Los oscuros fines de otra lamentable manipulación informativa de parte del Gobierno Nacional

El artículo de la agencia OPI Santa Cruz es harto elocuente. El análisis pormenorizado que aquel medio independiente de la provincia sureña lleva a cabo permite confirmar las peores sospechas de cara a las ambiciones de poder de quienes ocupan altos puestos en el Gobierno Nacional. A partir de lo ocurrido con el accidente de tránsito en Río Gallegos, no pocos analistas se preguntarán hasta qué punto muchos de los lóbregos episodios que han tenido lugar en los últimos tiempos no obedecen al objetivo de convertir a Néstor Kirchner en una suerte de paladín y mártir que es víctima de fuerzas tenebrosas, provenientes de un "eje del mal" político. Este eje del mal casi siempre parece provenir de "la derecha", léase militares o sacerdotes, pero últimamente todo aquel que exhibe opiniones contrarias al pensamiento único que reside en Balcarce 50 parece hacer su ingreso en la lista de "enemigos del Estado". A este respecto, ya se insinúa el modus operandi de los hombres de Kirchner, que con toda seguridad son los ideólogos de operaciones como el autosecuestro de Luis Gerez, la desaparición de Julio López, los escraches de grupos de "derechos humanos" -la juventud nazi de la Administración Kirchner, junto con los piqueteros- contra el juez Bisordi y el ataque sin pausas contra el letrado Javier López Biscayart, el apriete de los medios y el hackeo indiscriminado de sitios informativos en Internet que no responden al oficialismo, etc. El secuestro en Barrio Norte de la madre de uno de los homicidas de Matías Bragagnolo, en donde uno de los secuestradores dijo a la víctima "vos y el asesino de tu hijo se van a arrepentir", se inscribe dentro de este espectro de tácticas nefastas dignas de un régimen nazi, que, claramente, utiliza el libro del experto en propaganda del Führer, Joseph Goebbels. Este último episodio obligó a Juan Carlos Blumberg y al propio Sr. Bragagnolo a desmentir que hubieran tenido algo que ver. Pero la trama de la propaganda kirchnerista dista mucho de terminar allí. Hace pocos días, el fascismo operativo del kirchnerismo colmó la paciencia de la opinión pública cuando se liberó la falsa información del fallecimiento del drogodependiente Diego Armando Maradona, justo en momentos en que los medios y la ciudadanía trinaban contra Alberto Fernández y su defensa patética del gobierno frente a los desaguisados con Skanska, Greco y demás. La operación mediática fue referida por el sitio web Seprin.com y hasta el propio candidato presidencial Roberto Lavagna refirió a la cuestión bajo la misma óptica, que está lejos de constituir paranoia. Y, saltando ahora a otro triste ejemplo de manipulación informativa, ¿qué efecto tendrá en la opinión pública el conocimiento de que la desaparición del albañil Julio López fue orquestada por el Gobierno Nacional? ¿Cuál será el semblante de aquellos cuando se enteren de que está todo listo para "aparecer" a López en un gran acto de agradecimiento al Presidente por "haberlo rescatado"? Este episodio, citando a ya harto numerosas fuentes, se encuentra listo para ser ejecutado, pero se reservará para las semanas previas a octubre. Ya existen medios independientes que han sido sobornados para no comentar el tema. El conductor del camión de Río Gallegos seguro no imaginó el impacto político que su accidente tendría los días siguientes. En una comparación bizarra, ya podría describirse al chofer del vehículo pesado como una suerte de Lee Harvey Oswald del Subdesarrollo. El camino a las elecciones presidenciales de octubre estará lleno de espinas no solo para los opositores del Presidente Néstor Kirchner, sino principalmente para la libertad de prensa y la oposición política seria de la nación. Todo ciudadano deberá estar alerta.