El romancero peronista. Duhalde, Barrionuevo y la esperada autocrítica. Reutemann-Solá, la fórmula para el 2011. Apostillas sobre gobernabilidad

Los columnistas de rigor y la prensa tradicional continuarán poniendo el grito en el cielo, tras lo que el mundo de los medios masivos suponen es una suerte de luz verde de la oposición para que Néstor Carlos Kirchner y Cristina Fernández Wilhelm sigan haciendo y deshaciendo a su antojo. La casi segura continuidad del grosero esquema de retenciones al agro, sumado al manejo discrecional de los superpoderes del que vienen echando mano los patagónicos son los factores noticiables sobre los cuales los impacientes de turno construyen una torre de críticas contra la oposición de PRO y el espacio duhaldista. ¿Cómo es posible -argumentan- que la oposición haya ganado las legislativas del 28 de junio y que todavía no hayan acusado recibo de la cuota de confianza que les otorgó la ciudadanía? Escenario que conduce al falso silogismo: si la oposición ganó, pues entonces debería pulverizar a los Kirchner en el Congreso de la Nación, antes de que terminen de hacer papilla el país y ponerlo "patas para arriba". Gran parte del periodismo tradicional y una importante porción de la opinión ciudadana se anota en la visión antes descripta. La impaciencia del electorado es previsible, pero no es igualmente aceptable que la prensa continúe a la deriva, sin informarse debidamente. Basta tomar debida nota de la creciente exposición mediática sobre la que se ha montado el gastronómico Luis Barrionuevo. Más recientemente, el gremialista hizo un espacio para la autocrítica del justicialismo -en donde hoy comparte visiones y espacios con Eduardo Duhalde-, así como también remarcó, para aquellos que saben leer correctamente, que el PJ saldrá a marcar la cancha a su debido tiempo. En medio de la evidente partida de ajedrez, el objetivo es no jugar para un kirchnerismo caído en desgracia, que da muestras acabadas de estar persiguiendo una recalcitrante estrategia de victimización. En una breve pero jugosa entrevista que diera al matutino La Nación, Barrionuevo no solo aprovechó para arrojarle rosas a Eduardo Duhalde, sino que también tuvo palabras de elogio para Carlos Reutemann. Y el gastronómico redobló la apuesta: pronosticó que el matrimonio presidencial comenzaría a desfilar por los tribunales del fuero federal dentro de no mucho tiempo más. En el all in -referencia que remite a "apostarlo todo" en el póker- ejecutado por el gremialista, aprovechó para comentar sobre los laderos del kirchnerismo que ya están siendo citados a declaración indagatoria. Y que seguirán más. Pero, entre líneas y no tanto, Luis Barrionuevo adelantó que los Kirchner deberán enfrentar cargos por enriquecimiento ilícito y por las desprolijidades emanadas de las declaraciones patrimoniales que han tomado estado público recientemente. En rigor, y tal como lo había adelantado El Ojo Digital a través de sus fuentes, el pope de los gastronómicos no se lanzó por cuenta propia a promover la figura de Eduardo Duhalde: el caudillo de San Vicente le dio luz verde para hacerlo. En su oportunidad, el desfile del gremialista por los medios, frase en mano, tenía el objetivo de bajar a Francisco De Narváez del caballo. Objetivo cumplido: horas antes de tener lugar el cónclave justicialista de La Plata del pasado lunes 10, el empresario del PRO -y ganador de las legislativas del 28 en la provincia- se arrimó al espacio peronista y recordó, en medio de vítores, que él llegó allí de la mano de Hilda "Chiche" Duhalde. La figura de De Narváez venía siendo alimentada por cierto dúo de laderos. Ellos intentaron sembrar en la mente del ex titular de Casa Tía la idea de que el duhaldismo no era necesario para un armado futuro. Por fortuna para él, optó por escuchar las voces de encumbrados viejos zorros que militan desde hace décadas en la octava sección, y fue así como se decidió a bajarle el tono a la disputa. Las advertencias habían sido claras: si De Narváez se aventuraba en soledad, se le retacearía el apoyo de la estructura, y su victoria del 28 de junio se hubiera desvanecido como lágrimas en la lluvia. A buen entendedor.... Sin embargo, no escasean las opiniones de aquellos que reclaman una autocrítica de parte del peronismo de verdad. Estos hombres -que mantienen notables cuotas de influencia dentro del partido- insisten en este factor, decisivo si la meta es arribar con una buena carga de oxígeno de credibilidad al 2011. Y la autocrítica ya tuvo su puntapié inicial. Fue pionero Eduardo Duhalde en este sentido, expresando en reiteradas oportunidades su arrepentimiento por haber ayudado a colocar a Néstor Kirchner en el pedestal que hoy ocupa. Por otro lado, una forma indirecta de sano autodiagnóstico es ejecutada por estas horas por Luis Barrionuevo, que vuelve permanentemente sobre la necesidad de poner a los Kirchner tras las rejas. En este espinoso aunque apasionante escenario, son dos las preocupaciones que rebotan en la mente del caudillo de San Vicente y las de sus allegados más cercanos. En primer término, evitar hacerle el juego a la Presidente y su marido, embarcados en una táctica abierta de cortinas de humo, que también obedece a un objetivo de autovictimización. Si la oposición retornara al Congreso las facultades para determinar los puntos porcentuales de retenciones y si se borraran de un plumazo los superpoderes, el matrimonio patagónico tendría pie para desgarrarse las vestiduras públicamente y poner pies en polvorosa. En medio de la huída, el país quedaría inmerso en un pandemonium de la noche a la mañana, y la oposición tendría que salir de urgencia a ponerle paños fríos en la frente a un enfermo terminal. La gobernabilidad es prioritaria. En segunda instancia, preocupa a Duhalde la posibilidad de que los Kirchner emprendan la retirada y logren esquivar el accionar de la Justicia. A este respecto, una teoría interesante flota sobre las cabezas de los peronistas bien informados. Cita textual de una fuente de nuestro humilde medio: "Hay que observar con atención los viajes que recientemente viene haciendo la Presidenta, a naciones cuya importancia estratégica es miserable o inexistente para la Argentina. En forma particular, me refiero a los viajes a Honduras y Venezuela, entre otros. El avión presidencial nunca es revisado por Aduana antes de partir, solo por expertos en explosivos por cuestiones obvias. Pudiera ser que los Kirchner se están ocupando de enviar su dinero al exterior en remesas. Todo el mundo se pregunta por la plata que ingresó Antonini Wilson pero nadie analiza el dinero que puede estar saliendo del país". En cualquier caso, el romancero peronista ha dado comienzo en las últimas horas. Carlos Reutemann debe aún dar una respuesta positiva al respecto de si aceptará encabezar la terna presidencial para 2011, aunque se descuenta que dará el sí (entre sus íntimos, ya lo hizo). Para los medios, desparramó flores y loas para Duhalde quien, a su vez, no oculta que el ex piloto de F1 es su primer favorito para la contienda por venir. En los pasillos del poder justicialista, ya es vox pópuli que la fórmula estará integrada por Carlos Reutemann y por el ex gobernador bonaerense, Felipe Solá. Muchos ya auguraban la presencia asegurada de Felipe en el tándem que presentará el PJ en dos años, luego de haber escuchado el discurso que dio en La Plata hace algo más de una semana. Francisco De Narváez, una vez que se despioje del mal elemento de PRO que hace las veces de picasesos tendrá todas las garantías para alzarse con la Gobernación cuando llegue la elección nacional. El aparato de espionaje de los Kirchner, por su parte, comienza a exhibir muestras de evidente malfuncionamiento. Desde Balcarce 50 no han alcanzado a atisbar que el peronismo comienza a reagruparse en la figura de unos cuantos notables. Mientras Duhalde acerca posiciones con PRO y un grupo cada vez más numeroso de kirchneristas decepcionados, desde el espacio justicialista de los Rodríguez Saá se comienzan a dar los últimos toques al aspecto constitucionalista de lo que el partido pretende para los próximos años de la Argentina. Existen iniciativas consensuadas para modificar los aspectos más débiles que arrojara la modificación constitucional de 1994. La meta es -según dicen- dotar de un mayor federalismo al sistema republicano y, en lo táctico, deshacer la corrupta madeja que permite que candidatos con pobre imagen nacional salven la ropa alzándose con la victoria en Buenos Aires. En lo que a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires respecta, también existe consenso para que el distrito cuente, de una vez por todas, con policía propia. Sobre la áspera cuestión de los recursos nadie dice palabra, pero todo indica que el revanchismo hacia la Capital Federal podría tender a desaparecer. Mientras tanto, no deja de llamar la atención la grosera miopía de ciertos funcionarios de alto nivel del kirchnerismo, específicamente Aníbal Fernández -Jefe de Gabinete- por mencionar un caso. Fernández se expresó en duros términos contra Eduardo Duhalde en las últimas horas, declamando que el dirigente "no sabe qué pasa fuera de Lomas de Zamora" -sitio donde reside-. Aníbal Fernández, ex intendente quilmeño, es uno de los objetivos primordiales del duhaldismo. Según declaraciones de encumbrados referentes, no se le perdonará la traición que significó abandonar el espacio peronista para anotarse en la aventura propuesta por el kirchnerismo. Otro de los targets de la venganza será el locuaz José María Díaz Bancalari, vicepresidente del bloque de diputados oficialistas en el parlamento. En otros reportes locales, ha trascendido que el jefe comunal platense, Pablo Bruera, ha comenzado a tender contactos con el PRO y, particularmente, Francisco De Narváez, luego del tonelaje de atropellos a que se ha visto sometido de parte de Néstor Kirchner en persona (el medio Agencia Nova ha elevado un interesante reporte a este respecto). De todos modos, persiste el recelo peronista de cara al futuro curso de acción que De Narváez tome frente a Bruera. Al "Colorado" no se le perdonará que abandone a los referentes justicialistas que le dieron su apoyo irrestricto en las legislativas. El terreno de juego platense se vuelve, por momentos, pantanoso. Las iniciativas inconsultas, los movimientos serpenteantes y la agenda secreta de don Alfredo Atanasoff, ex Jefe de Gabinete en tiempos de Duhalde y luego secretario de Promoción para las Inversiones, Exportaciones y Cooperación Internacional bonaerense durante la administración Scioli han herido más de una susceptibilidad, y cierto núcleo de portentosos militantes "se la tiene jurada". En momentos en que la realidad política argentina se torna aún más escarpada, la Presidente Cristina Fernández y su esposo han pergeñado un, cuando menos, cuestionable deal para echar mano de los derechos de transmisión del fútbol local, y han fijado la agenda de la Corte Suprema de Justicia para -desde lo ideológico- no penar el consumo de estupefacientes. Rimbombantes bombas de humo que podrían trocar en bombas de tiempo, cuyas esquirlas salpicarán -indefectiblemente- a una sociedad desguarnecida y ampliamente bastardeada. Por Matías Ruiz, para El Ojo Digital Política. Email : elojodigital.com -arroba- gmail.com.