El trámite fugaz de la Ley de Medios K, bajo la mirada desatenta de una sociedad que se alimenta del olvido
El Kirchnerismo precisaba de una ultima demostración a la sociedad de su converso régimen dictatorial -que se había iniciado en 2003 como una democracia-, con la aprobación por la vía del fórceps de las leyes que necesita para mantener cautivo a casi el 70% de la población que el 28 de junio le dijo, contundentemente, NO.
21 de Julio de 2010
El matrimonio presidencial ?inédito sistema de gobierno, pero muy argentino- ha ido evolucionando desde una primer etapa denominada democracia formal, que reserva a la soberanía popular la ilusión de las elecciones, pero en su accionar resulta vulnerada hasta concluir en un Estado opresor.
Pero para no repetir este presente deshonroso de nuestra decisión del 28 de junio, debemos "no olvidar" y tener vivos aquellos alcahuetes que hicieron posible estos desatinos.
Se los presento: Marita Perceval, Mónica Troadello, Luis Viana, Elida Vigo, Eduardo Torres, Marcelo Fuentes, Nanci Parrilli, Miguel Pichetto, César Gioja, Marina Riofrío, José Pampuro, Eric Calcagno, Silvia Giusti, Haideé Giri, Fabián Ríos, Isabel Viudes, Blanca Osuna, Daniel Filmus, Ramón Saadi, Fabio Biancalani, Elena Corregido, Marcelo Guinle, Pedro Guastavino, José Mayans, Adriana Bortolozzi, Guillermo Jenefes, Liliana Fellner, Rubén Marín, Silvia Gallego, Ada Maza, Teresita Quintela, Ana Corradi de Beltrán, Julio Miranda, Daniel Pérsico, Nicolás Fernández, Jorge Banicevich, Ada Iturrez, María Dora Sánchez, Rubén Giustiniani, Mario Colazo, Horacio Lores, José Martínez, María Rosa Díaz y Carlos Salazar.
Todos ellos votaron, sin dudarlo, no por convicción y si por obediencia o por la manipulación K (efecto conocido como "La Billetera").
Este nefastos sistema político kirchnerista hizo que no parpadearan en negociar con el hijo de Antonio Domingo Bussi, por el voto de Carlos Salazar, aunque su padre integró activamente la dictadura que, entre otras cosas, nos secuestró "los goles", ni en agregar a su lista de adeptos al ex gobernador de Catamarca, Ramón Saadi, olvidando la inapelable oposición que realizó la ex legisladora Cristina Fernández, quien le impidió el ingreso como Senador a raíz del crimen de la joven María Soledad Morales.
Todos estos manejos espurios nos llevan a una desconsolada conclusión: Néstor y Cristina Kirchner no secuestraron a una aún indeterminada cantidad de personas; nos secuestraron a todos aquellos que estamos contra el autoritarismo y que lo expresamos oportunamente hace solo 90 días. Somos rehenes de sus designios de un poder omnímodo.
No solo los medios nacionales, sino también los extranjeros, se expresaron en oposición a esta ley, como el diario "El País" de España, que escribió en su editorial: "La nueva ley de Medios Audiovisuales será un instrumento formidable en manos del Gobierno y en contra del Grupo Clarín, al que Néstor Kirchner protegió durante su mandato, pero que al que ahora considera su principal enemigo. En términos generales, la ley busca la atomización del mercado audiovisual, impide la existencia de empresas fuertes a nivel nacional y plantea una serie de requisitos de difícil cumplimiento...".
Mientras en el recinto se discutía la ley (perdón por el eufemismo), en la Plaza, un grupo de rufianes vivaba su aprobación: el circo romano -con todo su esplendor- renacía. Cabal muestra de la metodología K de estos últimos 6 años.
Los dichos del Jefe de Gabinete resultan elocuentes: "El objetivo se cumplió. La Presidenta firmó la promulgación de la ley y ya está publicada en el Boletín Oficial", afirmó en conferencia de prensa desde la Casa Rosada.
Es por demás significativo el uso de la palabra "objetivo". Esta no precisa mayores detalles.
Lo que comienza ahora es una pelea feroz por quién se quedará con el negocio que deberán dejar los principales grupos. El holding Clarin planea impulsar una ola de juicios y otros grupos empresarios de medios, como el de Daniel Vila (América) y el español Prisa (Continental), preparan sus propias estrategias judiciales.
Sus abogados presentaran recursos de amparos y otras medidas, en simultáneo con la campaña pública contra la reforma. Indudablemente, los mas beneficiarios de la ley serán las cooperativas de servicios públicos del interior, ya que esas redes pueden ofrecer el Triple Play (cable, teléfono e internet) que hoy solo les provee Telecentro.
Un detalle pendiente es cómo se financiará la democratización de los medios que promete la ley, que reserva un 33% del espectro radioeléctrico a las ONG, clubes y organizaciones sociales, no esta claro cómo se solventarán estas emisoras sin un capital inicial, o tal vez ocurra lo mismo que el "futbol para todos": una iniciativa por demás deficitaria para el Estado o, lo que es lo mismo, para todos nosotros.
Pero el Parlamento también sancionó leyes como la de Obediencia Debida y Punto Final que no solucionó el problema, o la de la convertibilidad que desemboco en una crisis ruinosa, así como la privatización de Aerolíneas Argentinas, que ahora volvió a estatizar, en definitiva esta aprobación es solo el principio del fin.
Por Francisco Montesano, Periodista.
Blog: http://blogs.clarin.com/conflictos-y-dilemas/posts
Por Francisco Montesano, TotalNews.com.ar