Francisco De Narváez, como pez en el agua. La frágil economía de 2010. Los patacones, más cerca de la Provincia. El cerco a Kirchner y las dudas tácticas
Tarde pero seguro arriba el tren con las últimas novedades de la política vernácula. Aunque más no sea para regodearse durante todo el fin de semana y algún día más. Loas para el "Colorado" De Narváez. Duhalde juega -de nuevo- al ajedrez. Gustavo Pulti, furioso con Daniel Scioli y los aprietes, abandona el espacio oficialista. Una provincia de Buenos Aires quebrada prepara el terreno para el retorno con gloria de los patacones. Lo último. El dilema del Partido : ¿cómo cercar a Néstor y a su mujer sin cederle el salvoconducto?
21 de Julio de 2010
Un antiguo profesor de la secundaria -de la materia Educación Cívica- solía decirnos : "Estudiar los procesos políticos de naciones desarrolladas se vuelve aburrido, dado que, al no haber nunca golpes de Estado o grandes eventos que sacudan el tablero, todo se vuelve demasiado rutinario. Claramente, no es el caso de la Argentina, que siempre es divertida de repasar en sus capítulos históricos...".
Sospecho que tenía mucho de razón. Algún lector sabrá coincidir al repasar estas líneas. Por fortuna, este enorme Coliseo que es la política local, jamás dejará a la deriva al verdadero periodismo, ávido de novedades, duelos épicos y batallas en la pugna por espacios de poder.
Al menos desde la marquesina, las novedades políticas de las últimas dos semanas no han generado mayor interés en el lector. Tal vez porque los decibeles no han sido los de costumbre. Este detalle no deja de ser natural. Durante meses, la atención tanto del público como de los medios tradicionales estuvo enteramente focalizada en el desempeño de las fuerzas durante los comicios del 28 de junio, y en el denominado "Día Después", con la estrepitosa derrota que sufrieran las personas de Néstor Kirchner y su señora esposa, la Presidente de la Nación.
Luego de las legislativas, y por un buen tiempo, el foco seguía situándose sobre la manera en que el Gobierno acusaría recibo de la derrota. Pero el desinterés y la indiferencia volvieron -de la mano de la pareja presidencial, por supuesto- a hacerse protagonistas.
Tanta atención terminó por fatigar a telespectadores y a protagonistas principales. Unos, hartos de esperar novedades. Otros, golpeados por un resultado que no esperaban.
En rigor, este es el momento ideal para la inserción oportuna de una costumbre que, desde el regreso de la democracia, ejecuta -implacables- cada uno de los nodos que componen la opinión ciudadana. Exprésese en términos más directos : el argentino, una vez que se contempla agotado en su paciencia, gusta de ver cómo los victoriosos patean en las costillas a los derrotados. Realidad que se aplica para sus dirigentes.
Néstor y Cristina han cosechado un récord notable: han logrado que monumentales porcentajes de la ciudadanía los desprecien como jamás ha sucedido con presidentes en años anteriores.
Recuérdese el caso de Carlos Saúl Menem que, con los medios en su contra y con un importante porcentaje de rechazo entre ciudadanos y votantes, -mal que mal- supo mantener siempre un núcleo "duro" que lo apoyó y lo sostiene incluso hoy día. Fernando de la Rúa, por su parte, supo granjearse también el desprecio de millones de argentinos pero que, a posteriori, disimulaban su rechazo por el ex presidente radical recordando que "era un pobre tipo". Esa reprobación, no obstante, jamás mutó en odio, per se.
Raúl Ricardo Alfonsín, con todos sus defectos, logró que el paso de los años lo convirtiese en el estadista que jamás fue. Cuentan por allí que la envidia de Néstor Kirchner cuando tomó nota de los miles de personas que participaron de los servicios fúnebres del estadista de Chascomús, fue tan perceptible que su mirada parecía desorbitada. Pero, en su autoengaño, Néstor Carlos cree que esa es la forma como lo recordarán cuando ponga un pie fuera de este mundo. Lo que es más, en su oportunidad comentó con sus íntimos que su meta era igualar a Juan Domingo Perón.
Hoy, no menos de un 80% de ciudadanos -dentro o fuera del padrón-, desea ver al matrimonio de santacruceños removidos del poder. A contramano de la paciencia residual que se observaba en el tejido societario pre-electoral -que consideraba que había que sostener al Gobierno hasta 2011-, hoy una porción importante de la opinión pública evalúa que, si Cristina Fernández Wilhelm llega al final de su mandato, el sistema solo logrará postergar la demencial agonía en la que está sumergida por estas horas.
Entiéndase la lectura que se hace de los días que transitamos : la recesión ha llegado para quedarse. En virtud de lo que se observa a partir de los datos económicos, nada indica que pueda sobrevenir una mejora o que la inversión -que tan groseramente ha decrecido- pueda retornar al país. Ni que hablar de la extranjera. La Argentina ya atraviesa un parate importante desde hace meses, pero este callejón sin salida no mostrará luz recién hasta después de que los nuevos legisladores aterricen en el Congreso, en diciembre de 2009. Lo que es más : en esa instancia dará inicio la temporada estival, que tampoco es el momento idóneo en el calendario para promover inversiones o tomar personal.
Nadie se imagina, por caso, la cifra que llegará a alcanzar la cotización del dólar estadounidense en el mercado negro que tanto se han encargado de fogonear los Kirchner. Hoy se sabe, en ciertos círculos, que el número es $4,20. Pero, dentro de la escuela mendigureana, hay quienes ya hacen lobby por tocar los $5. Otra ecuación harto sencilla que puede demostrar el nudo gordiano del galimatías : en la Argentina de hoy, el litro de combustible sin plomo se acerca a un dólar americano. Precio que no deja de ser económico. Para 2010 -no falta tanto-, los incrementos del precio del petróleo no permitirán que las naftas argentinas se disparen a menos de $4,50 o $5,20 por litro, en sus categorías premium. Incrementos igualmente proporcionales se esperarán para el resto de los fluídos, incluído el ahora escaso GNC. Ya sin los subsidios al transporte -que los Kirchner amenazan con eliminar, si acaso la oposición victoriosa pisara el acelerador-, el caos social se encontraría a la vuelta de la esquina, con el solo incremento en los boletos de colectivos y trenes.
Precisamente, en este intríngulis económico, pero que también incluye mucha información al respecto de variables comportamentales de la atribulada sociedad argentina, reside el parate que también parece haber afectado a la oposición.
Néstor Carlos Kirchner, como se ha visto, ha consensuado con su esposa una nueva manera de ganar tiempo y de entretener a televidentes y opositores por igual. Por "televidentes" me refiero a "ciudadanos" que, como es lógico, nunca se mueven de sus confortables, cálidos y mullidos sillones en horas de crisis, siempre esperando a que otros hagan su trabajo de reclamar a las autoridades.
Este nuevo divertimento se ha dado en llamar "diálogo político". "El penúltimo conejo", ha llamado a esta táctica el estudioso Jorge Asís en una de sus últimas columnas en su inigualable web de referencia www.jorgeasisdigital.com.
Que la convocatoria al "diálogo" es inocua y que consiste en una maniobra desesperada para llamar la atención, no reviste novedad. Mucho menos implica descubrir América.
El Ojo Digital se topó recientemente con una de sus fuentes confiables de rigor, allegadas al círculo íntimo del espacio del "peronismo disidente" y que hoy pugna por volver a ser el único peronismo. Sucedió, a los efectos de comprobar nuestras sospechas : el escenario político se encontraba demasiado calmo, como para que no estuviera sucediendo nada realmente. "Los tiburones no nadan bajo aguas tempestuosas; lo hacen bajo la superficie de aguas tranquilas", fue la oportuna frase de un notable colega de nuestro medio, a la hora de describir situaciones como la actual.
Como ya se ha dicho, la sociedad argentina gusta de ver cómo se hace "leña del árbol caído". Este es una suerte de deporte nacional por excelencia. Pero el entuerto es que, al parecer, no hay quien tome la iniciativa tan esperada. La oposición que venciera el 28 de junio se encuentra durmiendo la siesta de los justos.
Abarcamos, dentro de la consideración previa, a Julio Cleto Cobos, a Carlos Reutemann, a Mauricio Macri, y a la propia Elisa Carrió. Todos ellos parecieran estar tomándose demasiado tiempo... ¿para qué?
Carlos Reutemann -ya lo hemos referido- tiene todos los elementos de sospecha como para considerárselo un amigo de los Kirchner. Su interminable estado de duda y su tranquilidad vienen desde tiempos muy anteriores a los comicios. Del ex piloto de Fórmula Uno jamás podría esperarse que se abalanzara sobre la yugular de un Néstor Kirchner psicológicamente vencido y mentalmente derrotado.
Mauricio Macri -mal que nos pese a muchos porteños que lo han votado- utiliza un diálogo tan cordial como insoportable con la Casa Rosada. Tibiamente le reclamó a la Presidente Cristina Fernández que le cediera los fondos para la futura Policía Metropolitana ("Metro Police", para algún morador del búnker PRO de Cañitas). El hijo de Franco visitó Balcarce 50 cabizbajo, y casi pidiendo por favor. Cuando muchos esperaban del empresario que entrara casi pateando las puertas de la Casa de Gobierno y se apropiara de lo que le pertenece a su espacio ganador. Policía, Puerto y Transporte. Para luego irse sin saludar. Mas no hizo nada de todo aquello.
Del Vicepresidente, aún no se sabe nada. Al parecer, no se mueve de su Mendoza natal para visitar amigos, preparar asados y mantenerse en una eterna pausa para el café. Cobos no es el valiente player que el imaginario social contribuyó a promover. Es, antes que nada, un hombre solitario y timorato. Un buenazo dirían algunos, nunca destinado a destacar.
De Elisa Carrió, mejor ni hablar. Pretendió hacer saltar la banca con su bravata de no presentarse al "diálogo". Pero la atención mediática se concentró en su socia, Margarita Stolbizer, que sí se presentó. La sociedad Carrió-Stolbizer se disolvió apenas finalizadas las elecciones. Tal como se supo prever desde este y tantos otros medios.
En medio de este trágico escenario, el matrimonio presidencial retomó la iniciativa que, aunque no es la que supieron tener en tiempos de bonanza, sirvió para ponerlo por unos breves instantes más en las primeras planas.
El único opositor que ha sabido moverse bien en el escaparate político ha sido Francisco De Narváez, de quien nuestra fuente reporta -en términos poco académicos, pero que son los que el lector, a veces, prefiere- que "ha demostrado no ser un boludo que se ablanda con el primer hervor".
De Narváez comenzó a desandar el camino hacia la casa de gobierno platense cuando alquiló una vieja casa frente a la Gobernación, para "estar más cerca del objetivo". Pues bien, la novedad parece ser que ahora ha adquirido definitivamente el inmueble. El "Colorado" ha sido el opositor mejor plantado ante las tomadas de pelo dialoguistas del oficialismo, vociferando ante los medios -antes de las reuniones oficiales- que no iría sin hablar de tal o cual tema. Una hábil estrategia que sirve para dejar en claro off-side a Cristina y a su troupe. Estos últimos quedan luego en incómoda posición para responder con agravios o negativas. Simplemente, tienen la pólvora mojada. Descripción que ciertamente no abarca a Massita -para más detalles, consultar en Presidencia-.
Pero el lector de seguro quiere saber más sobre Francisco De Narváez -cuyo núcleo íntimo es ávido consumidor de nuestras humildes páginas-. En apariencia -siempre citando a nuestra fuente de rigor-, el empresario no habría abandonado del todo la posibilidad de pelear la Presidencia de la Nación. De Narváez se encuentra estudiando los escenarios plausibles de ocurrencia, y el tiempo sabrá decir más, llegado el momento.
El socio de Mauricio Macri se ha plantado fuerte dentro de PRO. Su inmejorable performance en la provincia de Buenos Aires frente a la Representación del Mal lo catapultó en las percepciones dentro del armado partidario. En perjuicio de la imagen ya no tan ascendente de Mauricio. Un tanto disminuída, aquella, por la desmejora en la cosecha de votos en la Capital Federal.
Habrá que ver qué piensa hacer el ex titular de Casa Tía, de aquí en más. Pero los "paparazzi políticos" no deberían perderle la pista. Solo a los efectos de -tal vez-, deducir a qué líderes o conductores "pejotistas" visita regularmente.
Pero, en definitiva, Francisco De Narváez manda en el PRO y esta es una verdad incontestable. Todo mundo le responde. Y corresponde reconocerle su iniciativa.
Hablando nuevamente de los Kirchner, debe repararse en el hecho de que existen -como siempre en cada Historia-, aquellos que saben interpretar los deseos de la opinión ciudadana y que también quieren sangre. De ser posible, ahora mismo. Se trata de Gerónimo "Momo" Venegas, la hábil y movediza mano derecha de Eduardo Duhalde. Nuestro contacto asegura que Venegas ya se hubiera llevado puestos a los pingüinos, de no ser por la invitación a esperar que le propuso su jefe máximo. El de San Vicente le advirtió al "Momo" que aún no ha llegado el momento. La partida de ajedrez continúa. Duhalde está moviendo los hilos correspondientes para aglutinar en un "Verdadero Peronismo" a Puerta, Romero, los Rodríguez Saá, Menem, Schiaretti, De la Sota y Carlos Reutemann, entre otros. El objetivo es lograr la unión de los "ex disidentes" para que nadie haga rancho aparte por allí.
En noticias que poco agradarán a los bonaerenses, nos vemos obligados a reportar las expresiones de nuestra fuente, para quien la provincia de Buenos Aires de Daniel Scioli se encuentra a punto de estallar. "El agujero fiscal es no menor a $5 mil millones, situación confirmada directamente por cierto ex director de estadística provincial a su círculo íntimo. En muy pocos meses, los patacones estarán de vuelta. A sabiendas de lo que se venía, Montoya se hizo echar. No es novedad para nadie que esté dentro".
Ya dentro del cenagoso terreno político, otro dato es que el alcalde marplatense, Gustavo Pulti, se encuentra a punto de abandonar el espacio kirchnerista. El comentario de nuestro contacto es que Pulti jamás olvidará los desagradables aprietes que sufrió de parte del Gobernador Daniel Scioli y del propio Néstor Kirchner. En su momento, lo presionaron para que se sumara a las testimoniales, bajo amenaza de no remitirle los fondos necesarios para obras de infraestructura reiteradas veces prometidas y que la urbe necesita. Las finanzas de Mar del Plata están "al rojo vivo", refiere nuestro envidiablemente conectado topo.
De cualquier forma, es válido asegurar que Gustavo Pulti se movió equivocadamente en el terreno de los números. Su paupérrima visión política lo llevó a congraciarse con el kirchnerismo y a presuponer que los fondos prometidos llegarían. Aún a pesar del apoyo que brindó a Scioli y al Gobierno, lo concreto es que Pulti y el municipio no están recibiendo un centavo de lo prometido. Eventualmente, el intendente de "La Feliz" deberá pagar por los groseros errores de juicio.
Novedades y radio pasillo aparte, el nudo de la cuestión continúa revoloteando sobre la cabeza de los players del espacio opositor : ¿cómo arrinconar al matrimonio sin que la ciudadanía pague los platos rotos?
Mucho se ha especulado con el robo de fusiles FAL desde la guarnición militar de Campo de Mayo. La faena jamás hubiera podido realizarse sin inteligencia previa. Un trabajo que jamás se toman los delincuentes de bajo calibre. Por otro lado, los ejecutores incluso vestían uniformes de fajina. Todos son elementos que debieran ponerse a importante consideración.
El problema que salpica las páginas del Manual del Opositor Inteligente merodea en las tácticas a ejecutar, si acaso la meta es arrinconar a la pareja presidencial. Ya Kirchner, en privado, ha anunciado que hará lo posible por destruirlo todo si acaso los persiguen a él y su mujer. El salvoconducto ya estaría preparado, gentileza de operadores venezolanos que hacen de nexo con Hugo Chávez. Todo lo que necesitan hacer desde la pingüinera es cumplir con la promesa de borrar los subsidios al transporte de un plumazo; igual con todas las áreas. En tal escenario, los opositores se verían obligados a pagar los platos rotos. Mientras los Kirchner montan la huída por la puerta de atrás.
Humildes recomendaciones que quien esto escribe se toma el atrevimiento de hacer, dirigidas especialmente a Eduardo y a Francisco. Un repaso por The Art of War no vendría nada mal. En especial los extractos que sugieren cursos de acción para con el enemigo acorralado. El tratado complementario de Karl von Clausewitz no puede faltar en el cóctel. Ni que hablar de ese manual -casi de perogrullo, como ciertas verdades- denominado "El Príncipe". Pues una dosis de sano cinismo jamás puede faltar en aquel que pretenda autodefinirse como ganador de una contienda.
Por cierto, permítaseme una reflexión : las únicas -y escasas- oportunidades en que Néstor y Cristina no ejecutaron algunos de sus diabólicos planes fue en ocasiones en que perdieron -o dilapidaron- el efecto sorpresa. La mejor, y única, estrategia visible para desalentar al matrimonio a recorrer cierto camino es revelar -a priori- su existencia.
En cualquier caso, la táctica a utilizar no puede estar exenta de dos puntos, aplicables en simultáneo : 1) Acorralar y asfixiar financieramente al oficialismo, siempre a través de medios democráticos como ser, el Congreso de la Nación -alternativa en la que todo el espacio opositor deberá anotarse, de manera incondicional-; 2) Revelar con lujo de detalles los planes de escape del matrimonio, aún en sus ribetes escandalosos.
Una frase inteligente podría comenzar hilando estas palabras : "Mucho me temo que el ex presidente y su señora tienen en carpeta la posibilidad de complicar las variables macroeconómicas, a los efectos de cubrir su obvia responsabilidad en el desastre".
Porque, bien se sabe, las batallas se ganan en la mente del enemigo, mucho antes de llevarse a cabo.
La meta no puede variar en la lista de los principales protagonistas. Ese objetivo no es otro que evitar de antemano una jugada que le permita a la pareja presidencial huír de sus responsabilidades en sus incontables desaciertos al frente del Ejecutivo.
Con ellos, deberán responder sus más acérrimos aliados y laderos, sin importar que -como Alberto Fernández- ahora pretendan venderse a la sociedad como soldados "decepcionados" con el reducto oficialista.
Valga una última aclaración. Nuestra última columna, publicada bajo el título "Si Néstor Kirchner elude la prisión, la democracia quedará herida de muerte", iba especialmente dirigida tanto a Francisco De Narváez como Eduardo Duhalde.
La actual es una sociedad cansada de ver cómo ex presidentes y funcionarios pasan al olvido, con sus travesuras perdonadas y sus patrimonios enriquecidos en cifras inconmensurables.
Hubo una vez, un candidato cuyo slogan era "¿Y si el cambio empieza un día?".
¿Qué mejor momento que el actual, para promover a un verdadero cambio?
Medios como El Ojo Digital han surgido como expresiones de ese deseo. De situaciones que, para la prensa tradicional, han quedado en el olvido, pero que nos han servido para tomar fuerzas y seguir. Instancias como aquella en la que el ex Secretario de Prevención y Lucha contra el Narcotráfico, el menemista Alberto Lestelle -asiduo visitante de nuestras páginas, por lo que nos cuentan-, declaró que "Muchos legisladores, cansados, van y vuelven del baño, para dar discursos brillantes, luego de pegarse un nariguetazo". El funcionario sería removido luego, por las críticas recogidas de aquellos diputados que -efectiva y probadamente- recurrían a los famosos nariguetazos. Lestelle fue abandonado a su suerte por su jefe, porque dio un paso al frente para relatar lo que de verdad estaba sucediendo en el Congreso, y que todavía sucede.
Los referentes de la oposición deberían tomar nota y recoger el guante que les arroja la sociedad. De otro modo, el tan mentado cambio no solo se volverá una utopía, sino que los promotores de su fraseología pasarán, rápida pero indefectiblemente, al olvido.
Por Matías Ruiz, para El Ojo Digital Política.
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Por Matias Ruiz, para El Ojo Digital Política