Mayor caos gremial : podría haber desabastecimiento de combustibles y gas
La extorsión de los gremios no tiene fin. En las últimas horas, los petroleros agremiados de todo el país amenazaron con provocar desabastecimiento en los yacimientos más importantes, si no obtienen un incremento de salarios. El Gobierno del Presidente Kirchner, sorprendido, no reacciona.
21 de Julio de 2010
Desde la Federación Argentina Sindical del Petróleo y Gas Privado se anunció que habrá paros sorpresivos en yacimientos de todo el país, en reclamo de un "trato igualitario".
Este nuevo conflicto prendió el alerta en la Casa Rosada ya que desde las cámaras empresarias del sector advirtieron que puede haber escasez de gas y combustible, lo cual pondría en riesgo los sistemas productivos y dispararía indudablemente los precios de la nafta.
Desde el gremio aseguraron que la medida "afectará el normal abastecimiento de petróleo y gas en todo el país".
Rubén Ferreira, secretario general del sindicato, dijo que la protesta se debe "a la clara actitud discriminatoria de la Cámara Empresaria Petrolera que otrogó un incremento salarial sólo para una región del país y no para todas", según publica el diario Crónica.
El análisis que cabe a la noticia es que la actitud gremial sólo puede considerarse como una actitud extorsiva para con los consumidores, dado el exagerado incremento salarial que pretenden.
Pero al mismo tiempo, a nadie escapa que los empleados del sector se han aprovechado de la inacción que caracteriza al Presidente Néstor Kirchner y su gobierno para con los conflictos laborales. Los gremios -al igual que piqueteros y otras agrupaciones- han tomado debida nota de este verdadero "talón de Aquiles" del Presidente, y conociendo que es temporada pre-electoral, han aprovechado el timing de la situación.
La responsabilidad del Gobierno
La Administración Kirchner ha sido duramente criticada debido a que oportunamente fue la generadora de los indetenibles reclamos salariales que existen actualmente. Tales reclamos fueron incentivados desde el Gobierno, con objetivos electoralistas, pero luego fueron extendiéndose a todos los rubros, provocando la inflación que hoy sufren los argentinos.
El propio Ministro de Economía, Roberto Lavagna, oportunamente advirtió sobre los peligros de la espiral de aumentos que propugnaba el Gobierno y sus consecuencias, pero hizo poco para frenarlos.
Pocos días atrás, el Gobierno también demostró su impericia cuando el gremialista Hugo Moyano y su hijo montaron una espectacular maniobra delictiva para bloquear plantas distribuidoras de gaseosas, hecho que propició un aumento grosero de bebidas de este rubro, a la vez que hubo desabastecimiento. El Presidente Kirchner no movió un dedo para detener la actitud delincuencial de la familia Moyano, por temor a que el gremio le declarara una guerra que podría derribar aún más las expectativas oficiales para las elecciones de octubre.
Al aumento de precios del mes de septiembre, que llegó a un insoportable 1,2%, ahora deberán sumarse nuevos aumentos en las carnes y las bebidas, y dado el escenario que ya está teniendo lugar con los gremios petroleros, también habrá que considerar aumentos en los combustibles.
La no aplicación de la ley para contener supuestos "reclamos" sociales, se cobra cada vez más puntos porcentuales de popularidad del Presidente. La desesperación oficial fue tal, que fue necesario desarrollar una arquitectura clientelista más eficiente para el Conurbano Bonaerense, haciendo uso de la entrega de electrodomésticos.
El Ojo Digital Sociedad