Ignorando advertencias, China aumenta la agresión contra las Filipinas

La Administración Biden ha advertido a China que debe cesar en su ejecución de ataques armados contra las Filipinas, pero Pekín ha ignorado esa advertencia de manera flagrante, acosando en reiteradas oportunidades a navíos filipinos, e incluso hiriendo a sus marinos -durante los últimos meses.


Por su parte, Pekín ha acusado a Washington de utilizar a las Filipinas como peón, y exhibe todas las señales de que busca propiciar una escalada en la disputa.

La disputa de referencia se centra en el Arrecife Second Thomas, cuadrante que situado dentro de la zona económica exclusiva de las Filipinas, pero que se superpone con el ilegítimo reclamo marítimo chino en torno de la 'línea de nueve puntos' en el Mar del Sur de China.

El diferendo nada tiene de novedoso, en tanto China ha recurrido a una amplia colección de estratagemas con el objeto de acosar e intimidar a las Filipinas, durante los últimos años. El factor que reviste novedad remite a la frecuencia de los incidentes y al incrementalismo en el empleo de la fuerza que hace la guardia costera china contra los marinos de la armada filipina.

En marzo pasado, la guardia costera china disparó cañones de agua y arremetió contra una nave patrullera filipina, dañando su casco e hiriendo a su tripulación. China calificó la maniobra como 'necesaria', acusando luego a las Filipinas de violar la soberanía marítima china -por haber ejercitado acciones de reaprovisionamiento a las tropas que mantiene en el arrecife Second Thomas. En 2016, la Corte Permanente de Arbitraje, con base en La Haya (Holanda), falló en favor de las Filipinas al respecto de la disputa. China, sin embargo, optó por rechazar aquella resolución.

Un mes más tarde, en abril, y también dentro de la zona económica exclusiva de las Filipinas, la guardia costera china arremetió contra otras lanchas patrulleras, desplegadas para enviar provisiones a pescadores.

Los medios de comunicación estatales bajo control de Pekín informaron, al respecto del incidente, que la operación fue 'legítima, razonable y profesional', y que los navíos filipinos se hallaban conduciendo riesgosas maniobras que 'forzaron el empleo de cañones de agua en forma de advertencia'.

En junio, un marino filipino sufrió graves heridas, como resultado de la embestida de un navío de la guardia costera china; tal como sucediera en marzo y luego en abril, China justificó el empleo de 'medidas de control', y afirmó luego que el navío de reaprovisionamiento filipino había sido el responsable de la colisión.

En otro desarrollo registrado en junio, activos de la guardia costera china blandieron hachas y machetes ante personal de la guardia costera filipina. En esa instancia, los filipinos calificaron el incidente como un 'brutal ataque'. Superado en número por los chinos, un marino filipino resultó con un dedo cercenado.

El embajador de las Filipinas en Washington ha advertido que el conflcito con China podría abarcar a todo el cuadrante Indo-Pacífico. El disuadir a China en el Indo-Pacífico es un objetivo estratégico para los Estados Unidos, pero el diferendo con las Filipinas en particularmente central, conforme los EE.UU. mantienen una obligación bajo tratado de defender a las Filipinas ante 'ataques armados' -en función del Pacto Recíproco de Defensa Filipino-estadounidense.

Los recurrentes actos de agresión ejecutados por la República Popular China contra las Filipinas deberían servir como advertencia para todo el cuadrante Indo-Pacífico.

Artículo original, en inglés


-Wilson Beaver es consejero de políticas presupuestarias para la Defensa en el Centro Allison para la Seguridad Nacional, perteneciente al think tank estadounidense The Heritage Foundation, en Washington, D.C. El presente artículo fue desarrollado con la colaboración de Elizabeth Lapporte, quien se desempeña en el mismo think tank.