Se complica la visita de George Bush a la Argentina
El canciller argentino, Rafael Bielsa, acusó a distintos sectores de armar -en una maniobra poco verosímil- una "campaña de desprestigio" para hacer ver a la Argentina como un santuario de terroristas. Pero las dificultades para que George Bush visite la Argentina se incrementan día a día.
21 de Julio de 2010
"Creo que hay interés en algunos sectores de poner en duda sistemáticamente la venida de Bush (a Buenos Aires) y de asociar su supuesta ausencia en la IV Cumbre de las Américas a una presunta característica de Argentina como refugio terrorista", advirtió el canciller en declaraciones a radio La Red, de Buenos Aires.
Bielsa confirmó además que Bush asistirá a la cumbre que se realizará el 4 y 5 de noviembre próximos en la ciudad argentina de Mar del Plata con la participación de los jefes de Estado y de Gobierno de 34 países del continente.
Pero lo concreto es que funcionarios desde Washington, continúan siendo evasivos a la hora de confirmar la visita del presidente estadounidense. Tales "dudas" no sólo están relacionadas con la postura demasiado benevolente que el Gobierno del Presidente Kirchner sostiene frente al terrorismo internacional, sino también con el desacuerdo de los norteamericanos con la redacción de la agenda para la cumbre. Ocurre que Kirchner tiene temor de incluir un comunicado oficial del Gobierno en apoyo del ALCA, ante la posibilidad de que Hugo Chávez, presidente de Venezuela, reaccione y ponga a la diplomacia local en un brete.
El canciller insistió insólitamente en la existencia de "una campaña de desprestigio hacia Argentina" y advirtió de que "esto va a seguir para que haya una visión de que a la cumbre no vendrá Bush, que EEUU es un país importante que considera que Argentina es poco confiable".
Pero también existen versiones de que Bush no vendría al país, dados los problemas políticos y de imagen que está teniendo por estos momentos, con relación a las consecuencias devastadoras del huracán Katrine. Asesores del presidente de Estados Unidos le habrían sugerido tener una presencia más activa frente al conflicto, para así neutralizar las posibles respuestas de la oposición. La segunda visita que Bush hiciera a New Orleans, horas atrás, está relacionada con esta visión : las encuestas desaprueban la posición del gobierno federal en más de un 55% y Bush debe estar cerca del área de desastre.
Ante este escenario, es ciertamente complicada la visita a la Cumbre de Mar del Plata. Y de más estaría decir que tal "cumbre" sería un fracaso, si el líder norteamericano no se presentara.
Mientras tanto, Bielsa destacó que "Las obras que se realizan para la cumbre marchan muy bien", a la vez que asistió esta semana a las reuniones preparatorias de la cumbre que se desarrollaron en Mar del Plata, situada 420 kilómetros al sur de Buenos Aires.
En este sentido, destacó que "todo el dispositivo de seguridad está para ser puesto en práctica, todo el sistema de televisión, el sistema informático, la sala de prensa y los dispositivos para la cumbre funcionan muy bien".
Si bien los ciudadanos marplatenses vivirán días de tensión durante el desarrollo de la cumbre, lo cierto es que la noticia ha sido bien recibida, dado que la ciudad podrá renovar su alicaída infraestructura. Mar del Plata se haya tradicionalmente en un virtual estado de destrucción urbana, en la que los baches, la escasez de señalización y la suciedad de las calles son moneda corriente. Ya los Juegos Panamericanos de 1995 y ahora la famosa Cumbre son factores que contribuyen a amortiguar la ineptitud y la incompetencia de los intendentes que tomaron las riendas de la ciudad con el advenimiento de la democracia.
La "Feliz" será también -aunque más no sea por unos pocos días- una orbe más segura, en lo que serán unas pequeñas vacaciones de la tradicional violencia que es permanente dueña de estas calles. Mar del Plata no solo ostenta cifras récord de desempleo récord del país -junto con Santiago del Estero-, sino que también tiene los índices más elevados de delitos violentos e inseguridad, para no mencionar la absoluta impunidad con que los traficantes de drogas desarrollan su actividad en el puerto.
Precisamente, el puerto de Mar del Plata es una de las terminales argentinas donde se dan los números más sorprendentes en materia de tráfico y contrabando de precursores químicos como acetona y tolueno -elementos cruciales para el proceso de síntesis de narcóticos-.
Tal situación siempre estuvo bajo la mirada tutelar de la agencia antidrogas estadounidense DEA, y es a partir de esta situación que el gobierno norteamericano insistió para que tal organismo pudiera coordinar con las autoridades argentinas la revisión de contenedores que entran y salen de terminales portuarias del país.
El Ojo Digital Internacionales