INTERNACIONALES: POR MATIAS RUIZ, PARA EL OJO DIGITAL INTERNACIONALES

El fracaso rotundo de la "Operación Emmanuel". Revés para Hugo Chávez. Néstor Kirchner y un tropiezo histórico para la diplomacia argentina

Apuntes sobre las malas noticias provenientes de Colombia y el doloroso regreso del ex presidente Néstor Carlos Kirchner del proceso de entrega de rehenes. ¿Intentó el gobierno aprovechar políticamente la Operación Emmanuel" para remover de los medios el affaire de las valijas de Antonini Wilson?

21 de Julio de 2010
Por estas horas, una importante cantidad de argentinos se encuentra disfrutando de la temporada estival, y seguramente estarán algo aislados de las malas noticias que se suceden con indetenible cadencia en los medios. Sin embargo, quienes no están ausentes de las tristes novedades son el ex presidente Néstor Kirchner y su señora esposa y hoy Presidenta, Cristina Fernández Wilhelm. Para ellos, el período transcurrido entre la asunción al poder y el día de hoy se ha transformado en una verdadera pesadilla. Una de la que parece imposible despertar. Al caos local de inflación, crisis energética, inseguridad y bloqueo de calles por iniciativa de gremialistas violentos, se sumó el problema con el valijero Antonini Wilson y ahora el rotundo fracaso de la mediación argentina -encabezada por Néstor Kirchner- en Colombia de cara a la posible liberación de rehenes por parte de las FARC. Aunque los dos temas mencionados no están tan aislados el uno del otro. Fuentes consultadas desde los pasillos de la política aseguran que la vehemencia en el deseo de Kirchner por mediar en la Operación Emmanuel no tuvo otro objetivo que lograr tapar el incidente del valijero venezolano. Un proceso de entrega de rehenes con final feliz hubiera sido explotado hasta el cansancio por los medios afines al kirchnerismo, y seguramente el affaire de Antonini hubiera pasado a mejor vida en los noticieros. Pero todo salió mal. Correctamente desarollado por analistas políticos locales como Joaquín Morales Solá, el origen del fracaso partió desde el propio amateurismo de la Casa Rosada, que desde la llegada de los Kirchner al poder se caracterizó principalmente por un desconocimiento absoluto de los temas importantes del orden internacional. Kirchner actuó con exagerada ingenuidad frente a la negociación entre los facilitadores latinoamericanos y las FARC. Eligió creer más en el impresentable Hugo Chávez que en el presidente colombiano Uribe. La ingenuidad llegó hasta el punto de creer que Manuel Marulanda, el veterano líder de la narcoguerrilla, entregaría a los rehenes sin aprovechar la oportunidad de exhibir su poder, ridiculizando a las naciones interesadas en el proceso de devolución. Precisamente, "Tirofijo" bien pudo verse motivado por esta razón a torpedear el escenario. Escenario que sonó demasiado a una vulgar puesta en escena desde el principio. Hugo Chávez continúa en caída. La temporada reciente no solo lo recibió con una dolorosa derrota en sus intentos por reformar la constitución bolivariana sino que ahora, la tan mentada Operación Emmanuel está siendo rebautizada por los medios internacionales como "Operación Fracaso". Néstor Carlos Kirchner es el otro gran derrotado, el que le interesa a los argentinos, al menos. ¿Continúa la Casa Rosada sin analizar el estrecho vínculo entre Hugo Chávez y la guerrilla colombiana? O bien, esto se conoció desde siempre desde el oficialismo y fue utilizado como base para pensar que el proceso sería exitoso? A pesar de su comprobada buena relación con el presidente venezolano, los líderes de las FARC mantienen una importante independencia y discrecionalidad para aprovechar escenarios políticos, y saben que Chávez continuará brindándoles apoyo y refugio en territorio venezolano. Es que Venezuela no puede -o no quiere- darse el lujo de perseguir a la narcoguerrilla, no sea cosa que las bombas comiencen a detonarse en edificios públicos caraqueños. Por otro lado, el negocio de la droga en que están involucrados altos oficiales de las fuerzas armadas venezolanas -de acuerdo a lo mencionado recientemente por el diario español El País- se vería comprometido y los ingresos dejarían de llegar. No obstante, y de acuerdo a lo remarcado hace pocos años por un general del Ejército de Colombia, el problema de la guerrilla podría ser erradicado rápidamente; solo se precisaría voluntad política, colaboración entre venezolanos y colombianos, y disponer de mayor poder para las fuerzas armadas para operaciones de erradicación. El problema continúa siendo la alta disponibilidad de fondos con que cuenta la narcoguerrilla, no importa si se trata de las FARC o del ELN, y de su amplia capacidad para adquirir voluntades. En definitiva, el problema de Colombia es que, a pesar de los progresos inocultables que ha alcanzado el presidente Alvaro Uribe, la batalla de fondo continúa siendo la de una nación del tercer mundo contra el poderoso brazo de la droga. Bien se sabe, la pelea entre grupos guerrilleros y paramilitares se basa en el control de las rutas principales del comercio de cocaína y opiáceos. Además, Colombia ha incluso superado recientemente a Asia en la exportación de derivados del opio para su consumo en Europa y Estados Unidos. Si la demanda existe, siempre existirá alguien que controle el negocio. Porque en el mundo continúan dándose escenarios extraños. Por ejemplo, en Afganistán, la producción de opio se triplicó desde la llegada de tropas estadounidenses. ¿Coincidencias? Volviendo al terreno de las consecuencias de la "Operación Fracaso" a nivel local, ya se ha producido la llegada del ex presidente Néstor Kirchner al país, visiblemente desgastado por el fallido proceso. El ex primer mandatario se ha dirigido al sur del país para descansar y meditar sobre los hechos, y seguramente para lamentar con lujo de detalles la manera en que esto impactará en la Administración que encabeza (¿o no?) su señora esposa. Pues, corresponde decirlo, Kirchner ha sido puesto en ridículo por la guerrilla directamente, y por su aliado Hugo Chávez después. Porque el venezolano siempre supo que las cosas podian salir mal, y abiertamente mintió a Kirchner cuando describió las potencialidades políticas de una operación bien finiquitada. Una vez más, Chávez le ha tomado el pelo al ex presidente argentino... De seguro, no faltarán aquellos que culpen nuevamente a inexistentes espías del "imperio" por el fracaso de la liberación. Chávez ya ha salido a declarar que Uribe mintió, pues el colombiano mismo torpedeó el proceso enviando al ejército a perseguir guerrilleros en la víspera de la entrega de los rehenes. Lo cierto es que Chávez brama pues se ha quedado sin argumentos. Sus palabras son el fiel reflejo de la impotencia. En lo que respecta a la presidenta argentina Cristina Fernández Wilhelm y su esposo, a partir de ahora seguramente invertirán el tiempo para elucubrar alguna novedosa, aunque más original, operación mediática para distraer al público frente a problemas como la indetenible locomotora de la inflación, los cortes de luz y agua que ya se empiezan a sentir en el interior del país y la Capital Federal y la creciente violencia callejera que abarca incluso el patoterismo de gremialistas de toda forma y color y que ya se han tomado por costumbre tomar a la ciudad entera como rehén.
Por Matias Ruiz, para El Ojo Digital Internacionales