Cristina Fernández de Kirchner, sin ideas para debatir

El candidato a senador por Propuesta Republicana, Ricardo López Murphy, reiteró ayer que su competidora en la provincia de Buenos Aires, Cristina Fernández de Kirchner, tiene temor de debatir, y dijo que el Gobierno se presenta como si fuera “Rin tin tin”, el perro de la recordada serie de televisión. López Murphy ironizó acerca del pacto de desestabilización denunciado la semana última por el presidente Néstor Kirchner y por su esposa. En ese sentido, señaló: “ambos se ponen en el lugar de Rin tin tin, donde estaban los malos y llegaba el perro de enfrente y resolvía los problemas de cada capítulo”. “Esta cuestión de creerse Lassie o Rin tin tin no me parece que sea inteligente, y toma a la gente por boba. Pero la gente no es boba y ese planteo no es razonable”, aseveró el dirigente. Además, el economista sostuvo que sería deseable que debatan los candidatos a los comicios de octubre próximo, pero advirtió que “la senadora por Santa Cruz tiene particular temor por el debate”, e hizo mención a que no concede entrevistas a la prensa. López Murphy acusó, además, al presidente Kirchner y al secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, de haber tenido una activa participación en la privatización de YPF y extendió sus críticas a Cristina Fernández, quien, según dijo, “fue vicepresidenta del bloque que en la Convención Constituyente le dio la reelección a Carlos Menem”. También sostuvo que castigar a Kirchner eligiendo a “Chiche” de Duhalde no es castigar a Kirchner, sino castigarse uno mismo. Sobre los piqueteros, indicó: “lo que se hizo en el puente Pueyrredón es lo que yo hubiera hecho de entrada”, en relación con el hecho de que la Policía impidió el copamiento del lugar. Por otra parte, dijo que es disparatado y una bajeza vincularlo con la gestión económica de los ‘90, y sostuvo que, por el contrario, el Presidente, su esposa y dos de sus miembros de Gabinete, fueron destacados partícipes de ese proceso. Al referirse a la marcha de la economía, criticó que, pese al crecimiento, el nivel de inversión permanece muy bajo y dijo que eso se debe a una crisis de confianza entre ahorristas. “Es como una infidelidad descubierta: una vez que lo pescan, volverse a enamorar es una cuestión complicada”, comparó.