En busca del "Antídoto K". La Presidente Cristina Fernández, el fútbol y las frases de cabecera
A principios del siglo XX, se publica una de las obras clásicas más importantes de la literatura, compuesta en base a una serie de siete novelas intituladas "En busca del tiempo perdido". Esta es, tal vez, la más destacada e influyente obra de la literatura del siglo bajo referencia.
21 de Julio de 2010
Su autor, Marcel Proust, genio literario de origen francés, da al lector -mediante un juego de palabras-, la chance de realizar otra búsqueda mas tangible: la búsqueda de una especie de fármaco contra este tóxico llamado NK, el cual parece ser favorecido por las derrotas.
El 28 de junio pasado, los Kirchner recibieron la peor noticia que podía sostener su alma: la tan temida derrota electoral, que modifica sus planes hegemónicos para continuar estos 2 años y medio que restan hasta el 10 de diciembre de 2011.
Perder el manejo del parlamento, es para ellos resignar una de sus principales armas, tal vez más importante aún que la conjunción de ambas, sumando el manejo de los medios. Pero, suponer que los K habrían de resignarse hasta el próximo 10 de diciembre, es desconocer su esencia y naturaleza.
Luego de ensayar excusas absurdas para justifica su derrota, por ejemplo, la interpretación antojadiza de los porcentajes electorales, culpando al electorado de su incomprensión y las comparaciones ridículas de Cristina en su conferencia de prensa posterior.
Su comportamiento, por contrario, fue asumir una serie de iniciativa en estos días, manipulando el poder que todavía mantienen.
Su embate contra el Grupo Clarín aumentó en forma exponencial. El choque llegó al capítulo en que el Estado se hiciera cargo de la transmisión del fútbol profesional. Sobresale luego la inexplicable energía con que la mandataria se ha dirigió al periodismo, culpándolo de haberla sometido a un "fusilamiento mediático".
Palabra olvidada, lamentable y poco feliz para referirse a las opiniones, no siempre complacientes con el oficialismo, del periodismo sobre su comportamiento irracional y hasta a veces infantil de persecución, hasta en sus propias filas y en la oposición.
También en un ataque de bondad, el Gobierno volvió a exponer su mirada en torno de cuáles son las causas de la pobreza y cuáles deberían ser los caminos para superarla.
Así anunció el viernes último otro "mega plan", el que nos muestra una vez mas que si alguna esperanza nos quedaba de que el Gobierno reaccionara y encauzara el resto de su mandato en una dirección noble, aquella se disipó el viernes. Solo bastó con escuchar a la presidente exponer sus comentarios al anunciar un plan de $15.000 millones para luchar contra la pobreza.
La infortunada intervención de Cristina Fernández se convirtió en una combinación de rencor y culpas que sirvió para descubrir la falta de información que posee el Gobierno sobre las verdaderas causas de la pobreza y qué caminos es necesario desandar para superarla.
Pero el absurdo de sus referencias llegó el día del lanzamiento tan esperado de la oficialización del fútbol gratuito. Dijo: "No queremos una sociedad de secuestros. Ni de secuestros extorsivos, ni de secuestros de goles, ni ese país en donde desaparecieron 30 mil personas", desconociendo contundentemente que los goles no fueron secuestrados, sino "vendidos" por su nuevo socio, el dueño de AFA y Vicepresidente de FIFA, Don Julio Grondona. Ese mismo que asumió en épocas de la dictadura militar, tan repudiada por ella, en su alarde de la defensa de los derechos humanos.
"Este, el de hoy, es uno de esos bienes. Todo ciudadano debe ser tratado igual, sea cual sea su poder adquisitivo. Faltan hacer muchas cosas. Mientras a un solo argentino le falte cosas básicas, estaremos en deuda. Los dirigentes de todos los clubes han tenido mucho valor para enfrentar demasiadas cosas. Sería bueno que otros sectores de la sociedad tuvieran el mismo valor, especialmente los de mayor responsabilidad institucional", dijo la Presidente.
Resulta ingrato informarle a la fogosa disertante que su deuda -aun después de seis años- es enorme para con la sociedad.
Tal vez algún día esa igualdad les llegue a los 7.200.000 millones de pobres de esta Nación. Deseamos que -al igual que con el fútbol- pueda cumplir con las promesas que realizó en Tartagal, cuando fue a la zona de desastre.
Solo deseo recordar a la Señora Presidenta que estos también son argentinos que merecen su máxima ocupación, y no poseen televisión.
Por Francisco Montesano, TotalNews.com.ar.
http://blogs.clarin.com/conflictos-y-dilemas/posts
Por Francisco Montesano, TotalNews.com.ar