Chile pierde la Secretaría General de la OEA a manos de México

El ministro de Exteriores de México, Luis Ernesto Derbez, ha visto aumentadas sus posibilidades para salir designado hoy en la elección en Washington, pues se estima que podría reunir los votos de Flores. El propio ex presidente salvadoreño argumentó al retirarse de la contienda que lo hacía para fortalecer la integración regional. El giro ha sido radical, debido a que el ministro del Interior chileno José Miguel Insulza era hasta entonces el postulante que más apoyos había sumado. Y por el momento lo único seguro es que, aunque Flores alegara la unión centroamericana, esta región finalmente sale perdedora del proceso. América Central nunca había tenido un secretario general en la OEA hasta que fue elegido en 2004 el costarricense Miguel Angel Rodríguez, que debió renunciar a menos de un mes de asumir en medio de un escándalo de corrupción por el cobro de sobornos en una licitación de telefonía celular. Ahora, esa oportunidad se ha perdido, y el apoyo que Estados Unidos daba a Flores parece haber jugado un papel central en su contra, pues muchos países quisieron subrayar su independencia de Washington poniéndose en la vereda de enfrente. El viernes a la noche, Flores presentó su renuncia, alegando que se retiraba para no profundizar la división en el campo centroamericano. Si bien su candidatura fue presentada por cinco países -cuatro centroamericanos y uno caribeño- Honduras y Panamá se mantuvieron al margen, al tiempo que compitió con Derbez por otros votos. Los dos candidatos supervivientes representan modelos e intereses distintos. El gobierno del presidente de Chile, Ricardo Lagos, se interesó en la OEA como primer paso para modificar lo que ha sido una tradición de siglos en la política exterior chilena, caracterizada por una actitud defensiva respecto al resto del mundo, y encaminar a Santiago hacia una conducta de mayor participación y colaboración en los organismos internacionales. Un plan en el cual la candidatura de Insulza es una pieza clave. Pero ayer los diarios de Santiago destacaban que el apoyo de Venezuela a Insulza resultaría letal para su candidatura: Washington la vetaría, por rechazo al régimen de Hugo Chávez. Y tal vez también por reacción de despecho a la caída de su candidato Flores. México, en cambio, está reaccionando contra los grandes desafíos asiáticos. El crecimiento económico de China y el aumento vertiginoso de la competitividad de ese país y de India representan un peligro potencial para los mexicanos, destinatario desde 1994, cuando se firmó el Nafta, de un gran flujo de inversiones directas de EEUU. El presidente Vicente Fox, consciente de que su país ya perdió industrias y servicios telefónicos que se trasladaron a China e India, busca lanzar desde la OEA un proyecto regional que proyecte al continente americano hacia el futuro con mejores posibilidades de competir con Asia. Por más que la OEA es por definición un foro político, lo que pretende Fox a través de Derbez es mostrarle a Estados Unidos que en este nuevo mundo globalizado, ni siquiera el país más poderoso del mundo podrá enfrentar solo la competencia que representan estas nuevas potencias emergentes en Asia, y convencer a Washington de que su mejor opción está en tomarse en serio la integración continental de América para enfrentar unidos ese desafío.