Pollitos en fuga y renuncias por doquier : Guillermo Moreno, Ricardo Jaime, Julio de Vido y el Ministro de Economía Carlos Fernández. Aníbal Fernández debería seguir el ejemplo

Demasiado sabor a poco dejaron los trascendidos sobre el descarte de laderos kirchneristas en el gobierno. Finalmente, y luego de tanta alharaca, solo dejó el gobierno el "Señor de los Subsidios" -en palabras de Asís-, Ricardo Jaime, Secretario de Transporte. El miércoles primero de julio arrancó la tarde con una catarata de jugosas noticias que la ciudadanía ya se preparaba para celebrar : los reportes indicaban que Aníbal Fernández, Julio de Vido, Carlos Fernández y Guillermo Moreno habían puesto su renuncia a disposición de la Presidente Cristina Fernández de Kirchner. Pero la celebración inicial dio lugar a la desazón, al abatimiento generalizado de una ciudadanía harta, y a la bronca. Porque solo Jaime fue servido en bandeja para los opositores al gobierno, que hoy se cuentan por millones de argentinos. Sin lugar a dudas, la opinión pública esperaba una reacción de parte de la Administración Fernández de Kirchner, que sorprendió con una reciente pseudoconferencia de prensa teñida de soberbia y rencor. Esa reacción involucraba un recambio masivo de piezas desgastadas en el Gabinete. Empezando por Guillermo Moreno y el "Ministro de la Inseguridad" Aníbal Fernández, en el gobierno ya se hace uso y abuso de la figura de oscuros personajes que pretenden promocionarse como inmortales. El resultado siempre es el mismo : lograr la crispación generalizada. No le bastó al matrimonio presidencial sufrir el cachetazo en forma de aluvión de votos en contra que se observó en las legislativas del domingo. Ahora, Néstor Kirchner y su esposa echan mano del "aquí no ha pasado nada", y esta es la prueba más contundente de que en sus planes para el corto plazo solo figura su intención de terminar de echar nafta al incendio que han creado en el país. Los métodos de apriete de empresarios -armas en mano- que tanto han caracterizado a Guillermo Moreno no tienen ya cabida en esta realidad que nos azota. Tampoco los malos modos de Aníbal Fernández, quien permanentemente insulta a la ciudadanía relativizando las cifras de miles de muertos en manos de la falta de seguridad. De cualquier forma, es dable decir que las renuncias continuarán. Luego de que Daniel Scioli termine de ser echado a puntapiés de la conducción del Partido Justicialista, los pejotistas furiosos con Kirchner lo acorralarán para que se deshaga de los elementos más impresentables del gobierno de su esposa. Por Ricardo White, para El Ojo Digital Política. Email : elojodigital.com -arroba- gmail.com.