POLITICA - POR MATIAS RUIZ PARA EL OJO DIGITAL: LAS ELECCIONES EN LA CIUDAD

Elecciones para Jefe de Gobierno en la Ciudad de Buenos Aires : sólido triunfo de Mauricio Macri, que obtiene el 45% de los votos. Dudas acerca de la realización de una segunda vuelta. El análisis postelectoral

Los cómputos oficiales ya refieren a la aplastante victoria de Mauricio Macri, quien se impone con poco más del 45% de los votos, superando el caudal de votos obtenido por sus rivales directos sumados; Daniel Filmus se ubica segundo con 23 puntos porcentuales. El actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Telerman, cosecha un 20%. Se duda de la realización de una segunda vuelta, en vista de la holgada ventaja obtenida por el candidato de PRO.

21 de Julio de 2010
Portales de Internet y canales de televisión argentinos ya han comenzado a referir datos provenientes de los centros de cómputos oficiales, y que no difieren en gran forma de ciertos resultados obtenidos en boca de urna y liberados desde pasado el mediodía del domingo. En promedio, las informaciones remiten a un holgado triunfo del candidato de PRO, Mauricio Macri, que ha obtenido poco más de 45 puntos porcentuales. El candidato Daniel Filmus, del kirchnerista Frente para la Victoria, se ubicó en segundo lugar con un 23%. Jorge Telerman, por su parte, finalizó tercero, con un 20% de los sufragios. Escrutado ya casi el 100% de las mesas de toda la Capital Federal. En lo que a Internet respecta, tanto el sitio web Seprin.com como otros portales ya habían transmitido desde el mediodía, información proveniente desde sus propios contactos dentro del Gobierno Nacional, que daba cuenta de una victoria holgada de Mauricio Macri, e incluso comentarios que confiesan sobre la no conveniencia de realizar una segunda vuelta. Precisamente, diversos analistas políticos, si bien se atienen al discurso lógico y políticamente correcto al respecto de que el ballotage debe tener lugar, coinciden en que la diferencia que lleva el candidato de PRO es se vuelve incontestable a partir de los 8 puntos; con ello, la diferencia real que ya se observa, y que llega momentáneamente a los 21 puntos porcentuales, significaría un virtual suicidio para el Presidente Néstor Kirchner, si acaso se empecinara en enviar a su candidato Filmus a presentarse en una segunda vuelta electoral para definir al Jefe de Gobierno. Se ha informado que tal acción desembocaría en un rechazo aún más contundente contra la figura del candidato oficialista, y esta táctica de "doble o nada" del Presidente y sus socios políticos bien podría significarle una dolorosa derrota, que sería doble. A pesar de estos sólidos análisis, Daniel Filmus confirmó su presencia en el ballotage, durante la realización de su conferencia de prensa. Allí, se exhibió con la Primera Dama, Cristina Fernández Wilhelm, y con los polémicos ministros Alberto Fernández y Aníbal Fernández. En un pasaje que dejó entrever alguna estrategia de ataque contra la figura de Mauricio Macri, Filmus disparó : "a nosotros no nos van a ver en fotos del pasado". Ocurre que Macri y Michetti habían dejado en claro, minutos antes, que PRO no se prestaría a "campañas sucias, ataques, calumnias ni oportunismos". Conviene destacar que más del 65% de la ciudadanía porteña se ha expresado en forma categórica contra el oficialismo, y dentro de este análisis, se permite suponer objetivamente que el voto de Jorge Telerman es, junto con el de Macri, un sufragio claramente opositor. En un escenario de segunda vuelta, y en el mejor de los casos, Daniel Filmus solo podría contar con la mitad de los votos telermanistas, lo cual convertiría su derrota en estrepitosa. A partir de este estado de situación, el riesgo de que la onda expansiva de una doble derrota kirchnerista en la Capital Federal extienda su radio hacia las intenciones de voto del habitante del interior argentino se vuelve significativamente más probable. No obstante, y si bien las posibilidades del oficialismo para las elecciones presidenciales de octubre de 2007 continúan intactas, hay ya demasiadas referencias que parten de la oposición al respecto de la falta de interés de referentes de la talla de Mauricio Macri, Roberto Lavagna, Elisa Carrió y Ricardo López Murphy en competir seriamente para quedarse con la conducción del país en octubre, y El Ojo Digital preparará un análisis puntual sobre este tema esta semana. El motivo es sencillo : la oposición prefiere especular con la aparente seguridad del Presidente Kirchner y la Primera Dama frente al escenario electoral presidencial, y en privado se reconoce que la situación del país se ha vuelto ya inmanejable desde lo político y lo institucional. Con ello, intentar quedarse con la presidencia no sería un buen negocio políticamente hablando. La crisis energética, la crisis institucional, el potente rebrote de la inflación, la inseguridad y el creciente malhumor social observable se convertirán en una pesadilla durante 2008 para quien ocupe el sillón de Rivadavia. Frente a tan complicado escenario global, los medios masivos argentinos han malinterpretado la abulia de la oposición y se han esforzado en criticar su falta de protagonismo, pero lo que realmente subyace detrás de esta pasividad es la certeza de que el año que viene, la figura del Presidente Néstor Carlos Kirchner no solo continuará con su desgaste, sino que tal caída en su imagen se traducirá en un auténtico dolor de cabeza para quien esté en el Ejecutivo. Vale aclarar que esta análisis no varía, sin importar que el ocupante del sillón sea el propio Kirchner o su señora esposa y Primera Dama, Cristina Fernández Wilhelm. Frente al escenario postelectoral, cualquier análisis que se precie de ser serio deberá reparar, más tarde o más temprano, en el hecho incontestable de que la ciudadanía de la Capital Federal se ha expresado con claridad en contra de las políticas oficiales, a la vez que el rechazo a las tácticas cuestionables del Gobierno y cuyo destinatario final fuera Jorge Telerman, ha sido harto elocuente. Simultáneamente con el rechazo a la politiquería barata y de agresión gratuita, puede concluirse con tranquila objetividad que el espinoso problema de la inseguridad ha influído en la mente de los porteños a la hora de sufragar, y que, al menos hasta aquí, ha sido Mauricio Macri -ya sea oportunista o correctamente- el único candidato que se ha ocupado de referirse al tema. Ni Jorge Telerman ni Daniel Filmus han invertido mucho espacio de su campaña frente a esta cuestión. Percibe ya el electorado capitalino que ni el Presidente Néstor Kirchner ni el actual Jefe de Gobierno se hallaban verdaderamente interesados en dar solución al flagelo. Solo mencionaron la problemática en las últimas dos semanas, cuando propios y ajenos recordaron que había que instalar a la inseguridad en la lista de cuestiones a resolver. Macri ha hecho uso efectivo de ciertas estrategias de comunicación extraídas del marketing estratégico, en el sentido de que, quien llega primero a la mente en la mención de un concepto, asociará su nombre a ese concepto. En este caso, ese concepto es la seguridad. Variables secundarias -aunque no menos importantes- que se colaron seguramente en la mente del elector fueron el estado impresentable de las calles de Buenos Aires -convertidas en un espontáneo basural- y el agravado problema del tránsito, que va de la mano con la evidente saturación de los sistemas de transporte. Por otro lado, corresponde destacar la existencia de una suerte de evolución de parte del electorado, que ha rechazado de manera importante la vieja estrategia de ejecutar obras públicas durante los meses previos a las elecciones, método utilizado hasta el cansancio por el actual Jefe de Gobierno Telerman y que anteriormente fuera explotado por el hoy cuestionado Aníbal Ibarra. Para bien o para mal, la importante diferencia que ha capitalizado Mauricio Macri en estas elecciones permiten extraer estas y otras muchas conclusiones, que en una elección más ajustada tendrían que haber sido dejadas para el final. Si bien la elección se desarrolló de manera pacífica, deben reportarse los escraches que han sufrido el ex intendente Aníbal Ibarra frente a padres de víctimas de Cromañón, y el titular del Ministerio de Salud y Acción Social, Ginés González García. Este último fue escrachado incomprensiblemente por elementos del grupo extremista Quebracho, quienes pedían la liberación de "presos políticos". González García fue injustamente bombardeado con harina e incluso insultado, y como nota insólita, frente a personal de Prefectura Naval -votó en Puerto Madero-, que no hizo mucho a los efectos de aprehender a los ejecutores del hecho. La nota jocosa de la jornada electoral la dio el propio Jorge Telerman, quien, al ser entrevistado luego de emitir su voto, declaró abiertamente que había votado por él mismo. Visiblemente nervioso, el actual intendente remató con una insólita oración : "voté por el licencioso". Sin palabras. Finalmente, ciertos medios se aventuraron en análisis demasiado subjetivos, como es el caso del periodista Gustavo Sylvestre, de la señal de cable TN del Grupo Clarín, que analizaba como uno de los ganadores de la jornada a Aníbal Ibarra. El periodista de "A Dos Voces" se apresuró en catalogar de importantísimo el 14% que cosechó Ibarra en votos para ocupar un puesto en la Legislatura. Conclusión antojadiza si las hay, ya que, desde otro punto de vista igualmente válido, cualquiera podría sentenciar que el ex intendente fue rechazado por un 67% del electorado porteño. ¿Cómo respalda entonces Sylvestre su comentario? Tampoco podría cerrarse el siguiente reporte sin concluir que Elisa Carrió ha hecho su elección más pobre en el distrito capitalino. La férrea opositora de la Administración Kirchner deberá considerar el abandono definitivo de la política. Evidentemente, sus denuncias ya no calan profundo en la mente de los porteños. La legisladora ha tocado fondo en el presente acto eleccionario, de la misma manera que lo hizo oportunamente en su provincia natal del Chaco, donde sus ideas políticas no encuentran eco desde hace ya mucho tiempo. A silencio también deberá llamarse el ex presidente Eduardo Duhalde, quien se jugó el todo por Jorge Telerman, actual intendente. Una autocrítica de parte del cuestionado Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, también sería bienvenida : el funcionario provincial se había entrometido días pasados en la elección porteña, minimizando su importancia a nivel nacional. El grueso de los medios masivos de comunicación hizo oídos sordos a su comentario, que solo tuvo la intención de congraciarse con el Presidente de la Nación. El gran interrogante que será develado en las próximas semanas es si acaso los hombres del Presidente insistirán en presentar a Daniel Filmus en la segunda vuelta. Los 21 puntos con que Macri se distanció del candidato oficialista deberían ser razón suficiente para disuadirlos. A este respecto, cabe preguntarse qué oscura estrategia se estará cocinando en las ollas humeantes de la Casa Rosada, y si acaso los funcionarios del Gobierno creen que los porteños prestarán atención a la falsa denuncia y a las campañas sucias, habida cuenta de que no lo hicieron hasta ahora. Un dato no menor ya revela que las últimas encuestas realizadas durante la semana pasada para escenarios de la segunda vuelta entre Macri y Filmus dan como ganador cómodo al candidato de PRO, muy lejos de números opuestos que exhibían los sondeos publicados al inicio de la campaña. En vista de los resultados de hoy, no queda ya mucho margen para agitar el fantasma de la "imagen negativa de Mauricio Macri". El propio Jorge Telerman dedicó, durante su conferencia de prensa final, algunos guiños para el empresario. Hasta Enrique Olivera tuvo su lapsus, refiriéndose a Macri como "el Jefe de Gobierno que asumirá en el próximo diciembre". Hasta el Diario Clarín, en su edición online, publicó los resultados de una encuesta realizada entre sus propios lectores quienes, en casi un 70%, descreen de las posibilidades de Filmus para el ballotage. Por cierto, ciertas encuestadoras se apoyan en el hecho de que, siendo el voto telermanista principalmente opositor al Gobierno Nacional, una porción mayoritaria del 20 porciento cosechado por el actual Jefe de Gobierno irá a parar a las arcas del presidente de Boca. Difícilmente el tándem Macri-Michetti pierda parte de su caudal de la primera vuelta, al tiempo que un 10% del voto Telerman le sobra para superar el 51% requerido para salir airoso del ballotage. Y ello sin discernir que no pocos porteños responsabilizarán consciente e inconscientemente a Daniel Filmus por la pesada carga de más campaña política, más suciedad y más afiches callejeros que deberán soportar hasta el 24 de junio. Hay ya demasiados argumentos que conducen, con poca sutileza, hacia una importante derrota que no será ya solo de Filmus, sino del Gobierno Nacional.
Por Matias Ruiz para El Ojo Digital Política