El FMI vuelve a la carga con las tarifas y la economía

Roger Noriega, secretario adjunto de Estado para América latina, comentó que la Argentina debe sellar un rápido acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Noriega calificó de "paso importante" el cierre del proceso de reestructuración de la deuda. La reestructuración de los títulos en default "es un paso importante", comentó Noriega, pero de inmediato planteó algunas exigencias :"Es importante ver qué medidas tiene en mente el Gobierno para hacer que la economía sea más predecible", dijo. Esas medidas, precisó, en particular deben concentrarse "en el sector financiero y el sector energético". Este pedido se traduce abiertamente en la necesidad de actualizar las tarifas atrasadas de las compañías privatizadas -y especialmente las del sector energético-, ya que tienen sus precios congelados desde antes de la salida abrupta de la convertibilidad. Pero tal exigencia está fuera de discusión para el Presidente Kirchner, porque tanto el FMI como Washington vienen exigiendo que los aumentos de tarifas se presenten en lo inmediato, y el primer mandatario argentino no quiere introducir esos aumentos antes de las elecciones de Octubre, por razones obvias. Y la preocupación por este tema va en aumento, ya que la inflación ya está calculada para el 1% a fines de Marzo, y como es de presuponer, los aumentos de las tarifas de servicios (electricidad, gas, telefonía, etc.) empujará aún más a la espiral inflacionaria para los próximos meses. El funcionario estadounidense no sólo bregó por un rápido acuerdo con el FMI, sino que insistirá en no dejar afuera a los acreedores que no ingresaron al canje. El Gobierno baraja varias alternativas para esa porción de acreedores, pero de ninguna manera reabrirá el proceso de canje. El tema de Bolivia también fue comentado por Roger Noriega. A este respecto, hizo referencia al papel "constructivo" que tuvo el Presidente Néstor Kirchner en aquel país. "Su involucramiento, su asesoría y su solidaridad fueron críticos en el progreso hacia la estabilidad de Bolivia", dijo. Noriega le aconsejó al presidente boliviano Carlos Mesa demandar a la clase política más apoyo para poder aprobar una ley de hidrocarburos viable. Durante la audiencia en el congreso norteamericano, Bolivia fue puesta como ejemplo de la fragilidad que padece la democracia en nuestro continente. Otro ejemplo fue Venezuela. "Si Estados Unidos y los vecinos de Venezuela ignoran la afinidad cuestionable del presidente Chávez con los principios democráticos, podríamos terminar pronto con una Venezuela más pobre, menos libre y sin esperanzas que busca exportar su modelo fracasado a otros países de la región", dijo Noriega, quien denunció la presencia de "miles de agentes de seguridad cubanos" en las calles de Caracas. De este modo, Washington aprovecha para advertir a los países de la región para que se alejen del polo de Evo Morales. Y la advertencia se puede observar con total claridad : la preeminencia de sectores radicales en las democracias débiles de América del Sur sólo pueden conducir, en un futuro, a un mayor intervencionismo de Estados Unidos. Pero el Presidente Kirchner hace tiempo que ha captado el mensaje : luego de su reunión con Evo Morales hace más de un año, no sólo no volvió a reunirse con él sino que en cada intervención argentina en los problemas bolivianos, se encargó de repetir hasta el cansancio la firme intención argentina de sostener la democracia en el país altiplánico.