Bajo Belgrano contra el corso : la Diputada por la Ciudad de Buenos Aires, Marta Varela, en favor de los vecinos

A través de un extenso y detallado pedido de informes, la Diputada de la Ciudad y vecina de Belgrano Marta Varela ?Vicepresidenta del Bloque Recrear- se hizo eco de las múltiples protestas que ha generado en el barrio de Belgrano la forma en que se llevaron a cabo los festejos del Carnaval 2007. ?Para algunos el Carnaval se ha convertido en una verdadera tortura. Los mismos vecinos me han hecho llegar los detalles de las diferentes contrariedades y mortificaciones que han tenido que padecer en Bajo Belgrano con motivo de los "festejos" del Carnaval 2007. Entiendo que deben ser las autoridades pertinentes quienes respondan y obviamente den solución a los inconvenientes que ocasionó al barrio esta fiesta popular. Además de tener que soportar desde temprano la difusión de música a un volumen intolerable que se extendió hacia altas horas de la noche, se le sumó el caos vehicular que se producía a causa del corte del tránsito en la calle La Pampa entre Migueletes y Ramsay. Los vecinos se sienten extranjeros en su propio barrio, dado que según su testimonio, la mayoría de los asistentes provienen de otros barrios y adoptan en ocasiones actitudes poco "civilizadas" cuando no hostiles, exacerbadas a veces por el consumo excesivo de alcohol u otras sustancias, hacia sus conciudadanos que deben permanecer en un barrio que queda sucio y trastornado cuando ellos se retiran. Es necesario saber entonces quien autorizó el mencionado corso y si éste cumple con las reglamentaciones pertinentes en la materia. Este problema no es nuevo por lo cual no se entiende que las autoridades hayan hecho oídos sordos al reclamo de los vecinos para que este festejo fuera trasladado a la Avenida Figueroa Alcorta. Es imperioso conocer, ya que está previsto en la reglamentación de este tipo de eventos, cuál ha sido el papel de la Comisión de Carnaval, que tiene la obligación de mediar en cualquier conflicto que pudiera originarse en actividades relacionadas al Carnaval y está facultada para solicitar la intervención de los Centros de Gestión y Participación. Sin embargo, los propios vecinos afirman no haber sido escuchados por las autoridades, menospreciándose incluso el reclamo ciudadano. "Si se trata de una fiesta popular, el objetivo es que disfruten todos y no unos en desmedro de otros quienes, para colmo, no tienen la posibilidad de evitarse los inconvenientes que la fiesta acarrea porque la misma tiene lugar directamente frente a sus hogares", concluyó la Diputada Varela. Finalmente, el corso de Bajo Belgrano -que para algunos es Belgrano Chico- se constituyó en un dolor de cabeza para la Administración Telerman. El reclamo formal -con abogado mediante- presentado por residentes de edificios situados sobre la calle La Pampa fue abiertamente ignorado, y este simple hecho gatilló la furia de los vecinos. Estos se organizaron y por estos momentos se encuentran planificando una campaña de afiches críticos de la figura de Jorge Telerman. En ellos no solo se mencionará la cuestión del tristemente célebre corso, sino que se pondrá énfasis en el pésimo estado de las calles y veredas, la destrucción y pintada de señales de tránsito por parte de fanáticos del Club Excursionistas de fútbol, la falta de seguridad en el barrio y otras cuestiones. La mencionada campaña será lanzada en el barrio de Bajo Belgrano inicialmente, para continuarse luego en Barrancas. De acuerdo a lo conversado en artículos anteriores, los vecinos dijeron a El Ojo Digital que esperarán a las últimas semanas previas a las elecciones para lograr un efecto más importante en los residentes del vecindario, y así evitar que Telerman triúnfe en las elecciones. Para el Jefe de Gobierno, tal vez hubiera sido más sencillo escuchar inicialmente a los vecinos del barrio. Alguno de sus funcionarios -la Comisión de Carnavales, tal vez- no lo pensó así. De todos modos, los vecinos de Bajo Belgrano están, por estas horas, de festejo : recientemente se decidió desde el Gobierno de la Ciudad que el corso deberá mudarse a partir del verano de 2008. El principal de los motivos para la mudanza fue la escasa concurrecia de público, dado que se presentaron muchos menos asistentes de los pocos que ya se esperaban. Por ello, a partir del próximo febrero será Barrancas de Belgrano el barrio que reciba los festejos. Seguramente, los reclamos partirán ahora de los vecinos residentes en aquella zona. La construcción de un corsódromo y la autofinanciación de las murgas continúa siendo la mejor de las alternativas. Los vecinos de Buenos Aires no tienen por qué colaborar con sus impuestos a la financiación de los carnavales. Uno de los tantos temas que las autoridades "olvidan" consultar con los vecinos. Por lo pronto, la iniciativa demostrada por la Diputada Marta Varela es digna de aplaudirse. Es de esperarse que otros legisladores comiencen a escuchar los reclamos de los habitantes de nuestra querida Capital Federal, por estas horas envueltas en la lóbrega bruma de la campaña electoral.