compleja reside en los padecimientos a la hora de proceder con la reducción del peso estructuralaferrado al ADN y a los hábitos del individuo. En el caso de la República Argentina, esa dolencia cobra forma en la multiplicación de perversos y polifacéticos cárteles y clanes que entorpecen -y entorpecerán- cualquier ensayo de progreso genuino: los impuestos (AFIP/Aduana; léase: los íntimos de la Cofradía Míchel/Massa); los intereses del célebre ‘Círculo Rojo’ (‘industria’ automotriz’, ‘industria’ textil, Régimen de ‘Promoción Industrial’ de Tierra del Fuego, et al); y el sindicalismo, con su pesada y transversal burocracia que pulveriza la viabilidad de la creación de empleo. Ni siquiera las organizaciones dedicadas al contrabando de estupefacientes u otras actividades delictivas representan tamaña amenaza existencial frente al verdadero Cambio.

De no propiciarse un ataque frontal sincero, intrépido y animoso contra este horrísono golém, personificado en impune cartelización, confiscación, proteccionismo, denigración individual y colectiva, y atraso tecnológico a perpetuidad, no habrá bromance con Elon Musk ni Stanley Druckenmiller que ayuden, ni que valgan.

Dijo alguien, alguna vez: ‘El cementerio está repleto de buenas intenciones’.



 

Publicado originalmente en el espacio Substack, del autor
Sobre Matias E. Ruiz

Es Analista en Medios de Comunicación Social y Licenciado en Publicidad. Es Editor y Director de El Ojo Digital desde 2005.