Mauricio Macri, Juan Carlos Blumberg y Ramón Puerta; los sucesores de Kirchner
Roberto Lavagna no tiene otro camino : debe aceptar un acuerdo programático con Blumberg, Macri y Puerta o entrará cuarto en las elecciones.
21 de Julio de 2010
Hace dos semanas, en el complejo Terraza de Manantiales de Punta del Este, se reunieron Mauricio -dueño de casa-, con el ex presidente Ramón Puerta. El líder de PRO le manifestó que el ingeniero Juan Carlos Blumberg aceptaría la candidatura a Gobernador por Buenos Aires, dentro de la fórmula de un partido propio en alianza con el PRO. Además, Mauricio sólo habló de programas nacionales, ante lo cual Puerta -ex compañero de la Facultad de Ingeniería de la UBA-, no necesitó que el líder capitalino le dijera que iba como candidato a la Presidencia, debido al maltrato que recibía de Roberto Lavagna. Macri le dijo que el vicepresidente sería reservado para el peronismo disidente de Kirchner y que quedaba el problema de la Capital Federal. Para el misionero Puerta, la opción aquí debía ser Telerman- Michetti, pero el Presidente de Boca consideró prematura esta fórmula.
Cuando Blumberg volvió de su viaje por Europa, lanzó una amplia convocatoria para discutir políticas de estado, con el objetivo de, en un paso posterior, discutir las candidaturas. La primera en rechazar esta convocatoria fue Lilita Carrió, quien clamó que el llamado del padre de Axel era una maniobra del Gobierno Nacional, a la vez que sindicó a Alberto Fernández como el ideólogo de esta jugada.
En los cuarteles de Mauricio Macri y de Puerta, no obstante, hay algo bien claro : si acaso alguien es funcional al Gobierno, esa persona no es otra que la Carrió, con su apoyo a los juicios por las violaciones a los DD.HH. por parte de los militares y en donde el quehacer guerrillero goza de buena salud. Además, Elisa Carrió cometió un error político grosero, habiendo "comprado" el autosecuestro del albañil Luis Gerez y sólo critica la utilización política que el Presidente Néstor Kirchner hace del caso. El ARI también se opuso al ingreso de Luis Patti a la Cámara de Diputados, quien había sido votado por 400 mil bonaerenses. El testigo clave fue Luís Gerez -quien, dicho sea de paso, no puede articular tres palabras seguidas-, lo que demuestra que la Comisión de Poderes, Peticiones y Reglamentos de la Cámara de Diputados actúa con absoluta ligereza y al margen de la ley.
Roberto Lavagna, en su alianza con Raúl Alfonsí, no acepta a Juan Carlos Blumberg como candidato a la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Francisco de Narváez -el candidato de Lavagna-, aceptó, en un notable acto de grandeza, la convocatoria del ingeniero, por lo cual ya declinó participar como gobernador, y lo propio ha hecho el diputado Jorge Serghini -peronista del grupo del General-.
La UCR, por su parte, presentaría como candidato a un desconocido de apellido Gorosito -intendente de Saladillo-, que con suerte alcanzaría el 1% de los votos.
La solución aquí es clara : la fórmula Lavagna-Ernesto Sanz sería aceptada, pero Macri, como Jefe de Gobierno de la ciudad y Blumberg como Gobernador de la provincia son indiscutibles. Además, se debe efectuar un acuerdo programático, guste o no a Lavagna y a la UCR. Un obstáculo salió del camino para facilitarle la candidatura al ex ministro de economía de Kirchner : el economista Alfonso Prat Gay -amigo de la princesa Máxima y cercano a Macri-, se habría acercado a Lilita Carrió. Prat Gay, un economista brillante que fue presidente del BCRA, ciertamente no entiende nada de política, tras lo que se dejó cautivar por el discurso articulado de la Carrió y sería el candidato a ministro de Economía de la chaqueña. Como se sabe, Lavagna tiene un problema de cartel con Prat Gay y su ida a los equipos de Carrió le allana un obstáculo para acordar con Macri.
Roberto Lavagna debe "ponerse las pilas" y discutir un acuerdo programático con Macri y Puerta si acaso quiere reemplazar a Néstor Kirchner en la Casa Rosada. De otro modo, entrará cuarto detrás de Macri y de Lilita Carrió.
Tanto Lavagna como la Carrió son funcionales a la dictadura kirchnerista.
Por Guillermo Cherashny, Brokersdata.tv