Declaraciones de Matthei : ¿operación o desinformación?
Las declaraciones del general Fernando Matthei tienen un llamativo carácter de inexactitud, al tiempo que exageran la ayuda que Chile presentó a Inglaterra durante la Guerra de las Malvinas. ¿Cuál es la causa del goteo permanente de información relativa a la ayuda chilena en 1982? Las revelaciones, ¿constituyen una operación o una actitud desinformativa?
21 de Julio de 2010
Las relaciones argentino-chilenas, tradicionalmente han estado teñidas de un velo de desconfianza mutua y de altas dosis de recelo.
Las recientes declaraciones del general Fernando Matthei, miembro de la junta militar que gobernara Chile hasta comienzos de los 90, han provocado polémica de uno y otro lado de la Cordillera.
Pero lo cierto es que, en la entrevista que el medio Ultimas Noticias realizara al uniformado, destacan aspectos puntuales que, desde su base errónea, bien pueden estar avocadas a desinformar o bien a boicotear una nueva etapa de relaciones normalizadas entre los dos países.
Porque queda a las claras que Matthei ha exagerado hasta límites imposibles la importancia de la ayuda de los chilenos a Inglaterra durante el conflicto de Malvinas. El general práctica y abiertamente sostiene que la "ayuda fue decisiva", y que "los ingleses sólo supieron de los movimientos de tropas argentinas a partir de la información que proveó Chile".
Afirmación enteramente falsa, pues informes liberados hace tiempo ya destacaban el hecho de que Estados Unidos proveyó a Inglaterra de información vital, a partir de dos satélites que el país del norte tenía orbitando sobre las islas por ese entonces. En tales reportes -entregados regularmente al alto mando británico-, se destacaban con clara regularidad los detalles relativos a la orientación de las fuerzas terrestres argentinas, y gracias a estos datos, los ingleses escogieron adecuadamente los puntos geográficos ideales para desembarcar su task force.
¿Cómo pudieron ser decisivos, dado este escenario, los datos que los espias chilenos transmitían poco profesionalmente desde equipos de onda corta desde bases en Punta Arenas? ¿No resulta acaso una exageración, dada la inexperiencia y el amateurismo que espías chilenos demostraron en el más reciente intento de "espionaje" al consulado argentino en la misma ciudad? En ese episodio -todo un papelón para el espionaje chileno-, los "espías" literalmente escaparon corriendo cuando se los sorprendió in-fraganti, y encima, dejando caer documentos de identidad durante la huida.
También llama la atención que Matthei afirmara que Augusto Pinochet desconocía totalmente la situación de ayuda hacia los ingleses, y que todo fuera idea de su única autoría. Los medios chilenos han difundido hasta el cansancio la cuestión de la ayuda de su país a los ingleses, y lo hicieron especialmente cuando Pinochet fuera detenido en Londres, poco tiempo atrás.
Históricamente, luego de 1982, desde Chile se ha puesto gran esfuerzo en destacar las consecuencias de la Guerra de Malvinas como una victoria "aplastante" por parte de Inglaterra, y tal adjetivo no se observa en las cifras de bajas definitivas. En tales cifras, se observa que Inglaterra perdió algo más de 300 hombres, contra 800 argentinos -y debe considerarse que la mitad de esas pérdidas humanas fueron consecuencia del hundimiento del crucero ARA General Belgrano-.
Los datos arrojados por Las Ultimas Noticias -el medio chileno responsable de la entrevista- sentencian que Perú "envió aviones" para ayudar a la Argentina. Otro dato que escapa demasiado lejos de la realidad, ya que si bien existieron ofertas de envío de máquinas desde Perú y Brasil, estas jamás se concretaron.
Deslices e información errónea aparte, queda asentada la pregunta acerca de por qué los medios chilenos se esfuerzan por liberar en cuentagotas y en forma sistemática, detalles acerca de la ayuda chilena en favor de los ingleses.
Las sospechas llegan al punto de considerar la posibilidad de que la fuerte derecha chilena -encarnada por senadores con voz importante en el congreso y militares retirados- tiene la intención de boicotear el actual status de colaboración que existe entre las fuerzas armadas de ambos países. Es más, incluso recientemente se destacó la colaboración de las fuerzas armadas chilenas con sus pares argentinos en las misiones internacionales de las Naciones Unidas, y el debut de esta nueva colaboración en Haití.
Pero este artículo no estaría completo sin considerar el factor también de magnificación chilena cuando se habla de la "amenaza" que la Argentina representaría de vencer en las Malvinas. Si bien es correcta la apreciación al respecto del discurso agresivo que la Junta Militar argentina tuvo para con Chile, lo concreto es que el país no estaba por aquel entonces preparado materialmente para continuar "la campaña" contra los vecinos.
De aquí que los intentos de justificación chilena para colaborar con los ingleses sea muy pobre. La colaboración se debió exclusivamente a motivos de lazos históricos con la Corona Británica, y con el hecho de que Chile -luego de las guerras de independencia en donde el General San Martín tuvo gran parte del crédito- siempre operó como "agente" británico en el subcontinente.
Baste recordar que Chile está literalmente "rodeado" por países que considera "enemigos", como Perú y Bolivia -con los que sostuvo conflictos armados hace cien años-, a los que siempre ha acusado de aliarse con la Argentina, abierta o secretamente.
Chile, a este respecto, hizo históricamente de verdadero aliado de Inglaterra, que a su vez siempre tuvo interés de frenar la influencia de la Argentina en América del Sur, con especial fuerza luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial -conflicto en el que Perón no quiso involucrar al país para brindar ayuda a los Aliados-.
Tal compromiso de neutralidad jamás fue "perdonado" por Estados Unidos ni por Inglaterra, y de aquí que la influencia regional de la Argentina pasó a verse como una verdadera amenaza.
El Ojo Digital Internacionales