Sebastián Cabello : asesinar y quedar impune
Como era lógico, no debía transcurrir mucho tiempo hasta que la ciudadanía recibiera la noticia : Sebastián Cabello saldrá próximamente en libertad, gracias a que la Cámara de Casación redujo su condena. La carátula se cambió a "homicidio culposo". La inseguridad no sólo procede de la delincuencia; los mismos jueces colaboran con ella.
21 de Julio de 2010
El joven Sebastián Cabello, condenado por el homicidio de una mujer y su pequeña hija al embestir con su vehículo el rodado en el que se hallaban las víctimas, podrá recuperar la libertad gracias a una insólita -aunque poco sorpresiva- decisión de la Cámara de Casación Penal, que consideró que cometió el hecho sin intención, informaron hoy fuentes judiciales.
La Sala III del tribunal redujo a tres años de prisión la condena que se le aplicó a Cabello por el hecho registrado el 30 de agosto de 1999 en esta Capital, y el joven lleva detenido el tiempo suficiente como para solicitar la libertad condicional, explicaron los voceros.
Los jueces que decidieron que las vidas de Celia González Carman y su hija, Vanina Rosales de 3 años, nunca tuvieron valor alguno, son Angela Ester Ledesma, Guillermo José Tragant y Eduardo Rafael Riggi.
Los "magistrados" -en su manipulación fría e impersonal del Derecho- olvidaron planificadamente que Cabello tenía su automóvil Honda Civic preparado especialmente para participar en "picadas" callejeras, y también descartaron de plano la declaración aportada por testigos, en el sentido que el asesino al volante sólo atinó a preocuparse por su auto en vez de socorrer a sus víctimas. "Mi auto!", fue la frase que disparó Cabello, apenas descendido del vehículo. Sólo había reparado en el estado de su auto y su mente obvió el trágico hecho de que acababa de tomar dos vidas en su loca carrera hacia la siguiente cuadra.
El Congreso de la Nación Argentina -responsable por la redacción del Código Penal-, al día de hoy sigue resistiéndose a considerar un asesino a quien atropella y mata con su vehículo, a pesar de que la consecuencia es idéntica a que si se utilizara un arma de fuego. Lo más sencillo para un juez es concluír que quien atropella y mata "no tuvo la intención de hacerlo". Una realidad que se burla de las víctimas de cualquier accidente, porque probar en un tribunal que el homicidio fue planeado, simplemente roza lo imposible.
Sebastián Cabello -hoy convertido en un auténtico ícono de la impunidad- no sólo quedará libre en las próximas horas, sino que las benévolas leyes argentinas tampoco le prohibirán conducir vehículos, preparados o de uso común.
La resolución de la Cámara de Casación no sólo remite al hecho concreto -e indiscutible- de que la vida en el país no tiene resguardo alguno por parte quienes tienen el rol de administrar justicia. Tal resolución es una verdadera bofetada a toda la ciudadanía, que solamente reclama que se cumpla con una de las viejas máximas de los estudios criminológicos : "A determinado crimen, corresponde igual pena".
¿Quién llora hoy a Celia y su hija Vanina? Los jueces de la Cámara, Angela Ester Ledesma, Guillermo José Tragant y Eduardo Rafael Riggi, seguramente no.
El Ojo Digital Sociedad y La Nación Online