Javier Milei, a través del lente de la prensa internacional: ¿disrupción necesaria, o error del sistema?
Desde su para muchos, inesperado arribo a la presidencia del país, Javier Milei ha logrado atraer la atención...
24 de Octubre de 2024
Desde su para muchos, inesperado arribo a la presidencia del país, Javier Gerardo Milei ha logrado atraer la atención de los medios de comunicación del mundo; su llegada al poder en Buenos Aires consigna un fuerte cambio en la política latinoamericana, en razón de sus medidas -emparentadas con la denominada 'derecha'.
La personalidad y los métodos del mandatario argentino han cosechado interés y, en idéntica proporción, críticas. En este sentido, artículos en periódicos del mundo y posteos en la red 'X' suelen referirse a él como el 'nuevo rostro del populismo', poniendo énfasis en su estilo poco convencional y en la figura de la motosierra, símbolo que remite a los recortes de presupuesto en el gobierno federal. En efecto, esta simbología ha consolidado su reputación de reformista de métodos extremos, un ineludible apelativo al creciente número de ciudadanos argentinos desilusionados con la dirigencia política tradicional. Así, por ejemplo, no pocos analistas han señalado que su carencia de libreto político da forma a su principal ventaja competitiva.
Numerosas voces, sin embargo, reverdecen la fuerza de la crítica, etiquetando a Milei como un referente de la 'extrema derecha'. Esta formulación se completa con acusaciones en torno a la implementación de políticas económicas fallidas; más aún, los críticos reflotan paralelismos con lideratos autoritarios de otras geografías, dada su agresiva postura contra la oposición y versus el periodismo profesional. Análogamente, algunas posturas favorables del jefe de Estado argentino frente a dirigentes de otras naciones rematan el cuadro de disensos.
En el ínterin, desde circuitos conservadores y afines al libertarismo se retrata a Javier Milei como un personaje disruptivo necesario, forzado a lidiar con décadas de desbarajustes económicos perpetrados por sus antecesores. En rigor, su estilo por momentos confrontativo resuena positivamente en segmentos significativos de la ciudadanía; extenuados frente al statu quo político, estos sectores celebran las medidas oficiales emparentadas con una severa reducción del tamaño del Estado.
Ningún análisis estaría completo, no obstnte, sin consignar que, en el concierto internacional, Milei es percibido como un referente contrario al 'adoctrinamiento de izquierdas', mediando furibundos ataques contra modelos educativos, contra la cultura y en oposición a las denominadas 'políticas de género'. De aquí que sus acciones sean descritas como una valiente impostura contra el avance de los postulados progresistas en el territorio de los derechos sociales -naturalmente, variando la presentación de los hechos según la postura ideológica del medio de que se trate.
El agresivo reformismo económico del presidente argentino, que apunta a reducir drásticamente el gasto estatal y a allanar el camino para una franca desregulación de la economía, han atraído la atención de distintas voces. El matutino británico 'Financial Times', por ejemplo, puso el foco en la dependencia de Milei de redes sociales para apuntalar sus medidas de austeridad, con lo cual su aislacionismo político podría incrementarse. El titular seleccionado por el FT para desarrollar esta cuestión fue '¿Puede Milei respaldarse en las redes sociales para conmover a la Argentina?' (Can Javier Milei rely on social media to shake up Argentina?). En el terreno operativo, las decisiones del mandatario y su equipo condujeron a contar con superávit fiscal por primera vez en dieciséis años. Sin embargo, este logro aparente no ha sobrevenido sin registrarse costos en el plano social, mientras la inflación continúa, aunque en retroceso, elevada.
Con frecuencia, la figura de Milei es presentada en modos dramáticos. Tanto el New York Times como el Wall Street Journal supieron calificarlo como integrante de la 'extrema derecha global'. El periódico parisino Le Monde, por su parte, también se ha hecho eco de los calificativos de sus pares estadounidenses, incluso cuestionando la sustentabilidad de los planes de shock de la nueva Casa Rosada. Y las mismas referencias pueden encontrarse en la web Politico.
Pasando al proscenio de las relaciones internacionales, Javier Milei ha contribuído a la polémica. El analista de centroizquierda Benjamin Norton (Geopolitical Economy Report) se ha referido al presidente argentino como una 'marioneta de los Estados Unidos', subrayando el apoyo del mandatario a políticas internacionales tradicionalmente alejadas de la posición histórica de Buenos Aires. Por otro lado, el acercamiento de Milei al Fondo Monetario Internacional ha sido evaluado como una maniobra tendiente a abrir las fronteras argentinas a los mercados globales, lo que puede estimarse como una 'acción valiente' -así se ha formulado desde 'International Affairs'.
Mientras tanto, las políticas implementadas por Milei en el concierto doméstico -como ser la reducción de presupuestos para las universidades públicas y la clausura de agencias de noticias estatales- han cosechado despiadadas críticas, pero también remarcables apoyos. El matutino español El País se refirió a los drásticos recortes de presupuesto en clusters variopintos, consignando que el presidente no tiene miedo de llevar a la práctica decisiones impopulares.
En definitiva, los medios de comunicación del planeta han analizado en profundidad la estratagema económica de Milei, con frecuencia destacando el shock inicial para la frágil macro en la nación sudamericana. Más allá de los desafíos, la prensa toma nota de la narrativa de resiliencia y cauteloso optimismo, en relación al efecto de largo plazo de las medidas gubernamentales. Ahora mismo, analistas económicos destacan la aprobación compartida por el FMI -y por el espectro financiero internacional- frente a lo actuado por Milei y su equipo: de momento, se acepta que la performance ha sido superior a la esperada.
A la postre, y a la hora de describir a Milei, los titulares de la prensa internacional pendulan entre calificativos tales como 'economista revolucionario', 'extremista', y 'provocador exitoso'. En cualquier caso, los métodos del líder político, así como también su personalidad y definiciones, le garantizan un destacado sitio en el concierto global, como fiel representante de la puja entre libertarismo económico e impulsores del Estado de bienestar a perpetuidad.
En el ínterin, desde circuitos conservadores y afines al libertarismo se retrata a Javier Milei como un personaje disruptivo necesario, forzado a lidiar con décadas de desbarajustes económicos perpetrados por sus antecesores. En rigor, su estilo por momentos confrontativo resuena positivamente en segmentos significativos de la ciudadanía; extenuados frente al statu quo político, estos sectores celebran las medidas oficiales emparentadas con una severa reducción del tamaño del Estado.
Ningún análisis estaría completo, no obstnte, sin consignar que, en el concierto internacional, Milei es percibido como un referente contrario al 'adoctrinamiento de izquierdas', mediando furibundos ataques contra modelos educativos, contra la cultura y en oposición a las denominadas 'políticas de género'. De aquí que sus acciones sean descritas como una valiente impostura contra el avance de los postulados progresistas en el territorio de los derechos sociales -naturalmente, variando la presentación de los hechos según la postura ideológica del medio de que se trate.
El agresivo reformismo económico del presidente argentino, que apunta a reducir drásticamente el gasto estatal y a allanar el camino para una franca desregulación de la economía, han atraído la atención de distintas voces. El matutino británico 'Financial Times', por ejemplo, puso el foco en la dependencia de Milei de redes sociales para apuntalar sus medidas de austeridad, con lo cual su aislacionismo político podría incrementarse. El titular seleccionado por el FT para desarrollar esta cuestión fue '¿Puede Milei respaldarse en las redes sociales para conmover a la Argentina?' (Can Javier Milei rely on social media to shake up Argentina?). En el terreno operativo, las decisiones del mandatario y su equipo condujeron a contar con superávit fiscal por primera vez en dieciséis años. Sin embargo, este logro aparente no ha sobrevenido sin registrarse costos en el plano social, mientras la inflación continúa, aunque en retroceso, elevada.
Con frecuencia, la figura de Milei es presentada en modos dramáticos. Tanto el New York Times como el Wall Street Journal supieron calificarlo como integrante de la 'extrema derecha global'. El periódico parisino Le Monde, por su parte, también se ha hecho eco de los calificativos de sus pares estadounidenses, incluso cuestionando la sustentabilidad de los planes de shock de la nueva Casa Rosada. Y las mismas referencias pueden encontrarse en la web Politico.
Pasando al proscenio de las relaciones internacionales, Javier Milei ha contribuído a la polémica. El analista de centroizquierda Benjamin Norton (Geopolitical Economy Report) se ha referido al presidente argentino como una 'marioneta de los Estados Unidos', subrayando el apoyo del mandatario a políticas internacionales tradicionalmente alejadas de la posición histórica de Buenos Aires. Por otro lado, el acercamiento de Milei al Fondo Monetario Internacional ha sido evaluado como una maniobra tendiente a abrir las fronteras argentinas a los mercados globales, lo que puede estimarse como una 'acción valiente' -así se ha formulado desde 'International Affairs'.
Mientras tanto, las políticas implementadas por Milei en el concierto doméstico -como ser la reducción de presupuestos para las universidades públicas y la clausura de agencias de noticias estatales- han cosechado despiadadas críticas, pero también remarcables apoyos. El matutino español El País se refirió a los drásticos recortes de presupuesto en clusters variopintos, consignando que el presidente no tiene miedo de llevar a la práctica decisiones impopulares.
En definitiva, los medios de comunicación del planeta han analizado en profundidad la estratagema económica de Milei, con frecuencia destacando el shock inicial para la frágil macro en la nación sudamericana. Más allá de los desafíos, la prensa toma nota de la narrativa de resiliencia y cauteloso optimismo, en relación al efecto de largo plazo de las medidas gubernamentales. Ahora mismo, analistas económicos destacan la aprobación compartida por el FMI -y por el espectro financiero internacional- frente a lo actuado por Milei y su equipo: de momento, se acepta que la performance ha sido superior a la esperada.
A la postre, y a la hora de describir a Milei, los titulares de la prensa internacional pendulan entre calificativos tales como 'economista revolucionario', 'extremista', y 'provocador exitoso'. En cualquier caso, los métodos del líder político, así como también su personalidad y definiciones, le garantizan un destacado sitio en el concierto global, como fiel representante de la puja entre libertarismo económico e impulsores del Estado de bienestar a perpetuidad.