Oscuro panorama político-social : inflación y fraude electoral en ciernes. Cristina Fernández Wilhelm ya acordó con el FMI y con Alemania, de triunfar en las presidenciales
Las noticias políticas más recientes hablan a las claras de la desesperación de la Administración del Presidente Néstor Carlos Kirchner frente a los interminables problemas del país, la mayoría de ellos, de gravedad. La explosión generalizada de los precios ya se ha vuelto incontenible y la oposición ha revelado detalles sobre el fraude electoral que prepara el Gobierno para las presidenciales de octubre. Más información sobre los planes inmediatos de Cristina Fernández de Kirchner, en el caso de imponerse en las elecciones. Las últimas encuestas y las posibles alianzas.
21 de Julio de 2010
¿Habrá tildado Fernando de la Rúa de agoreros a los periodistas especializados que anticiparon el negro panorama económico-social que terminó por expulsarlo del poder en diciembre de 2001? Seguramente que sí. Pero, de haber sido de la Rúa un estadista con un mínimo de seriedad, el mejor curso de acción hubiera sido, cuando menos, analizar si los pájaros de mal agüero de aquel momento acaso tenían razón.
Hoy por hoy, puede afirmarse sin temor a error, que la Argentina de Néstor Carlos Kirchner se encamina hacia el abismo. Infortunadamente, esa misma Argentina es aquella donde residimos el resto de los argentinos.
En el mejor de los casos, pagarán las culpas de su santacruceño antecesor, o bien Cristina Fernández, o bien el opositor que pueda resultar ungido presidente.
El actual momento político no puede ser peor, con un Gobierno Nacional que bate récords de corrupción y un país cuyas instituciones se encuentran ya en ruinas. Cuando Kirchner abandone el poder, habrá superado holgadamente el número de decretos publicados por la Administración Menem, que tanto él supo criticar desde el atril.
No es necesario recordar la oleada episodios de corrupción que involucró a los miembros más prominentes del Gabinete y otros tantos secretarios y subsecretarios, pues ya son de público conocimiento. Antes bien, corresponde preguntarse si, en el poco tiempo que le queda a Kirchner, se conocerá algún caso más que ocupe las primeras planas de los diarios.
En esta Argentina de Kirchner ya nada falta : funcionarios corruptos, delincuencia endémica, explosión de los índices de precios, crisis energética, guardias pretorianas que toman comisarías y bloquean expendedoras de combustibles ... y hasta inadaptados que atacan instalaciones militares y machacan cerebros de uniformados al paso. Muchos ya se preguntan si, con excepción de los episodios de saqueos de supermercados, acaso con Fernando de la Rúa en la Casa Rosada se estaba peor que ahora. Otros dirán que el actual gobierno ya es peor que el de Carlos Menem, y será difícil refutarlos. Un último segmento, más reducido, clamará por la solución de los problemas manu militari, como ya se ha visto pedir varias veces.
"A este gobierno, todo le está saliendo mal", dispararon al unísono numerosos analistas políticos días recientes. El argumento principal era político, y la comidilla de los neoagoreros fue el reciente fraude cordobés que beneficio a Juan Schiaretti en perjuicio de un atribulado Luis Juez.
El vodevil cordobés venía siendo seguido con interés por los referentes de la oposición más avispados, esos que intuían que algo se estaba tramando. Y las corazonadas se vieron confirmadas : tanto en El Ojo Digital como en otros medios se han publicado elementos que, con contundencia, revelan una trama de grosera torsión de la voluntad popular en la provincia mediterránea. Elisa Carrió, con todos sus defectos, rápidamente salió a reclamar la llegada de veedores internacionales para las elecciones presidenciales de octubre, que se avecinan con la velocidad del rayo. Y argumentos no le faltan : el episodio cordobés es solamente un nodo en la corrupta red que ya involucró la repartija de electrodomésticos en la provincia de Buenos Aires, y los deleznables procederes del derrotado Rovira -aliado del kirchnerismo- en Misiones. La provincia del Chaco no quiere ser la excepción : la ventaja del candidato Jorge Milton Capitanich Popovich deja demasiado que desear... y se achica día tras día en el actual recuento de votos.
Con todo, los funcionarios más encumbrados de Kirchner parecen haberse envalentonado en estas últimas semanas antes de las presidenciales. Los voceros de siempre ya descartaron de plano la posibilidad de convocar a veedores, como si nuestra democracia fuera más cristalina y límpida que la de Francia o los Estados Unidos. Desde luego, Kirchner no quiere el antecedente de los veedores internacionales en la elección que podría consagrar a su mujer. O, dicho de otro modo, no quiere que nadie le estropee los planes de fraude. Pocos días atrás, una revista titulaba su nota de tapa con la sentencia : "Ganamos, o vamos todos presos". Por encima de la tipografía, posaba una foto de Néstor y Cristina. Y tal sentencia no es menor : la grosera e interminable lista de hechos de corrupción de este gobierno, comenzando con los cientos de millones de dólares "fugados" de Santa Cruz y terminando con el fraude de Córdoba, perpetrado por allegados al Presidente, cuando menos, tiene el poder para hacer desfilar al primer mandatario por los tribunales, por los siglos de los siglos. Objetivo sobre el que los dignatarios opositores ya han acordado en secreto, para el minuto después que se hagan del poder, ahora o en 2012. Como ya hemos revelado, el primero que podrá saborear el herrumbre de los barrotes sería el actual Ministro del Interior, Aníbal Fernández, a quien ya su jefe le ha soltado la mano, y a quien Elisa Carrió tiene -junto a De Vido- entre ceja y ceja. A De Vido le tocaría el turno algo después, porque para eso, primero hace falta continuar con el arduo proceso de acumulación de pruebas, ya en marcha.
Los números; siempre los números. Aquellos que visitan periódicamente los pasillos del poder en busca de información, nos han revelado los porcentajes de intención de voto que exhiben los principales candidatos para la carrera hacia la Rosada. Y, como bien se sabe, los índices no son nada alentadores para Cristina. Cierto es que ella encabeza las encuestas, pero no existen números que le den más de un humilde 32,5%. Ya no tan lejos se encuentra Elisa Carrió, con 22 puntos. Roberto Lavagna ha quedado, desde ahora, fuera de la pelea, con su humilde -y en baja- 12%. Es de alta probabilidad el escenario en que Alberto Rodríguez Saá le arrebate el tercer puesto.
Ahora bien, el problema primordial para Cristina Fernández Wilhelm es que ha alcanzado su techo. Curiosa definición, dado que sus personeros eran los mismos que se burlaban de Mauricio Macri frente a sus posibilidades en las elecciones porteñas. "Macri alcanzó su techo", decían. Y ocurrió lo contrario. Dicen por ahí que, el que a hierro mata, a hierro muere. Y otro refrán, más sencillo, repara en el innegable hecho de que, quien ríe último, ríe mejor.
Cristina ha alcanzado su techo, pero esta evaluación no surge de habladurías o paparruchas esculpidas sobre la más elemental abstracción. La Primera Dama no puede superar la percepción del residente de los más importantes núcleos urbanos, que la ve como una persona autoritaria, sin experiencia y con poco conocimiento de los verdaderos problemas del país. En el caso de la ciudad de Córdoba, su intención de voto es de las más bajas. Peor es en la Capital Federal, donde ni siquiera figura en la lista de preferencias de los votantes. Sus posibilidades solo crecen en el conurbano bonaerense y todo aquel sector en donde ya se han observado vicios de todo tamaño y color, no solo en Buenos Aires sino también en el interior del país. Tal como lo revelan los rostros pálidos de terror -y los emails- de funcionarios kirchneristas, el problema viene dado por la imposibilidad de imponerse solo con los votos "arrastrados" por el aparato, la que sería la única manera de horadar el techo bajo estudio en este párrafo. Para colmo, los hechos de corrupción, apenas conocidos, tienen la capacidad de restar más imagen pública : los cerebros de la campaña cristinista no han logrado diferenciarla de su marido, en ningún caso. La variante parece estar dada por las giras de la Primera Dama al exterior, y las promesas que Fernández Wilhelm se encuentra haciendo a los poderes mundiales. Pero esta táctica solo tiene efecto fronteras afuera, y aún resta comprobar hasta qué punto los líderes extranjeros creen en la palabra de la Primera Ciudadana.
Precisamente, todas las fuentes consultadas -a nivel nacional y en el extranjero- coinciden a la hora de revelar las promesas que Cristina Fernández Wilhelm ya ha realizado en sus giras por Europa y los Estados Unidos de América. Promesas que no agradarán mucho al elemento progre y de la izquierda que ha sabido apoyar al actual Presidente.
Cristina Fernández Wilhelm ya ha prometido :
* Actualizar todas las tarifas de servicios en donde exista participación extranjera, ya se trate de electricidad, gas y petróleo. Tuvo lugar aquí una fuerte presión de las autoridades españolas y de la propia Repsol. Incluso tuvieron lugar reuniones con directivos de Telefónica de España.
* Arreglar el pago de la deuda al Club de París, situación que involucra recompensar inmediatamente o en el corto plazo a los holdouts que habían quedado fuera del canje de la deuda. Este compromiso implica volver a acordar con el Fondo Monetario Internacional para la obtención de nuevos créditos.
* En Alemania, prometió compensar a Siemens frente al juicio que la compañía sostiene con el Estado argentino, luego de la fallida adjudicación para desarrollar los DNI. La erogación involucra no menos de US$ 200 millones para el país.
Las implicaciones derivadas de lo arriba explicitado conllevan la posibilidad de una nueva y agudísima crisis social, a partir del incremento violento que se observará -ya a partir de noviembre, con el resultado en mano- en combustibles -naftas, gasoil, GNC-, gas, electricidad y servicios de telefonía, tanto de hogares como celular. Para mencionar algunos ejemplos, se espera que el precio del litro de nafta sin plomo se ubique, como mínimo, entre $3 y $3,50. Las tarifas bimestrales de gas promedio en zonas urbanas no bajarán de $100. El precio del transporte de colectivos, en el caso de la Capital Federal, alcanzará seguramente los $2 (boleto mínimo). La magnitud de la respuesta social dependerá fundamentalmente del escalonamiento que se aplique para los incrementos; de todos modos, es imposible calcular la suba de alimentos y artículos de primera necesidad en el caso de un incremento importante, por ejemplo, en el gasoil. Pues es obvio que el encarecimiento del transporte de mercaderías impactará sin miramientos en carnes, verduras, pescados, etc. La cuestión de las naftas es el eje central del problema, dado que RepSol no acepta aumentos escalonados : estos fueron solicitados hace más de un año al Presidente, mas este optó por evitarlos, a los efectos de evitar un daño irreparable en su imagen pública. Fiesta que, invariablemente, deberá pagar su esposa o quien lo suceda.
Finalmente, corresponde ser ecuánime en el análisis del probable gobierno de Fernández Wilhelm. Las únicas buenas noticias provendrán del ámbito político, dado que la Primera Dama ya ha decidido prescindir de Alberto y Aníbal Fernández, Julio de Vido, Ricardo Jaime, Horacio Verbitsky y los colaboradores piqueteros de la actual Administración, comenzando por Luis D elía. De igual forma, la buena nueva está incompleta, dado que los mencionados personajes verán garantizada su impunidad frente a hechos pasados, al menos durante cuatro largos años. Todo lo cual hará complicado procesarlos en el futuro.
Con respecto a la cuestión electoral, las tendencias rubrican claramente una caída porcentual de la intención de voto para la Primera Dama, en el orden de los 2 puntos promedio. Por el contrario, Elisa Carrió está exhibiendo un importante crecimiento que, en el mejor de los casos, le permitirá achicar la brecha con Cristina Fernández, para convertirla en escasos 5 puntos. El ballotage o segunda vuelta estaría, así, garantizado. En el terreno de las alianzas, ya el oficialismo da por descontado que Ricardo López Murphy sumará -ya en segunda vuelta- su caudal electoral (que seguramente no superará las cinco unidades) a los votos de Carrió, y que Alberto Rodríguez Saá hará lo propio. Roberto Lavagna continúa siendo el signo de pregunta en este sentido, ya que para él será muy difícil desdecirse de su intención de su aportar a proyectos aliancistas. Sin embargo, el ex titular de Economía deberá hacerse a la idea de que, si se confirma en su propuesta solitaria, perderá todo tipo de influencia política de cara a futuras elecciones, pudiendo caer fuera del mapa político nacional. En el caso puntual de Alberto Rodríguez Saá, su problema principal radica en que su imagen es prácticamente nula fuera de la provincia de San Luis. La única manera en que su proyecto pueda despegar sería utilizando al ex presidente Eduardo Duhalde como catalizador de los votos necesarios. Otra gran pregunta es qué hará el Jefe de Gobierno electo de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, a quien Elisa Carrió ha desairado. De imponerse Carrió en un eventual ballotage, deberá reconsiderar su postura, a los efectos de captar las voluntades del electorado porteño, que solo podría arrimarle el presidente de Boca.
Ya cerrando el presente material, corresponde destacar el rechazo masivo que ya se comprueba en la sociedad a partir de los polémicos comentarios del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, al respecto de que "en la Argentina, no existe inflación". Por estas horas, no existe medio gráfico y programa radial o televisivo que no esté tratando el tema. Muchos ya han referido a las expresiones del ministro como una "verdadera burla" a la sociedad. El gaffe protagonizado por Fernández no es menor en función del tema electoral, dado que, en pocos días, los comandos de campaña kirchneristas habrán relevado la manera en que los comentarios impactarán en la candidatura cristinista. Y hay quienes ya evalúan ese impacto como importante. Precisamente, el factor inflacionario -que ya cualquier ciudadano puede comprobar en forma efectiva, sin importar en qué sector del país resida- es, junto con la falta de seguridad urbana y suburbana, uno de los vectores que se encuentran perforando la imagen pública de la Primera Ciudadana y su candidatura. El análisis es cristalino : dado que, por propiedad transitiva, los potenciales votantes no diferencian entre Cristina y el Presidente, también toman por "pensamiento oficial" las expresiones de los funcionarios del Gobierno. La conclusión que, raudamente, extrae la mente del votante, es que la candidata presidencial -al menos en este caso- no da importancia a la inflación. Frente al tema de la inseguridad, la percepción ciudadana es similar, dado que Cristina Fernández Wilhelm sigue, a rajatabla, idéntico camino que el seguido por su marido desde los comienzos de su gobierno : jamás se ha referido al problema. Concluye el ciudadano promedio que Fernández Wilhelm tampoco dará prioridad al tema. En las últimas horas, secuestros y homicidios cometidos con saña han tomado las portadas de los diarios y el tema ha vuelto a ser parte de la agenda social. En realidad, no es que este factor esté siendo menospreciado por los asesores de campaña de la Primera Dama : simplemente es un problema cuyo tratamiento se desea evitar pues se reconoce la falta de soluciones.
El Ojo Digital Política