Estados Unidos, sin expectativas por la cumbre de Mar del Plata
Washington expresó su preocupación al respecto de los resultados que pueda arrojar la cumbre de Mar del Plata. El plan argentino de seguridad también fue objetado por los estadounidenses. Preocupación por incidentes y por manifestaciones.
21 de Julio de 2010
Las autoridades de los Estados Unidos tienen temor de que la IV Cumbre de las Américas, que se llevará a cabo en la ciudad de Mar del Plata en noviembre próximo, sea una nueva frustración en lo político, con protestas en las calles y reuniones en las que no se acuerden estrategias concretas para erradicar la pobreza de la región y promover el desarrollo social.
Tales fueron las opiniones de funcionarios de la Casa Blanca para el área de América latina, que trascendieron en los medios recientemente.
Esos funcionarios, de acuerdo con lo indicado, consideran que el encuentro podría revivir los peores momentos de Fort Lauderdale (Florida, EE.UU.), donde la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), el mes pasado, concluyó con más cismas y bloques polarizados que consensos.
También se señaló que el subsecretario del Departamento de Estado para América Latina, Roger Noriega, y el embajador ante la OEA, John Maisto, objetan el programa tentativo para la reunión que impulsa la Cancillería argentina, aunque reconocen que se enfocó en un temario acotado y concreto de prioridades.
En tanto, se afirmó que el operativo de seguridad de la cumbre, en especial la custodia del presidente George W. Bush, en cambio, no es hoy una prioridad caliente para los Estados Unidos, aunque los argentinos descuentan que lo será a medida que se acorten los plazos.
El lema de la cumbre que se realizará en Mar del Plata es "Crear trabajo para enfrentar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática", aunque, de acuerdo con lo señalado, se generó un debate ideológico profundo en torno a esa cuestión, que dividió al continente en varios bloques.
En ese marco, el matutino indicó que en el último encuentro del Grupo de Revisión de la Implementación de Cumbres (GRIC), que la semana pasada se reunió en Washington para debatir el temario de la cumbre, llegó por momentos a niveles ásperos, como cuando Maisto afirmó que si las reformas de los 90 fracasaron en ciertos países, fue porque sus gobiernos fueron corruptos, no porque las medidas fueran erróneas.
La Casa Blanca -se señaló en la nota publicada hoy- quiere que los países de América latina prioricen la lucha contra la corrupción y garanticen el principio de la libre empresa.
Eso, afirma, generará más crecimiento y la riqueza se derramará entre los pobres, que así saldrán adelante. Pero sólo Canadá apoya esa visión. Chile es un aliado con matices, cuando no crítico.
La Argentina, cuyas autoridades actuales hacen de la crítica a los años 90 su propaganda de todos los días, obviamente es crítica de la posición estadounidense con respecto a la promoción de la libre empresa -para no ser incoherente con el discurso oficial del Presidente Kirchner-.
En las últimas horas, Estados Unidos incluso expresó su preocupación con respecto a los planes de seguridad para Mar del Plata -luego de haber criticado la agenda de la cumbre-.
En otro torpe "blooper" por parte de quienes conducen la Cancillería, el canciller Rafael Bielsa salió a aclarar -junto con Alberto Fernández- que Estados Unidos no ha presentado objeciones.
Tales insólitas declaraciones oficiales se dieron a conocer pocas horas atrás, casi 48 después de que todos los medios nacionales ya habían publicado, con lujo de detalles, las preocupaciones de Washington al respecto de la cumbre.
Uno de los puntos que más preocupaba a la seguridad del Presidente George Bush, es la excesiva benevolencia que las autoridades argentinas tienen para con los manifestantes. Tal pasividad de las leyes argentinas -piensan allegados a la Administración Bush- podría ser aprovechada por los grupos extremistas conocidos, como Quebracho, piqueteros y otros, para cometer desmanes en los días que dure la reunión de presidentes.
Seprin.com y El Ojo Digital