POLITICA: POR FRANCISCO MONTESANO, TOTALNEWS.COM.AR

El "Observatorio de Medios" y la denuncia contra los productores agrarios por la quema de campos. La impotencia y la impericia en la Administración Fernández de Kirchner

La lucha por la abolición de la monarquía, o su transformación en repúblicas monárquicas, significó para los impulsores de estas reformas revolucionarias esencialmente la consecución de la fragmentación del formidable poder político centralizado en manos del Rey.

21 de Julio de 2010
El pensamiento medular era el de crear distintos organismos que, unos administren justicia, otros establezcan normas legales y un poder central que ejecute la administración general, todos ellos de una forma vinculada, pero fiscalizadas entre si. La aguda mirada de la realidad política de esos numerosos pensadores, no advirtió las capacidades y sagacidad del individuo convertido en animal político para reconvertir esos códigos universales en normas particulares y las leyes de orden general en orden de beneficio privado. El intento de restaurar un sistema monárquico pero con otra denominación, comenzaba a gestarse. Tan solo dos ejemplos de estos últimos días nos bastan para comprobar lo irracional, impotente y autoritario de la condición del gobierno, pero emparentado con estos cambios. Una de ellas fue contra la libertad de prensa y se basa en una concepción del poder a través del denominado Observatorio de los Medios de Comunicación. Esta idea anunciada de que el periodismo independiente será observado y controlado, como si fuera un instituto más del sistema del Estado, es bastante poco feliz. El periodismo, por su condición publica, es objeto de seguimiento natural y análisis constante de sus contenidos por los diferentes sectores de la sociedad. La inadmisible tarea de fantasear con una observación y control, a cargo de organismos referentes al Poder Ejecutivo, en un país tutelado por los principios que avalan la libertad de prensa y su correlato, se entienden solo en regímenes totalitarios que someten a la ciudadanía a la vigilancia compulsiva del Estado. El periodismo independiente tiene como misión fundamental que los ciudadanos conozcan las acciones de quienes ejercen las funciones de gobierno, siendo esta de carácter vital en una estructura constitucional cuando se pretende como tal. La idea del periodismo propio o el intento de unificar la información y suprimir las expresiones intelectuales del conjunto social han logrado disipar y debilitar la vida cultural de un país, variados son los ejemplos existentes en la actualidad. Pero cuando la Presidencia de la Nación proyecta vigilar a los medios, todos percibimos que comienza a quebrarse el núcleo de la República, y resulta así inevitable la pérdida de pertenencia a un mismo ideal social. No menos grato y tal vez mas elocuente es también el intento de doblegar a un sector de la sociedad, primero imponiéndole resoluciones inconstitucionales y luego enfrentándolos con la ciudadanía cual villanos de Ciudad Gótica. Por su incapacidad de resolución de conflictos el matrimonio presidencial apela a dos respuestas coyunturales, el amiguismo, clientelismo o como queramos denominarlos o la demonización del sector demandante y su correspondiente castigo social. De las mieles paladean los sindicatos y otras organizaciones afines y la diatriba la han sufrido todos aquellos sectores sociales no afines al modelo. Todos los medios difundieron que el Gobierno denunció penalmente a varios productores agropecuarios por el humo de estos días, el ministro del Interior Florencio Randazzo reafirmó que "el gobierno no tiene responsabilidad de ningún tipo" en los incendios que se registran en la zona del Delta sino que la atribuyó "a productores agropecuarios", a quienes calificó de "irracionales e irresponsables". El ministro, acompañado de la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti, presentó la denuncia penal contra los productores, y dijo además que "el gobierno está trabajando en controlar el incendio y tratando de asegurar la seguridad en las rutas". La prueba para la presentación de la denuncia se baso en la propiedad de los campos exclusivamente, algo que jurídicamente no tiene sustento alguno, pero el objetivo estaba cumplido. Por su parte Raúl Victores, de la SRA, consideró "suicida y demencial" quemar pastizales antes de primavera, señaló que en esta época "es ilógico" que los dueños de campos de hacienda se pongan a quemar pastizales. Victores contó que además de Entre Ríos, existen focos de incendio en la provincia de Buenos Aires, incluso en campos donde "tiene alrededor de 7.000 novillos y máquinas que valen fortunas", lo que sería algo "suicida y demencial" quemar pastizales antes de la primavera. El productor a su vez se mostró preocupado con que la quema de pastizales atente contra las exportaciones de carne. "Me preocupa que no sea un virus K de Corrientes", que en el 2006, tras una denuncia del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), afectó a 70 bovinos. Hizo falta un segundo accidente automovilístico en la ruta 9, con tres muertos y 25 heridos, para que las autoridades tomaran con seriedad los graves inconvenientes provocados por las humaredas provenientes de la quema de pastizales, pero los funcionarios politizaron la cuestión en lugar de la correspondiente asistencia ambiental a cargo de Romina Picolotti en el manejo del fuego desde hace 15 días. Sólo el viernes se produjo la esperada reacción oficial; desde la Casa de Gobierno, el ministro Randazzo, y la secretaria Picolotti, reaccionaron ambos tratando de sacar partido de la emergencia en provecho de los intereses políticos del gobierno que integran. Cristina Fernández de Kirchner, en su discurso en Campana, afirmo con total seguridad; "esta obra de la irracionalidad y la irresponsabilidad humanas". Resulta temerario la deformación y la interesada parcialidad aplicada a un hecho que no es intrascendente a la seguridad y salud social, preocupan la pasmosa lentitud con que las autoridades se hacen cargo de su obligación, sin distingos de clases sociales. El manejo de los medios de comunicación y la imposición de normas o la denotación de los sectores opositores, no son más que dos ejemplos de esta democracia con vicios de monarquía. Por Francisco Montesano, TotalNews.com.ar.
Por Francisco Montesano, TotalNews.com.ar