SOCIEDAD - DEPORTES : ELIMINATORIAS PARA SUDAFRICA 2010: POR RICARDO WHITE, PARA EL OJO DIGITAL POLITICA

La Selección Argentina, en caída libre. El indefendible Maradona debe renunciar. La clasificación, en peligro

Por si la agónica aunque inmerecida victoria ante los colombianos de local y la histórica derrota por 1-6 ante los bolivianos fueran poca cosa, aún faltaría más. Ecuador terminó -literalmente- pasando por arriba a una Argentina sin piernas ni ideas. Salta a la luz un hecho incontestable : que el patético Diego Armando Maradona no tiene sistema de juego. El DT debe irse ahora, antes de que la sociedad entera se apreste a incinerarlo en Plaza de Mayo... cuando el equipo no clasifique al Mundial de Sudáfrica.

21 de Julio de 2010
La Selección Argentina de fútbol viene de mal en peor. El drogodependiente DT Diego Maradona sigue acumulando récords negativos y sus equipos exhiben un paupérrimo nivel de juego. La goleada sufrida ante Bolivia por 6 a 1 -el peor resultado de la Argentina en toda su historia- es un hecho que Maradona se anotó él solito; para qué negarlo. En esa oportunidad, se supo que la preparación para la altura simplemente no existió. Trascendió en su momento que la misma noche que el seleccionado había vencido a una errática Venezuela, todo el plantel -Maradona incluído y primero en la fila- se pasó horas en una conocida discoteca porteña en una fiesta interminable de prostitutas, alcohol y quién sabe qué más. Luego vinieron el huracán boliviano y la desazón. En aquel 1-6 se observó que los jugadores no tenían físico ni espíritu. La juerga de los días anteriores y la falta de entrenamiento habían pasado la factura. Maradona había decidido tomárselo con soda, pensando que los altiplánicos serían pan comido. El mismo propuso la fiesta pospartido ante los venezolanos. El plantel se anotó pues, como bien se sabe, los jugadores de fútbol no son más que individuos sin iniciativa y, cuando se mueven en manada, piensan menos que una oveja. Vino luego el partido con los colombianos, que solo tenían para exhibir el triste currículum vitae de ser uno de los tres peores equipos del torneo. Argentina jugó a nada. Maradona incluso volvió a insistir con Juan Sebastián Verón, ese referente del pasado y permanente recordatorio de la derrota. Que quede claro : Maradona pone amigos. Colombia se dio el lujo de sobrepasar a los argentinos en todas las líneas. Se comió el 0-1 por una jugada desafortunada de una pelota rebotante que "Cata" Díaz reventó a la red. Argentina jamás mereció ganar. "La Bruja" Verón volvió a jugar como lo hizo en aquel Mundial en el que Inglaterra nos dejó afuera : actuó como si estuviera en el jardín de su casa, sin pelear pelotas y hasta regalándoselas al rival. En 2002, en gran parte fue Verón el que eliminó a la Argentina, y la gente no lo ha olvidado. Inexplicablemente, este cuestionado individuo volvió al equipo, pedido a gritos por el Multimedio Clarín y convocado por su compañero de fuga, el hoy DT Maradona. Ante los ecuatorianos, volvió Verón a hacer de las suyas. Durante el tiempo que jugó, se esforzó para ser el peor jugador argentino de la cancha, junto con Gago -aunque este último al menos había iniciado bien-. ¿Qué pasó con Ecuador? El drogodependiente DT volvió a equivocarse : lo arriesgó todo para el primer tiempo, ese que el seleccionado jugó mejor. Pero le faltaron cinco para el peso y no pudo convertir. Carlitos Tévez desperdició un penal increíble, pateándolo esquinado, al palo izquierdo, pero sin fuerza ni pasión. Como si hubiera sabido que el balón no ingresaría. Se adelantó el arquero rival, es cierto. Pero igualmente el pelotazo tenía destino de perdición. Gago y Messi desperdiciaron oportunidades igualmente importantes. Nadie entendía cómo los ecuatorianos no estaban, para el final de la primera etapa, dos goles abajo. En el arranque del complemento se terminó de confirmar que Diego Armando Maradona no es más que un pobre diablo que quiso ser DT para juntar algún puntito más de fama antes de partir a mejor vida : se corroboró que no tiene sistema. Ni siquiera un resignado oligofrénico hace lo que hizo Maradona ante los ecuatorianos. Nadie -repito : NADIE- pone toda la carne en el asador para un tiempo sólo, y mucho menos en la altura, donde se sabe que luego el desgaste físico pasará la cuenta. Maradona lo hizo. Resultó que los ecuatoranos no eran tan malos (nadie dijo que lo fueran): todo pareció indicar que dejaron pasar de largo la primera mitad para luego liquidar a la Argentina en los últimos veinte del segundo tiempo. Como ya lo han hecho ante otros rivales. Brasil se salvó de ser goleado en Quito gracias a los buenos oficios de su estoico golero. La Argentina debió perder por más, no solo por los dos goles de Ayoví y Palacios. Sobre el final del partido, Valencia remató al palo argentino un balón que debió ser el 3 a 0 lapidario y que sentenciara la goleada, acariciando un nuevo papelón para los albicelestes. Pero una inteligencia superior decidió que el destino se apiadara del peor momento futbolístico y social de la historia argentina, haciendo que la pelota recorriera la línea luego del rebote en el parante. Hablando de malas performances, los premios Enemigo Público se los llevaron Juan Sebastián Verón, Gago, Heinze y Demichelis. De la "Bruja" ya hemos referido lo suficiente. Solo faltaría meterlo preso por el affaire de los falsos pasaportes europeos, escenario en el que está muy comprometido y del que huyó cobardemente de Italia pues allí lo hubieran encarcelado sin chistar. Pero a la justicia argentina la conocemos muy bien. Aunque ello es harina de otro costal. Baste decir, futbolísticamente hablando, que no metió ni un solo pase bien. Igual que contra los colombianos, a pesar de que algunos comentaristas se empeñan en "salvarle las papas", como si acaso le debieran algo. Gago arrancó el primer tiempo como si estuviera convencido de que sería la figura de la cancha. Apenas reiniciado el match en la segunda parte, se convenció exactamente de lo contrario y optó por no acertar una. Perdió por cansancio, abandono y resignación. Regaló balones clave que terminaron en jugadas de riesgo para Ecuador. Ya provoca tirria verlo a este muchacho acomodarse permanentemente el pelo como si fuera una nena y arrojarse al suelo cada vez que un rival de treinta kilos lo sopla. Martín Demichelis parecía estar concentrado en que se olvidó de comprar Whiskas para su gato, Evangelina Anderson. O tal vez estaría con la cabeza puesta en su próxima inyección de bótox con su cirujano plástico de cabecera. Da igual. Fue de lo peor a la hora de defender. Cada día se parece más a Gabriel Heinze, otro que no es ni la sombra de lo que era en tiempos de Marcelo Bielsa. Heinze, dicho sea de paso, cada día se mueve más torpemente por el terreno de juego. A muchos nos hace acordar al fallecido stuntman argentino Tandarica. Pero peor era Samuel, eso es indiscutible. Se podrá decir cualquier cosa, pero el responsable número uno de la calamidad -subproducto de este valle de lágrimas- es Diego Armando Maradona. Los jugadores tienen, lógicamente, su cuota, pero el DT es el culpable y la persona que es una obligación moral despellejar en este momento. Algo está clarísimo, y fue anticipado oportunamente por este medio : Maradona no tiene sistema de juego. Exagera y gesticula para las cámaras, porque realmente no entiende nada de lo que pasa en la cancha. Es como el "modelo" de Kirchner : nadie sabe si realmente existe, lo que sí se ve es que devuelve muertos todos los días. En este caso, partidos perdidos. O goles en contra. Pudiera ser que el propio Don Julio "Vito Corleone" Grondona, luego de tanto insistir, le diera el OK a Maradona para que se hiciera cargo de la dirección técnica. Pero que ello ocurrió más bien para sacárselo de encima. Total, que el de Villa Fiorito se estrelle solo. Es como el caso del nene caprichoso que pide por un juego de química hasta hacerle la vida imposible al padre y luego, el jueguito le explota en la cara. Hoy, el ex jugador y cocainómano está en medio de una trampa mortal de la que no puede escapar : si renuncia, el público lo odiará por el resto de sus días y no tendrá otro remedio que autoexiliarse. Si no lo hace, corre con el riesgo de que el seleccionado no clasifique para la justa mundialista en tierra africana -gracias a él, obviamente-. Ya la afición entera lo desprecia y le ha puesto precio a su cabeza. Todavía resta jugar con brasileños y paraguayos, y el DT solo sabe anotarse récords negativos y derrotas lastimosas. A Diego Armando solo le falta lograr que la Argentina no llegue al Mundial de Sudáfrica en 2010, y con ello su faena estará completa. Con moñito incluído. Ya en cualquier café de barrio se pide "la salida del drogón", como quien esto escribe escuchó ya demasiadas veces en demasiados sitios distintos. El resultado con Ecuador era bien conocido, incluso antes de jugarse. El equipo llegó aterrorizado e intimidado con la cuestión de la altura y sin la preparación que obligaba el caso. El factor de la altitud ya es excusa vil, que revela las propias falencias y mediocridad. Venezuela venció a Bolivia en La Paz, vale la pena recordárselo al impresentable director técnico que hoy tiene la Argentina. Ni siquiera tiene la suerte el seleccionado de que los equipos que vienen por debajo en la tabla jueguen pésimo. En esta oportunidad, los prolíficos y valerosos chilenos de Bielsa van a por todas y hasta podría ocurrir que ganasen la eliminatoria. Los morenos ecuatorianos aspiran -y se esfuerzan- para pelear el repechaje. Brasileños y paraguayos quedarán entre los primeros tres puestos, lo que se puede dar por descontado tranquilamente. Uruguay está herido, pero no deja de batallar gracias a su tradicional garra. En este concierto de la eliminatoria, el único equipo que juega a perder y que transpira para aferrarse al papelón es la Argentina. Maradona cuenta con el mejor recurso humano del mundo, pero se encuentra más perdido que turco en la neblina. No le podrá echar la culpa a la altura, a la falta de jugadores, a los árbitros -el chileno que dirigió frente a Ecuador favoreció a los argentinos cada vez que pudo-, a sus padres, al Che Guevara ni al presidente en ejercicio, Néstor Kirchner. Tal vez podría ejecutar un sano acto de autocrítica, esto es, culpar a las drogas. Por Ricardo White, para El Ojo Digital Sociedad-Deportes. Email : elojodigital.com -arroba- gmail.com.
Por Ricardo White, para El Ojo Digital Sociedad-Deportes