INTERNACIONALES: LA CRISIS BOLIVIANA

Bolivia pide ayuda a la Argentina, Brasil y las Naciones Unidas

Ante el incremento de la violencia y el peligro de guerra civil en el país del norte, el ex presidente Carlos Mesa se apresuró en solicitar ayuda a la Argentina y a Brasil para intentar contener la crisis. No sólo amenaza a Bolivia el peligro de la desintegración territorial, sino que el crecimiento de la violencia, fogoneada por Evo Morales y grupos extremistas, insinúan con extenderse a todo el país.

21 de Julio de 2010
El presidente saliente de Bolivia, Carlos Mesa, pidió hoy a las Naciones Unidas, Argentina y Brasil, que envíen observadores a este país, ante la gravedad de la crisis social y política que afronta. La solicitud fue confirmada por la oficina de prensa de la Presidencia y está dirigida al secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, y a los presidentes de Argentina, Néstor Kirchner, y Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. El planteamiento fue hecho un día antes de que el congreso se reúna en la sureña ciudad de Sucre para decidir sobre la renuncia presentada el lunes último por Mesa, quien propugna que el parlamento convoque a prontas elecciones adelantadas. La cita es objeto de tensa expectativa, por la posibilidad de la Presidencia quede en manos del titular del congreso, Hormando Vaca Diez, lo que puede generar un conflicto de grandes proporciones, por las resistencias sociales y políticas a ese político socialdemócrata. El todavía jefe de estado dirigió cartas a Annan, Kirchner y Lula, en las que les pide acreditar uno o más representantes, como gesto de que la situación de Bolivia es de importancia para la región y el hemisferio. "Bolivia atraviesa una de las coyunturas más criticas de su historia republicana", dice la comunicación y agrega que mañana el congreso adoptará "una decisión trascendental para la democracia, la estabilidad política y el futuro de la Nación, en una situación de aguda convulsión y polarización social". Se refiere así al asedio de protestas populares en La Paz y el vecino municipio de El Alto, ante el cual Vaca Diez se llevó la reunión del congreso a Sucre, y al bloqueo de la mayoría de las carreteras del país. El movimiento demanda la nacionalización de los hidrocarburos y la convocatoria de una asamblea constituyente para realizar profundas transformaciones políticas, económicas y sociales. Entretanto, la Conferencia Episcopal Católica llamó a los parlamentarios a que asuman mañana su gran responsabilidad "con sabiduría, buscando el bien común, con altura y desprendimiento". Una declaración de la jerarquía católica sobre la mediación que inició el pasado fin de semana, se inclina tácitamente por las elecciones anticipadas. Señala que el congreso debe decidir de acuerdo a la legalidad -que determina que Vaca Diez debe suceder a Mesa- pero también teniendo en cuenta "el sentir de la población y el bienestar de la nación". Anota que en sus contactos con sectores políticos y sociales, comprobó que el sentir mayoritario plantea que se convoque a elecciones generales anticipadas. Esos comicios solamente podrían realizarse si declinan Vaca Diez y el titular de la Cámara de Diputados, Mario Cossío -quien dijo hoy estar dispuesto- y la Presidencia queda en manos del titular de la corte suprema, Eduardo Rodríguez. El documento eclesiástico señala que las elecciones servirán "para poder encontrar un nuevo equilibrio político y democrático que exprese la voluntad soberana de los ciudadanos y facilite la gobernabilidad del país, con la atención a los problemas candentes que vivimos". El alcalde de La Paz, Juan del Granado, y un grupo de dirigentes de instituciones de la ciudad se declararon esta noche en huelga de hambre en demanda de la declinación de Vaca Diez y Cossío y de la celebración de elecciones generales adelantadas. La misma posición fue expresada en una declaración firmada por Del Granado y sus colegas de El Alto y las capitales departamentales (provinciales) de Sucre, Potosí, Trinidad y Oruro. El gobierno argentino, en correcta medida, propuso al radical Raúl Alconada Sempé -de reconocida carrera en cuestiones internacionales- como observador, decisión que fue aplaudida por referentes políticos locales. Si bien la misión de Sempé aún no se ha planeado en profundidad, está claro que su faena estará relacionada con consensuar con representantes brasileños y de las Naciones Unidas, una salida que contemple soluciones pacíficas par el pueblo boliviano, y así evitar un desmadre que bien podría sacudir las economías de la región, además de incrementar el poder de grupos extremistas que operan no sólo en Bolivia sino en otras naciones de la región. Los bolivianos claramente evitaron solicitar ayuda a Chile, debido a que tal sugerencia hubiera caldeado aún más los ánimos de los grupos sociales en pugna, todos ellos reaccionariamente antichilenos y en total acuerdo con continuar reflotando el problema de la salida al mar. Un problema que la crisis institucional boliviana amenaza con "cajonear".
El Ojo Digital Internacionales