POR SEVERO I. TURRO, PARA EL OJO DIGITAL POLITICA: POLITICA - EL FRAUDE ELECTORAL EN CORDOBA

Néstor Kirchner, José Manuel De la Sota y el fraude cordobés

Retornan las reflexiones de nuestro columnista Severo I. Turro sobre el fraude electoral que benefició a Juan Schiaretti en la provincia mediterránea, aunque esta vez en clave de humor. Sin embargo, desperdigadas en la lectura se encuentran las pistas... El lector avispado sabrá ubicar.

21 de Julio de 2010
El Gran Kalifa de Río Gallegos, Don Juan Manuel de K, conocido por sus sufridos súbditos como el "Restaurador de los Setenta", estaba decididamente fuera de sus casillas. Mientras el ojo biónico le rotaba al ritmo de una centrifugadora, blandía, amenazante, el mítico bastón-látigo-gran falo presidencial. Instrumento con el cual, hirviendo de ira, iba destruyendo todo lo que se pusiera delante. Consecuentemente, el despacho principal del Palacio Rosado, lucía en estado por demás caótico. La causa central del enojo eran las elecciones de Córdoba. El Kalifa tenía perfecta conciencia de que el burdo fraude pergeñado por el gobernador José Manuel de la Sota (a) "El Gallego", lo golpeaba de lleno. Tanto a él, como a su elegida, Kristina, la Kolifata (a) "Trastorno Multipolar". Como asimismo, a buena parte de su gabinete, partícipes necesarios del ilícito electoral. A efectos de contar con las últimas noticias, mandó a llamar al Jefe de Gabinete, Alberto F. (a) "El poeta enamorado" y al Ministro de Planificación, Don Julio (a) "Robo para la corona, para mis tías, mis sobrinas y demás deudos". Inmediatamente se hicieron presentes ambos funcionarios. Raudamente seguidos por la Kolifata. La Kolifata estaba francamente más emputecida que de costumbre. Gritaba y plañía de manera acompasada. - "¡La gente se va a avivar, se va avivar, se va avivar, de que los vamos a afanar, en las elecciones de octubre!", aullaba. El grueso maquillaje comenzaba a chorrearle por el rostro, el botox se le disparaba por doquier, los implantes mamarios le bailaban al ritmo del samba. Tras cartón, el Kalifa aplicó la "medicina" habitual, para calmar las histerias de Kristina : le propinó un par de reveses, combinados con un soberano patadón en el tujes, que la depositó, nada suavemente, de cúbito dorsal, en la poltrona de Rivadavia. Con los ojos inyectados en sangre, símil Drácula, el Kalifa se dirigió al Ministro de Planificación. "Deshime Julito, qué mierda pashó en el Correo Argentino", espetó con bronca semicontenida. Con voz trémula, el funcionario empezó a intentar brindar alguna explicación. En lo posible, que sonara coherente. "Tal cual sus indicaciones, Gran Kalifa, le dimos al Jefe de Correos, Eduardo Román Di Cola, treinta palos. Para que contratara una empresa bien trucha a la hora de contar los votos. La misma con la que hicimos trato para la Provincia de Buenos Aires. La cagada vino cuando el Gringo Schiaretti empezó a perder las elecciones por más de 80.000 votos. Di Cola tenía aceitado el mecanismo para "inventar" 50.000 sufragios del oficialismo. Ante lo impensable, tuvimos, entre gallos y medianoche, que sacar de la galera 400 mesas virtuales. Y con ellas, otros 40.000 votos fantasmas. Que dio el resultado final "oficial" de 17.000 a favor del delfín de De la Sota. Y ahí se armó el kilombo". El Chief of Cabinet agregó : "teníamos a toda la prensa comprada, como siempre. Pero no pudimos tapar el sol con las manos. En el apuro por ingresar las mesas virtuales, tuvimos que inventar lo de la "caída" del sistema. Pero los "data entry" coimeados, se abatataron al cargar las actas adulteradas. Por ende, tuvimos que detener el conteo, por más de dos horas. Y el fraude quedó a la vista. Me llamó, en ese momento, un periodista amigo y me dijo, que, "algo" debían decir. Ese "algo" influyó notablemente sobre la prensa nacional. Que, al menos, tuvo que insinuar, que había ciertas "irregularidades" en el comicio. La opinión pública, a todo esto, ya tenía muy en claro que en Córdoba, De la Sota y su banda, habían montado un fraude electoral gigantesco". Dicho esto, se comenzó a escuchar otra vez el plañir ultratumbesco de la Kolifata. "La gente se va a avivar, se va a avivar, se va a avivar, que la vamos a garcar". El Kalifa agarró un florero y se lo tiró por la cabeza. El agua le hizo correr el rimel de los ojos. Ya no se parecía a la Reina Kristina. Más bien, tenía el aspecto de la bruja Cachavacha... a la hora de levantarse. Alberto F. continuó : "El Gallego apretó a los magistrados. No fuera a ser que se asustaran y ordenaran abrir las urnas. Por eso, escribió personalmente el fallo que rubricaron todos los miembros de la Corte provincial. Pero se le fue la mano. La "Justicia" repitió mecánicamente todos los argumentos del oficialismo, desechando las dudas planteadas por toda la oposición. Esto originó un nuevo kilombo mediático. Y al pelotudo del Presidente del Superior Tribunal de Justicia, no se le ocurrió otra cosa que decir ante la prensa : me da pena que no se crea en los fallos, cuando estos deberían darle tranquilidad a la gente. Como Usted imaginará, Gran Kalifa, el encule de los cordobeses es mayúsculo. Con De la Sota, la prensa local, la Justicia y nosotros. Y encima, más mierda llegó desde el Chaco. El Juez electoral de esa Provincia, afirmó, muy suelto de cuerpo, que Chaco no es Córdoba. Con lo cual dijo, sin decirlo, que en Córdoba había fraude, pero en Chaco, no." "Por si no hubiera suficiente mierda, reapareció el obispo Piña, el que nos violó de parados el año pasado en Misiones. Evidentemente se está preparando el fraude, pero tengo cierta esperanza, porque la gente reclama urgentemente un cambio. Hay que distinguir entre lo que es continuación de lo mismo y lo que es alternativa, expresó, en diálogo con radio Continental. Huelga destacar, que Kristina, pierde en Córdoba, por paliza, en octubre", culminó el Alberto. "La gente se va a avivar, se va a avivar, se va a avivar, que la vamos a cagar", comenzó a escucharse nuevamente. El silencio sobrevino de inmediato cuando la Kolifata vio al Kalifa empuñar el monitor de la PC. El Restaurador comenzó a meditar en voz alta. "Eshtamosh perdiendo en la Capital Federal, en Roshario, en Córdoba, en Mendosha. Llamá a Baleshtrini y preguntale como andan losh preparativosh de fraude en el conurbano bonaerenshe", terminó ordenando. Rápido para los mandados, el Jefe de Gabinete discó el número del celular del candidato a vicegobernador, interrogándolo sobre el punto de duda del Gran Kalifa. "Quédate tranquilo Alberto. En la Provincia de Buenos Aires, hemos adquirido y mejorado la tecnología electoral del "Gallego" De la Sota. Podemos inventar un número infinito de mesas. Podemos alterar todos los resultados. Y por si no alcanza, ya conminé a los muchachos del popular programa "A Dos Sobres" para que le vayan advirtiendo a la población que en La Matanza hay un fenómeno imparable de explosión demográfica. Por ende, aquí, si es necesario, vamos a contar diez millones de votos. Todos, sin excepción, para Kristina. Don´t worry. El Kalifato seguirá en buenas manos", dictaminó el mandamás de la Cámara de Diputados. "La gente se va a aviv...". Kristina no alcanzó a terminar. Un nuevo florero cruzó raudamente los aires y le destrozó las extensiones. Harto, el Kalifa ordenó al Ministro de Planificación. "Julito, llámalo a Chavez. Deshile que nosh vaya preparando un buen hoshpedaje en la Ishla Margarita. Por las dudash. No vaya a sher que todo she vaya al reverendo carajo". Tras cartón, agarró un diario y encaminó hacia el baño. En el camino, iba rumiando su desazón. La suerte, esta vez, parecía que iba a ser esquiva. Por Severo I. Turro, para El Ojo Digital Política. Email severoturro -arroba- hotmail.com.
Por Severo I. Turro, para El Ojo Digital Política