Perdió Néstor

Su estrategia de confrontación, ideas conspirativas, invocaciones al pasado, convocatorias a actos rodeado de lo más impresentable de la política, los aprietes y humillaciones a sus cercanos, la descalificación del que opina distinto, etc. Aquella suma de actitudes fue sumando cada vez mayor rechazo dentro de la sociedad. Inclusive entre la gente que nada tiene que ver con el Campo pero que, en el fondo, entendía que la idea K de construir un país basado en verdaderos impuestazos a los sectores productivos simplemente no es viable. Los que estamos relacionados con el sector nos merecemos nuestro momento de alegría, tras de meses de protesta. Vinieron a la mente esos interminables momentos al costado de la ruta, primero con calor, con lluvia y después con heladas que cuarteaban la tierra. Mas no aflojamos ni un momento y llegaron los cacerolazos, los actos de Rosario, Palermo, lo acontecido en la madrugada del jueves, las manifestaciones en el Obelisco porteño y demás protestas en el país y vigilias en las rutas. Sin aflojarle, y como lo dijera El Alfredo, "¡MINGA que nos van a poner de rodillas!". Ahora es el momento de reconocer que el mismo problema del agro también golpea las puertas de otros sectores. El sector agropecuario tuvo capacidad de reacción, a partir de su notable inserción social. Además de ser un sector productivo, es un sector social que cosecha una gruesa simpatía en el resto de la ciudadanía, siempre merced a su relación con el nacimiento de la Patria y su posterior desarrollo. Los inmigrantes, esos gringos que se dejaron el cuero para progresar y sostener el desarrollo del país, desde la época de nuestros bisabuelos. Pero, a la vez, existen otros sectores no tan visibles y sin capacidad de protesta, pero que están siendo afectados por el mismo tipo de medidas confiscatorias. Estos son, básicamente, los sectores vinculados al desarrollo energético. El modelo ficticio de los Kirchner, basado en ideas retrógradas de repliegue mundial y de "desacople" de tarifas ha fracasado incontables veces a lo largo de la Historia. Y en el mundo que nos toca vivir hoy, que es altamente globalizado, intentar impulsar ese tipo de medidas debería catalogarse, al menos, de locura. El resultado de estas iniciativas ya se está viendo : la imposibilidad de inversión del sector energético ante su nula rentabilidad ha impedido el aumento de la producción. Ya no sólo imposibilita exportar, sino que el país se ve obligado a importar grandes cantidades tanto de gasoil como de fueloil, gas y electricidad a costos internacionales, sensiblemente mayores a los de hace pocos años. Es decir, que la teoría de "desacople", nos lleva a pagar precios "llenos" internacionales. Como siempre, si no hay rentabilidad, no existe inversión posible, y por lo tanto la producción se resiente. Teoría básica aplicable a cualquier sector económico. El populismo kirchnerista se niega a aplicar cualquier medida impopular y con costo electoral, como podría ser un incremento de tarifas. Ojalá la derrota del oficialismo en el Congreso de la Nación sirva para poner sobre el tapete estas y oras tantas cuestiones que corroen hoy a la economía Argentina. Por Lucas Morganti, Ingeniero, para El Ojo Digital Política. Email : lucasmorganti -arroba- yahoo.com.ar.