Chávez, cerca de apropiarse de más de mil empresas

Chávez, que se ha declarado socialista, afirmó que la expropiación representa un paso importante en los planes del gobierno de "cambiar el modelo de producción". En su programa dominical de radio y televisión, el mandatario venezolano indicó que su gobierno tiene contabilizadas 1.149 empresas que podrían ser expropiadas si no entran en proceso de producción. "El que tiene tienda que la atienda o la venda, y si no le expropiamos", manifestó. Si sus propietarios no las quieren abrir "tendremos que expropiarlas y las abrimos nosotros", expresó el mandatario venezolano. El presidente enfatizó que la expropiación será la última opción para poner en marcha esas industrias y afirmó que quiere impulsar la economía junto a los empresarios nacionales "verdaderamente serios". Comentó que los empresarios serios son mayoría y que trabajando en conjunto se avanzará en la construcción del nuevo modelo económico socialista. El jefe de estado no dio detalles sobre las condiciones de la expropiación. Según la Constitución, el gobierno respeta la propiedad privada, pero prevé que "por causa de utilidad pública o interés social, mediante sentencia firme y pago oportuno de justa indemnización, podrá ser declarada la expropiación de cualquier clase de bienes". La ministro de Trabajo, María Cristina Iglesias, comentó que la idea es reactivar esas empresas para combatir la pobreza. El gobierno aspira a convertirlas en cooperativas o "empresa de producción social", basada en la integración entre dueños de compañías y empleados. Iglesias aseveró que además de los "empresarios serios", el llamado es fundamentalmente dirigido a todos los sindicatos, a los trabajadores y ex trabajadores para poner en funcionamiento esas empresas. En los seis años de mandato, Chávez ya materializó la expropiación de dos compañías privadas que estaban paralizadas. A comienzos de año la Asamblea Nacional y el gobierno expropiaron una empresa fabricante de papel después de considerar injustificado su cierre en el 2004. En abril, Chávez decretó la expropiación de la empresa privada Constructora Nacional de Válvulas, que quebró hace dos años. No obstante las aparentemente "buenas" intenciones del primer mandatario, la seguidilla de expropiación de empresas podría generar un efecto devastador sobre las inversiones extranjeras, que, temerosas, podrían comenzar a paralizar importantes emprendimientos en Venezuela.