Goliat versus David: el Ataque que redibuja el conflicto en Oriente Medio

El conflicto entre Israel e Irán es un laberinto de tensiones geopolíticas, religiosas e ideológicas, que se ha visto intensificado con el correr de los años. Aunque ambos países no han declarado una guerra formal, han protagonizado numerosos enfrentamientos indirectos a través de aliados y conflictos regionales. El reciente ataque ejecutado por la República Islámica de Irán, el 1ero. de octubre de 2024, representa un nuevo capítulo en esta larga historia de hostilidades.


 

Contexto del ataque
 

Irán lanzó aproximadamente dos centenares de misiles balísticos hacia suelo israelí, en respuesta a los bombardeos selectivos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que resultaron en la muerte de líderes de Hezbolá y Hamás, como Hassan Nasrallah e Ismail Haniyeh. Estas operaciones fueron percibidas por Teherán como ataques directos a su red de aliados en la región, conocida como el "Eje de la Resistencia". La respuesta militar iraní no solo busca vengar a sus aliados, sino también enviar un mensaje claro al respecto de que reaccionará con fuerza ante cualquier agresión a sus intereses.

Objetivos del Ataque
 

El ataque iraní exhibió dos objetivos principales:
 

1. Demostrar fuerza: Irán desea demostrar que cuenta con la capacidad de responder a los ataques y que su red de aliados continúa representando una amenaza activa en la región.

2. Desestabilizar a Israel: A través de estas acciones, Teherán se propone provocar disrupciones internas en el Estado de Israel, debilitando su moral y su infraestructura.

A pesar de los esfuerzos israelíes en pos de interceptar la mayoría de los misiles con su sistema de defensa Iron Dome, algunos vectores lograron impactar en la infraestructura, destacando la capacidad ofensiva de su enemigo y las vulnerabilidades existentes.

Impacto en la Infraestructura Israelí

Dos de los principales objetivos del ataque fueron la base aérea de Nevatim y las plataformas de gas en el Mediterráneo:

- Base Aérea de Nevatim: esta instalación es crucial para las operaciones defensivas y ofensivas de Israel, albergando aviones de combate avanzados, incluidos los F-35. Aunque Irán esperaba que el ataque causara daños significativos, los informes indicaron que las capacidades operativas de la base permanecieron intactas, gracias a la efectividad del sistema de defensa.

- Plataformas de Gas: Estas resultan vitales para la economía israelí, ya que el gas natural es una de sus principales fuentes de energía. El ataque puede traer consecuencias económicas, afectando tanto la producción como la exportación de energía.

Repercusiones Regionales

El ataque iraní desencadenaría una respuesta militar significativa por parte de Israel, que históricamente ha llevado a cabo ataques selectivos en Irán, apuntando a instalaciones nucleares, bases militares y la infraestructura petrolera. Este ciclo de represalias puede llevar a un conflicto más amplio, involucrando a actores internacionales como los Estados Unidos de América, que ha manifestado su apoyo a Israel, así como a otras naciones del Golfo que temen la inestabilidad en la región.

 

El escenario actual plantea el riesgo de una escalada que involucre a Hezbolá y otras milicias respaldadas por Irán en el Líbano, Siria y Gaza, intensificando sus operaciones contra Israel. La dinámica de relaciones internacionales en la región podría verse profundamente afectada si el conflicto se agrava, especialmente si se da la intervención de potencias como los EE. UU, Rusia o Turquía.

 

Estrategias en la réplica israelí

Las represalias israelíes ante el ataque iraní podrían centrarse en las siguientes áreas estratégicas:

1. Instalaciones nucleares: Sitios como las plantas de enriquecimiento de uranio en Natanz y Fordow son considerados objetivos cruciales. Israel tiene un historial de ataques a instalaciones nucleares, como ocurrió en Irak en 1981. Aunque estos sitios están protegidos, son vulnerables a ataques aéreos sofisticados y ciberataques.

2. Bases militares: Las bases vinculadas a la Guardia Revolucionaria Iraní (IRGC) son otro blanco importante. Estas bases son esenciales para las operaciones militares de Irán y el financiamiento de grupos aliados en la región.

3. Infraestructura petrolera: Las refinerías, como las de Abadán y Bandar Abbas, son fundamentales para la economía iraní. Un ataque a estas instalaciones podría paralizar su producción y exportación, con repercusiones económicas graves.

4. Red de misiles: Destruir las bases de misiles y centros de investigación en lugares como Semnan podría debilitar la capacidad de Irán para responder a futuros ataques.

5. Puerto de Bandar Abbas: Este puerto deviene en vital para el comercio y la entrada de suministros militares a Irán. Su destrucción podría obstaculizar la capacidad iraní a la hora de mantener su cadena de suministro militar.

El péndulo bélico en esta guerra contra el terrorismo islámico se encuentra en manos de Israel, que es conocido por su capacidad de respuesta ante cualquier agresión. Irán debe ser consciente de que un ataque al Estado judío puede comportar graves consecuencias. La situación actual sugiere que estamos ante un posible cambio en las dinámicas de poder en el Oriente Medio, donde las repercusiones de este conflicto resonarán durante años.