Grave crisis política en Brasil
El Partido de los Trabajadores, que llevó a Lula da Silva al poder en Brasil, atraviesa una importante crisis, derivada de denuncias de corrupción en el seno del partido. La alianza oficial corre riesgo de quebrarse.
21 de Julio de 2010
El Partido de los Trabajadores (PT), que fundó el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, está hoy en el ojo de un huracán de denuncias de corrupción que han abierto la más grave crisis política desde que el líder obrero llegó al poder.
Las acusaciones que ponen en duda la honestidad del PT partieron paradójicamente del diputado Roberto Jefferson, presidente del Partido Laborista, que integra la base parlamentaria del gobierno.
Según Jefferson, el tesorero del PT, Delúbio Soares, sobornaba con el equivalente a 12.000 dólares mensuales a parlamentarios de distintos partidos a cambio de que apoyasen al gobierno en el Congreso.
Jefferson, que a su vez es investigado por corruptelas en la empresa estatal de Correos, no indicó de dónde salía el dinero, no dio nombres de los parlamentarios sobornados ni dijo a qué partidos pertenecían.
El diputado aseguró que le planteó el caso a varios ministros, que no encontró eco y que finalmente la corruptela acabó cuando en enero pasado denunció el asunto ante el propio Lula, quien de acuerdo a la versión de Jefferson, rompió en llanto al enterarse.
Después del día más agitado en los medios políticos desde que Lula llegó al poder en enero de 2003, el ministro de Coordinación Política, Aldo Rebelo, admitió anoche que efectivamente el jefe de Estado fue informado del caso en marzo pasado.
Afirmó que las denuncias fueron inmediatamente investigadas por la Cámara de Diputados y archivadas por falta de pruebas.
Pero desligó por completo al gobierno de esos asuntos y reiteró que el Ministerio de Justicia está "dando una batalla" contra la corrupción en todos los frentes, lo que a su juicio ha aumentado la percepción de que en toda la administración pública se roba.
"Se habla más de corrupción porque ahora se combate más", dijo.
Lo que peor cayó en sectores de oposición fue el claro intento de Rebelo por desmarcar al gobierno de todo.
Rebelo dijo en rueda de prensa que las denuncias son "referidas a pagos de un partido a parlamentarios de otros partidos, por lo que el blanco no es el Ejecutivo", pese que el PT haya sido fundado por Lula hace 25 años, a que sea la formación que le llevó al poder y a que esté ahora en el gobierno.
En la oposición hay un firme interés en que el Congreso se meta de lleno a investigar el caso, pues se considera que sí afecta al gobierno, al partido en el poder y a todo el Parlamento, al menos hasta que se sepa si hubo legisladores sobornados o no.
El Partido de la Social Democracia, una de las voces más firmes de la oposición, exigió que el Congreso cite a cinco ministros y a otras 25 personalidades políticas.
Pidió que el Parlamento interrogue a los ministros de Casa Civil, José Dirceu; Hacienda, Antonio Palocci; Turismo, Walfrido Mares Guia; Integración, Ciro Gomes, y al propio Rebelo, todos acusados por Jefferson de hacer caso omiso a sus denuncias.
Palocci y Rebelo negaron haber sido informados y Gomes, que está en Estados Unidos por asuntos oficiales, dijo a medios brasileños que Jefferson le había comentado el caso, pero sin aportar prueba alguna.
Lo cierto es que el gobierno parece que ahora sí será investigado a fondo por el Congreso, algo que intentó impedir la semana pasada, cuando las averiguaciones se limitaban sólo al caso de la empresa de Correos que salpica a Jefferson.
Según analistas políticos, una investigación de esa naturaleza puede ser una auténtica caja de sorpresas para un partido y un jefe de Estado que siempre enarbolaron la bandera de la lucha contra la corrupción.
Dados los ritmos parlamentarios, las investigaciones y con ello la crisis pueden seguir hasta el año próximo, cuando los brasileños irán nuevamente a las urnas para elegir presidente, en unos comicios que hasta hoy, según las encuestas, tendrían como absoluto favorito a Lula.
Según analistas, Lula, que hasta ahora no se pronunció sobre el caso, no podrá evitar el mal trago hoy, cuando deberá inaugurar un Foro Global de Combate a la Corrupción, organizado en Brasilia por varios organismos internacionales.
La crisis ya ha comenzado a impactar negativamente en la economía, destacándose una importante baja en la bolsa de valores de Sao Paulo. El efecto se ha sentido también en la Argentina, donde el índice Merval acusó una fuerte baja de 3%, e igual efecto se está percibiendo en la baja de los bonos soberanos argentinos.
Univisión