Identifican a agresores del coronel Walter Rom

En base a la declaración de testigos, el juez federal Guillermo Labate está muy cerca de lograr la identificación de los agresores del teniente coronel Walter Rom, quien el martes pasado fue atacado en su vivienda de Neuquén por un grupo de militantes de organizaciones de derechos humanos, al intentar evitar que destruyeran su vehículo y lo pintaran con cruces esvásticas. Según relató el juez a los medios neuquinos, en base a las filmaciones, material fotográfico y testimonios, la investigación llevaría a que fueron tres jóvenes ?que incluso podrían ser menores de edad- los responsables de las agresiones. La figura a imputar a los responsables sería la de "lesiones calificadas" -por la cantidad de personas intervinientes en el hecho-, y daño calificado, tanto por los que sufrieron los vehículos como la sede de la Brigada. Las penas que contempla el Código Penal para estos casos son de prisión efectiva. Labate explicó además que actuó su juzgado por una investigación iniciada por la Policía Federal por la agresión al Teniente Coronel Walter Rom y por una denuncia presentada por las propias autoridades del Comando por los daños al edificio. Mientras tanto, el comunicado de prensa del Ministerio de Defensa cuestionando la agresión por parte de militantes de organizaciones de derechos humanos contra el teniente coronel Walter Rom no hizo más que avivar el malestar general que reina entre los integrantes del Ejército. Los múltiples llamados recibidos en el comando de la VI Brigada desde unidades de todo el país para expresar, además de la adhesión para con el compañero de armas, la preocupación e indignación por el ataque muestran a las claras que el hecho de Neuquén tuvo repercusión nacional más allá de los cuadros de la fuerza. El hecho de que manifestantes hubiesen ingreso a la vivienda de un oficial para hacer pintadas amenazando la integridad física no sólo de los bienes sino también la de los moradores fue considerado por algunos uniformados como "el cruce de una línea" de la cual no hay retorno. Trascendió al respecto que la oficialidad sigue esperando un comunicado o un llamado por parte del jefe del Estado Mayor General del Ejército, teniente general Roberto Fernando Bendini, comunicación que al día de la fecha no se ha producido. También se esperaba un repudio a los hechos por parte de los poderes políticos, principalmente por parte de los funcionarios del Ejecutivo como por parte de los legisladores nacionales. De acuerdo a trascendidos, la noticia tuvo un efecto devastador en altos funcionarios de la Administración Kirchner, preocupados de que la oposición política aprovechara la situación para referir a las humillaciones recurrentes que las Fuerzas Armadas han sufrido desde la llegada del actual presidente al poder. Concretamente, la Administración ha hecho grandes esfuerzos para que el creciente malestar militar quedara fuera del alcance de los medios, llegándose incluso a castigar a los uniformados a cargo de las bases que permitan filtrar informes a la prensa. Es remarcable también la preocupación de ciertos funcionarios oficiales, frente a la posibilidad de que militantes de izquierda se encuentren llevando adelante estas acciones, con el fin de generar agitación política. Sugestivamente, los ataques contra unidades militares se han incrementado en forma notable desde la asunción del Presidente Néstor Carlos Kirchner. El problema es de difícil solución, a partir de la cercanía ideológica entre ciertos funcionarios que se desempeñan en la Casa Rosada y agrupaciones de derechos humanos que en muchos casos son los autores intelectuales de los ataques.