POLITICA: GRAVE PANORAMA POLITICO Y SOCIAL

El Presidente Néstor Kirchner escapa de la Casa Rosada y finaliza la marcha docente en Capital Federal. Las postales del desastre : aumentos, huelgas demenciales y más inseguridad urbana

El extraño homicidio del docente neuquino Carlos Fuentealba alcanzó para desnudar el delicado equilibrio que sostiene al Presidente Néstor Kirchner en el sillón de Rivadavia. El primer mandatario quiso aprovechar políticamente el episodio para propinar un puntapié a Jorge Sobisch, pero el gol cruzó la línea del propio arco. Asesores del Presidente le recomendaron un escape estratégico -que en algo recordó a Fernando De la Rúa- hacia la quinta de Olivos, dado que la demencial manifestación de los docentes podía derivar en hechos de gravedad y ataques contra el palacio presidencial. Mientras tanto, la inseguridad, la presión de los sindicatos -convertidos ya en verdaderas organizaciones ilícitas- y los aumentos, comienzan a cobrar forma.

21 de Julio de 2010
La prensa adicta al recetario oficialista ha tratado en forma verdaderamente light las derivaciones políticas y sociales del caso del lamentable deceso del docente sureño Carlos Fuentealba. El mencionado maestro falleció en ocasión de otra demencial protesta de los docentes de la provincia del Neuquén, cuya virulencia se iba tornando ya demasiado amplia, e incluía elementos adictos a la violencia y metodologías extorsivas como cortes de ruta y ataques contra la propiedad pública y privada. La liviandad de los medios masivos de comunicación argentinos se observa en la poca predisposición que han tenido a la hora de criticar a los docentes y a bravucones de la talla de Hugo Yasky y otros dirigentes que jamás han dedicado tiempo de sus vidas a enseñar en aula alguna. A estas alturas, muchos ciudadanos argentinos de bien se preguntan por los motivos de esta tendenciosa cobardía que desde hace tiempo exhiben medios de la talla de Clarín y La Nación. Como respuesta probable, podría esgrimirse que nadie quiere a docentes, piqueteros y otras agrupaciones marginales como el Partido Obrero o Quebracho -sostenido históricamente por la Secretaaría de Inteligencia y el Ministerio del Interior- golpeando la puerta de las oficinas de los principales diarios y medios informativos. Por si el cóctel descripto fuera poco, la marcha docente se ha transformado en nacional y muchos maestros con escasa tendencia al trabajo duro y el esfuerzo han encontrado una excusa para abandonar -por enésima vez- la tarea educativa y plegarse a manifestaciones que comienzan a tomar visos de actitud extorsiva. Y a las demostraciones públicas, peor aún, se han sumado impresentables de la talla de Hugo Moyano y representantes de derechos humanos y piqueteros. En el pandemónium que se observa en todo el país -y que, como no podía ser de otra manera, ha incluído un paro nacional docente-, la opinión pública no ha perdido de vista que el reclamo ha superado todo límite tolerable. En muchas escuelas públicas del conurbano bonaerense ya se ha informado de amenazas contra docentes que se empeñen en quebrar la actitud huelguista. Las amenazas no fueron solo de carácter personal, sino que también se ha llegado a amedrentar mediante la posible quema de establecimientos que no se plieguen al paro. Dada su ya evidente muerte política, es poco lo que el Gobernador Felipe Solá puede hacer al respecto. El ya debió dar marcha atrás cuando amenazó que se descontarían los días de paro, en anteriores oportunidades. La educación de los jóvenes argentinos hace rato que se ha convertido en rehén de Ctera y agrupaciones similares. La sinrazón hace tiempo que está entre nosotros, y el diálogo entre sectores ha sido quebrado. Priman ahora el desorden y las ganas de incendiarlo todo. En tiempos oscuros como el que corresponde a este lunes negro, Hugo Moyano tampoco ha querido dejar pasar la oportunidad de hacer gala de una nueva demostración de poder, llevando a sus acólitos a los principales puntos de protesta. Esos mismos marginales y delincuentes hábiles en el bloqueo de supermercados y protestas violentas, amenazas y bravuconadas mediante. Moyano -a quien nadie jamás investigó por enriquecimiento ilícito- ha aprovechado el momento para enviar un mensaje al Presidente Néstor Kirchner : que su persona corresponde al ámbito de lo indomable. Este gobierno ha cedido una y otra vez a los reclamos extorsivos del personaje camionero, pero a pesar de esto, la amenaza latente del putsch de parte de él y su igualmente impresentable prole sigue en pie. Y, desde luego, no podían faltar los oportunistas de siempre : el ex guerrillero Miguel Bonasso, el ex intendente Aníbal Ibarra -que aún carga con la corresponsabilidad en la muerte de las casi 200 víctimas de Cromañón-, y Carlos Heller, el mismo que quebró y defraudó al club Boca Juniors en los 80 junto a Alegre. Todos ellos, candidatos a puestos de importancia en las próximas elecciones porteñas. Como en su momento lo adelantó El Ojo Digital, los candidatos de la oposición iban a entrar en una espiral complicada en los meses previos a los comicios locales y nacionales. El presente conflicto amenaza, al menos en los papeles, con llevarse por delante al Gobernador neuquino Jorge Sobisch, y a todas luces, las provocaciones docentes de aquella bella provincia sureña tienen mucho de orquestación oficialista. Probablemente, la muerte de Fuentealba haya sido accidental, pero el estado de deliberación permanente en Neuquén no tiene nada de coincidencia. Al Presidente Néstor Kirchner, los episodios le servirían para derribar al gobernador opositor, y luego, seguiría el resto. ¿Dónde se ve la operación política? En las tapas sucesivas de Clarín, que piden abiertamente la cabeza de Sobisch. Tres tapas contrarias a una figura política jamás son producto de la casualidad. Ya se comenta con fuerza la movida del ministro Alberto Fernández -el "apretador oficial" de medios- en pro del aprovechamiento de la crisis, en forma de llamados a la redacción del matutino. A este respecto, las posibilidades de remoción del funcionario neuquino no tienen chances de progreso : Sobisch no sólo controla la legislatura de su provincia, sino que su figura goza de un apoyo absoluto a nivel local. La exageración de Clarín y otros medios apuntan directamente a la probable candidatura para las presidenciales de octubre, y constituye un tiro por elevación contra Mauricio Macri. Precisamente, Macri se ha visto en un brete pues le fue sugerido despegarse del neuquino -ante la posibilidad de que su imagen se viera afectada-. Pero en horas recientes, dio marcha atrás en su decisión y habría expresado su apoyo al gobernador. Paralelamente, pocos han analizado que Kirchner quiso aprovechar el desastre de Neuquén para tapar idénticos escenarios de violencia que tienen lugar en su provincia natal, Santa Cruz. Esta historia no es nueva, sino que se remonta a épocas en que era gobernador de aquel territorio patagónico. En la provincia del Presidente, los docentes también han sido apaleados y corridos a tiros por las policías locales, y esto jamás ha dejado de tener lugar. Sin embargo, Clarín, por ejemplo, evita comentar sobre el trato violento a los docentes santacruceños. ¿Por qué? Analizando la geografía política objetivamente, los gobiernos feudales de Sobisch en Neuquén y de Kirchner en Santa Cruz tienen demasiados paralelos. Ambas son provincias beneficiadas por las regalías petroleras y por las bondades financieras de la década del 90. Tanto Kirchner como Sobisch han manejado sus distritos con mano dura desde el comienzo, y las tácticas a la hora de acaparar el poder se igualan en ambición. Kirchner y Sobisch han tenido siempre sus grupos de choque con que enfrentaban a sangre y fuego a opositores políticos. Incluso Néstor Kirchner fue más allá, embolsándose a la justicia local, y sus actividades inmobiliarias jamás fueron investigadas, como tampoco lo es su patrimonio y sus emprendimientos y proyectos en El Calafate. ¿De dónde parte la crítica a Jorge Sobisch y con qué argumento? ¿Cuál es el rol informativo del Diario Clarín en estos temas y su relación con el conflicto docente? La ciudadanía debe estudiar con cautela el mensaje que reciben de los medios. Por lo general, el cuadro presentado está viciado y políticamente sesgado. Operaciones de este tipo se incrementarán a medida que se vaya entrando en el terreno de las elecciones locales y nacionales. Es necesaria una visión abierta, libre de prejuicios. Con todo, el silencio de la Casa Rosada ha dado muestras acabadas de que el tiro contra Sobisch ha salido, a la postre, por la culata, dado que la protesta docente se trasladó hacia la propia casa de gobierno, en Plaza de Mayo. Solamente la cúpula de la Ctera disuadió a pequeñas turbas enardecidas de ir por la cabeza de Néstor Kirchner. Quebracho, el Polo Obrero, la Aníbal Verón y otros núcleos violentos provenientes del propio corazón docente, arengaban por una apuesta a "doble o nada" que sacara a Kirchner a las patadas de su despacho. Asesorado por personal de seguridad y de la propia Secretaría de Inteligencia, el primer mandatario debió huir de la Rosada e instalarse en la quinta presidencial de Olivos, a los efectos de asegurar la propia integridad física. Muchos periódicos han disfrazado este hecho, mencionando erróneamente que el Presidente "se trasladó a Olivos, como lo hace todos los días a esta hora". Para que Néstor Kirchner terminara como Fernando de la Rúa en la tarde del lunes, solo hizo falta un pequeño empujón. Pero las clases medias aún no están cerca de un cacerolazo gatillado por cuestiones financieras o del bolsillo general : las clases acomodadas argentinas y sus socias del segmento medio están a un tiro de piedra de provocar una manifestación masiva en protesta por la inseguridad. Juan Carlos Blumberg puede ser hoy un enemigo acérrimo del Presidente Kirchner -en la visión de este último-, pero el primer mandatario debe agradecerle al Ingeniero que, de momento, se encuentra ocupado preparando su presentación oficial con Mauricio Macri. De otro modo, estaría hoy en la calle, dado que la inseguridad urbana se está ensañando de la Argentina kirchnerista como no lo hizo jamás en toda su historia. En las últimas horas, episodios increíbles de violencia se han reportado en barrios tradicionalmente seguros de la Capital Federal, como Recoleta y Barrio Norte. En estos barrios, las violaciones, las sustracciones de autoestéreos, los robos a comercios y kioskos están a la orden del día. Recientemente, El Ojo Digital recibió la noticia de un cibercafé desvalijado en su totalidad pocos días atrás. El local está situado sobre la calle Agüero, casi en su intersección con avenida Santa Fe. Pocas noches atrás, ladrones ingresaron en el cyber, cargaron todas las computadoras en un vehículo y se dieron a la fuga. Ninguna persona de la estación de servicio Petrobrás -abierta las veinticuatro horas y localizada justo enfrente- hizo o notificó nada. La comisaría 19a. se encuentra sobre la calle Charcas -continuación de M.T. de Alvear-, a apenas 4 cuadras de distancia. La respuesta de esta comisaría es reconocida como tradicionalmente rápida por parte de los vecinos, pero más recientemente, su efectividad está siendo cuestionada por el sinnúmero de ilícitos que se cometen en esta zona del barrio, todos ellos con inverosímil impunidad. El patrullaje es paupérrimo y la presencia policial se ha desvanecido del lugar. Si se reclama en la propia comisaría, se recibe una sutil sugerencia para que los vecinos se junten y abonen el "extra" para el personal. ¿Acaso los impuestos ya no cuentan? Los vecinos de estas cuadras recuerdan que la última ocasión en que se sintieron seguros fue cuando tenían por residente cercano al ex responsable de combate contra el narcotráfico en tiempos de Carlos Menem, el Dr. Alberto Lestelle -el mismo que acusara, y con razón, a los legisladores del Congreso de la Nación de pegarse "nariguetazos" de cocaína-. En aquel entonces, había custodia policial permanente. Una vez que este ex funcionario y el fallecido legislador radical Pugliese se retiraron del barrio, todo comenzó a ser tierra de nadie. El código de convivencia también hizo su contribución a la debacle : por las noches, las calles cercanas se inundan de adolescentes en estado de ebriedad, destrozando botellas de cerveza y agrediendo a traseúntes, para su propia diversión. Los policías no pueden hacer nada al respecto. En Caballito y Saavedra, se reportaron hoy los homicidios de sendos policías federales. Pocos días atrás, la sucursal céntrica de la tienda de comidas rápidas, McDonalds, fue asaltada por un individuo armado y solitario a plena luz del día. También este lunes se conoció el violento asalto que sufriera un encargado de un edificio del barrio de Recoleta. El y su familia fueron golpeados furiosamente y luego amordazados. Los autores del hecho se quedaron con el dinero recaudado en concepto de expensas de todo el edificio. Demasiados ejemplos de la contribución del ex intendente Aníbal Ibarra y su código de convivencia, y por supuesto, de los socios ideologizados del actual Presidente Kirchner, cuyo cuadro político extremista los lleva al desprecio natural de las clases medias de la Capital Federal. Esas mismas clases medias que ahora intentan convencer para que los vote en las elecciones porteñas de junio. Las postales del desastre también tienen color de inflación. El índice de precios al consumidor ya no puede ser controlado artificialmente por el gobierno -y menos por su adalid, el Secretario de Comercio Guillermo Moreno-, y los aumentos ya han convertido en miles de habitantes de clase media en fieles representantes de la clase baja que no tiene para comer más de dos veces por día. A este respecto, ya se avecina el primer tiro de gracia : el primer incremento en el precio del gas en la era Kirchner, que será de no menos del 15% y que será el nuevo dolor de cabeza de un par de millones de argentinos. Nuevamente, información anticipada por nuestro humilde blog de noticias. Rápidamente se enteró hoy la redacción de El Ojo Digital -a través de una fuente fidedigna- de que el Presidente Néstor Kirchner estuvo verdaderamente asustado, en ocasión de las protestas docentes frente a Balcarce 50. Puede decirse que el primer mandatario argentino tuvo un pantallazo de lo que será su próxima administración, si acaso logra imponerse en octubre con la holgura que le auguran sus propios encuestadores y obsecuentes funcionarios. Vio Néstor Kirchner que su mundo de fantasía y popularidad ficticia bien podría ser un recuerdo, de un minuto al otro. El fantasma de Fernando de la Rúa se paseó, pesadamente y a paso cansino, por el rosado edificio y remitió un guiño a su actual ocupante. Tal vez sea tiempo de olvidar la postura de piloto de tormentas y de empezar a formular respuestas aceleradas para problemas cotidianos. El tiempo a recorrer hasta octubre podría estar demasiado cubierto de espinas.
El Ojo Digital Política