Ecuador : nuevo gobierno no logra reconocimiento
El nuevo gobierno ecuatoriano no logra reconocimiento internacional, y ahora carga contra la OEA por la actitud neutra que tomó ante la crisis. Mientras tanto, Estados Unidos anunció que no reconoce al nuevo gobierno y propone elecciones anticipadas. La situación es confusa, pero las sospechas apuntan a un golpe de Estado.
21 de Julio de 2010
Ecuador debería convocar elecciones tras la destitución del presidente Lucio Gutiérrez, dijo el jueves Estados Unidos.
Pero Gutiérrez, el tercer presidente de la nación andina que es destituido en ocho años, continuaba en la residencia del embajador de Brasil en Quito, donde pidió asilo el miércoles después de que una multitud enardecida le impidiera salir del país.
Un fiscal estatal emitió una orden de arresto contra el ex coronel militar por las muertes de dos personas durante las manifestaciones.
La oposición acusó a Gutiérrez de abusar de su poder por su decisión de repartir los puestos de la Corte Suprema entre sus aliados. Este fue el comienzo de los disturbios que continuaron con enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad -incluído el ejército-.
Las sospechas sobre golpe de Estado se incrementaron luego de haberse visto el accionar de encapuchados con armas de fuego, que actuaron de manera organizada.
El nuevo presidente, Alfredo Palacio, dio instrucciones inmediatas luego de tomado el poder, para proceder a la detención del ex presidente Gutiérrez. Pero tal escenario abre las puertas a un conflicto con Brasil, que anunció oficialmente el otorgamiento de asilo político para el presidente derrocado.
Por su parte, Palacio nombró a un nuevo gabinete en un intento por restablecer el orden.
Palacio eligió juristas y catedráticos para siete ministerios, en respuesta a las peticiones de los ecuatorianos, desilusionados por la administración de las entidades públicas durante el gobierno de Gutiérrez y porque nombrara a personas sin vinculación a los partidos tradicionales.
"No habrá miembros del gabinete afiliados a ningún partido político", aseguró Luis Herrería, secretario de la Administración antes de la toma de posesión de los nuevos ministros en la casa de gobierno, donde Palacio acudió la madrugada del jueves. La integración de su equipo de trabajo concluirá el fin de semana.
"Soy su única esperanza", dijo Palacio, un cardiólogo de 66 años de edad, a los ecuatorianos el miércoles por la noche después de que las manifestaciones terminaran con el despido de Gutiérrez por parte de los legisladores.
Dijo que consideraría las peticiones de los manifestantes para que se realicen elecciones anticipadas, pero que primero propondrá una reforma constitucional.
"Aceptaré la voluntad del pueblo. Mi posición depende de él, pero primero necesitamos orden", dijo Palacio.
Washington anunció que no reconoce al nuevo gobierno, y llamó a elecciones anticipadas para poner fin a la crisis.
La Organización de Estados Americanos, por su parte, confirmó el envío de una delegación a Quito para interiorizarse sobre la situación.
"Simplemente pedimos que todo el mundo se mantenga en calma. No debería haber violencia. Ahora se necesita un proceso constitucional para llegar a las elecciones, si eso es lo que hay en el futuro", dijo la secretaria de Estado estaodunidense, Condoleezza Rice, al canal de televisión Fox durante una visita a Lituania para un encuentro de la OTAN.
Grupos de manifestantes se lanzaron hace una semana a las calles para protestar por un fallo de la Corte Suprema de la nación que eliminó los cargos de corrupción contra el ex presidente Abdala Bucaram, un aliado político de Gutiérrez.
El Congreso destituyó a Bucaram en 1997.
Congresistas de la oposición, quienes calificaron a Gutiérrez de dictador, después de que en diciembre éste decidiera colocar a sus aliados en la Corte Suprema, dijeron que había abandonado su puesto por no llevar a cabo sus deberes.
El aeropuerto internacional de la capital ecuatoriana reinició el jueves sus operaciones, pero las escuelas permanecieron cerradas como signo de que muchos ciudadanos del país siguen preocupados por las tensiones políticas.
El Congreso nombró a Palacio para que termine el resto del mandato de cuatro años de Gutiérrez, que vence en enero de 2007. Esta impopular medida ha sido en gran parte señalada como generadora del no reconocimiento de la nueva administración por parte de la OEA y de Estados Unidos.<
El Ojo Digital y 20 Minutos de España