POLITICA: DESDE 2004 QUE NO AUTORIZABA FONDOS PARA LA MODERNIZACION DEL BUQUE

El Congreso de la Nación, culpable directo de la tragedia del Almirante Irízar

Recientemente, la opinión pública se vio conmovida por la tragedia del buque rompehielos Almirante Irízar, episodio que dejó numerosos heridos como resultado, a la vez que quedó severamente dañado por un incendio. Una vez más, la responsabilidad del caso se puede adjudicar a ese impresionante monumento a la corrupción que es el Congreso de la Nación, cuyos visitantes regulares aparentemente dedican la mayor parte de su tiempo, por ejemplo, a especificar fechas para "el Día Nacional de la Parrilla" -como recientemente lo publicaran algunos medios-. Mientras tanto, se dio a conocer que los legisladores nacionales, quienes usurpan mensualmente sueldos de no menos de $15 mil pesos -sin contar la parte en negro- y que cuentan en promedio con tres empleados ñoquis cada uno, "cajonearon" la asignación de presupuesto para la renovación del rompehielos Almirante Irízar. Se renueva el debate en la opinión pública al respecto de si el Congreso de la Nación realmente sirve al interés nacional.

21 de Julio de 2010
El debate sobre la necesidad de actualizar técnicamente el rompehielos Almirante Irízar surgió en el Congreso de la Nación durante 2004. En aquel momento, el gobierno negó asignar los fondos que la oposición reclamaba para la modernización de la nave. El intento terminó "cajoneado" en el Senado. Como es obvio, no era el momento ideal para que el oficialismo apareciera otorgando fondos a la Armada, el blanco favorito de las organizaciones de "derechos humanos". En diciembre de ese año, el radicalismo presentó un proyecto para actualizar el mantenimiento y modernizar el Irízar. La iniciativa, elaborada por Miguel Angel Giubergia -vicepresidente primero de la Comisión de Presupuesto y Hacienda- no tuvo rechazos del kirchnerismo, que la aprobó en general en la Cámara de Diputados. El proyecto proponía asignar durante cuatro años una partida de $6 millones anuales para financiar gastos de mantenimiento mayor, modernización y adecuación a las normas para la protección del medio ambiente del rompehielos Almirante Irízar. Cuando el proyecto llegó al Senado, quedó estancado en la Comisión de Presupuesto y Hacienda. Giubergia protestó entonces por el riesgo que corrían los tripulantes del Irízar y advirtió: "En los últimos años, la fuerte restricción presupuestaria a la que se vienen enfrentando las jurisdicciones competentes y su falta de oportunidad en la asignación motivaron que la actividad antártica nacional se viera seriamente comprometida; un claro ejemplo de esta situación lo constituye la falta en la actualización de los sistemas del rompehielos Irízar, botado en 1978 y con más de 24 años ininterrumpidos de intensa actividad en la zona". Como en otros órdenes, tampoco se tomó en cuenta que la Argentina, como integrante del Tratado Antártico, se comprometió a contar con medios suficientes para desarrollar tareas en el continente blanco: "La Argentina ha suscripto convenios internacionales que la obligan a contar con un medio idóneo para navegar los mares helados", dijeron los radicales.
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