La huelga del Garrahan se cobra la vida de un chico de 6 años

Sergio Díaz, un niñito de 6 años oriundo de la provincia de Misiones, falleció anoche en el Hospital Garrahan, en medio de los desastres que provocó el paro salvaje de los gremialistas de la Asociación de Trabajadores del Estado. El menor padecía leucemia y requería de atención médica, complicada en los últimos días por la protesta gremial que demoró operaciones. En las últimas horas, el nene había sufrido un principio de sangrado pulmonar lo cual agravó severamente su delicada salud, que precisaba con urgencia de un tratamiento médico. El Garrahan estuvo virtualmente tomado desde la semana pasada por los sindicalistas que llegaron al punto de impedir la inspección por parte del Ministerio de Trabajo de las instalaciones, para comprobar si se cumplían las guardias mínimas. El gremio ya recibió dos denuncias penales por abandono de persona, pero todavía la Justicia aún no se expidió. La situación llegó a tal punto que el Gobierno recibió un informe sobre la grave situación que se vivía en el hospital ubicado en el barrio porteño de Constitución. La muerte del chiquito se produjo luego de que llegara al Ministerio de Justicia una investigación en la que se revela que no se cumplían las guardias mínimas requeridas por ley para realizar una medida de fuerza. Desde que comenzó el conflicto, fueron suspendidas unas 37 cirugías a menores, según informaron ayer las autoridades del hospital en un comunicado. La comisión interna del Garrahan no sintoniza con ATE y mantiene una postura “salvaje”. Está conducida por el dirigente Gustavo Lerer, de 44 años, quien es bioquímico y percibe un sueldo que oscila entre los $2,000 y los $3,000 pesos, con picos de hasta $4,500. Otros ingresos salariales registrados en el hospital, donde la protesta reclamaba inicialmente una suba de 70 por ciento, ascienden a $4.089,44 para el caso de un médico asistente y $2.479,81 para una enfermera. El sindicalista Lerer, afiliado al PTS desde junio de 1986, está procesado por la Justicia en la causa 1920, por violación a los artículos 109 y 110 (delitos contra el honor) del Código Penal, en el marco de un expediente que se tramita en el Juzgado Nacional y Correccional Nº 4, de Francisco Carlos Ponte.