Los casos de clientelismo sacuden a la política
Los casos de clientelismo destapados recientemente por el diario La Nación y otros periodistas han abierto la proverbial Caja de Pandora. Es la peor noticia que la política corrupta podía recibir. Hombres de Kirchner y Duhalde responden, atontados, pero no alcanzan a desviar la mirada de la enfurecida opinión pública. Tal es la democracia clientelista que defienden los demócratas en los medios.
21 de Julio de 2010
El presidente argentino Néstor Kirchner se vio forzado el martes a despegarse de las denuncias de compras de votos para las elecciones legislativas de octubre, tras la aparición de reportes de supuestos pagos en dinero y electrodomésticos a votantes.
"Yo no conozco ninguna (denuncia) y, si conociera algo, lo denuncio," dijo Kirchner a periodistas, según la agencia de noticias oficialista Télam, aunque sus palabras no surtieron gran efecto a la hora de convencer a la opinión pública.
El país realizará el 23 de octubre elecciones legislativas en todo el país, que Kirchner calificó como un plebiscito a su gestión, luego de que asumió la presidencia con un escaso 22 por ciento de los votos en mayo del 2003 -mayoría de votos que fueron conseguidos por la maquinaria duhaldista de la Provincia de Buenos Aires-.
El diario La Nación dijo el lunes que las dos fuerzas internas que conviven dentro del oficialista peronismo, una que responde a Kirchner y la otra al ex presidente Eduardo Duhalde, entregan dinero o electrodomésticos en barriadas marginales de la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito del país.
La noticia incluyó testimonios y fotos, como un lavarropas nuevo en un hogar carente, supuestamente entregado por el Ministerio de Desarrollo, que comanda la hermana de Kirchner (Alicia, que se desempeña en Desarrollo Social), así como un cheque de un subsidio presuntamente entregado por el Senado de Buenos Aires, que es controlado por leales a Duhalde.
"A mis hijas (...) les dieron 400 y 500 pesos (138 a 172 dólares) para comprar camas y zapatos," citó el diario a una mujer de nombre Betty, entre otros testimonios.
Desde el lado kirchnerista, el piquetero y delincuente Luis D Elía es otro de los protagonistas que tienen un rol importante en la distribución de electrodomésticos. Recientemente, una nueva investigación de La Nación puso al descubierto que la organización que él comanda, Federación Tierra y Vivienda, recibe importantes cargamentos de electrodomésticos por parte del Gobierno del Presidente Kirchner, que el piquetero y su gente se encargan de distribuir en determinadas zonas de influencia en el Conurbano.
Luis D Elía ha cobrado notoriedad pública por su afiliación directa con las políticas del Presidente, y también por haber salido a bloquear estaciones de servicio de Shell en el pasado, por órdenes directas del primer mandatario. Luego de tal maniobra, muchas estaciones de Shell debieron cerrar sus puertas por los magros resultados económicos, y cientos de empleados de estaciones de todo el país fueron despedidos, circunstancia que los medios nacionales no acertaron a publicar. La "popularidad" de Luis D Elía también creció cuando tomó -también ordenado por hombres cercanos al Presidente- una comisaría de la Policía Federal en el barrio de la Boca. Hasta el día presente, el piquetero no ha sido juzgado ni llamado a prestar declaración por ninguno de los hechos mencionados.
Con respecto a los casos puntuales de clientelismo, Laura Alonso, coordinadora del área Acción con Políticos de Poder Ciudadano -un grupo anticorrupción afiliado a la organización Transparency International-, dijo : "Seguimos repitiendo una práctica histórica y esta noticia marca que efectivamente en Argentina muy pocas cosas han cambiado".
Kirchner llegó al poder con el apoyo de Duhalde, pero luego decidió formar un nuevo espacio político dentro del peronismo para despegarse de la idea de que el líder de la provincia de Buenos Aires dirigía sus destinos en la política.
Su esposa, la senadora Cristina Fernández, es candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires para los comicios y enfrenta a la esposa de Duhalde, Hilda González.
Cristina Fernández lidera las encuestas electorales, seguida por Hilda González. Según los sondeos, entre ambas captarán más del 60 por ciento de los votos. Aunque casi la totalidad de los sondeos exhiben números sospechosamente favorables a la esposa del Presidente, es de conocimiento público el hecho de que tales encuestadoras han sido contratadas directamente por el Gobierno Nacional, en un mecanismo de contratación directa. Analistas han sugerido que la estrategia oficial es la de fraguar encuestas con el objetivo de influir en la gran masa de indecisos para que "voten a ganador", cuando en realidad los números dan una escasa ventaja de Cristina Kirchner sobre Hilda Duhalde.
La provincia de Buenos Aires es el principal distrito electoral del país, ya que en los comicios elige 35 de los 127 diputados que se renuevan en el Congreso.
Alonso agregó que la situación "Habla sobre todo de una sociedad que está construyendo su orden político sobre la base del miedo porque el vínculo clientelar se construye muy perversamente sobre la base del miedo de aquellas personas que necesitan cosas y tienen un terrible temor de perderlas,".
Recientemente, sondeos de carácter independiente destacan el escaso interés de la ciudadanía en las elecciones de octubre. En muchos casos, los encuestados utilizan la palabra "fastidio" para referirse al sentimiento que el acto eleccionario gatilla.
Las desmentidas de parte de miembros del Gobierno frente a los actos denunciados y comprobados de entrega de electrodomésticos fueron en gran medida inverosímiles, especialmente las declaraciones de Alberto Fernández, Jefe de Gabinete, quien dijo que no relaciona la entrega de mercaderías con un mecanismo para comprar votos". En el mismo sentido se ha expresado el Canciller Rafael Bielsa.
Mientras tanto, la opinión pública continúa reaccionando con furia y más descrédito hacia la democracia tales noticias. La prebendaria dirigencia política que gobierna al país, mientras tanto, sigue adelante con su estrategia de corromper a los medios de prensa para que no mencionen la reacción de la ciudadanía en sus páginas y en sus noticieros.
El Ojo Digital Política y Reuters