Por los Derechos Humanos...
El próximo 10 de diciembre, se cumplirán 26 años de la joven, inmadura , insolente y feliz democracia que se instaló en nuestro amado país, aquél inolvidable día caluroso del año 1983.
21 de Julio de 2010
Recuerdo que festejaba porque los adultos lo hacían, dado que la información que adquiríamos en la escuela primaria, era un humilde pero ansioso esbozo de lo que aquello significaba.
Una vez más, flameando por cientos, por miles, los colores de la Patria; aunque con otro significado: ¡Libertad! Libertad para expresarse, opinar, cuestionar, aprender,saber y conocer.
Y así, fuimos empezando otra vez de cero, con alegría y muchas ganas de volvernos grandes y sabios.
Las manifestaciones a favor y en contra pulularon por las calles; todos participábamos, teníamos ese derecho. Todos por igual.
Este fenómeno se constituyó en respeto mutuo y la aceptación de las diferencias de concepto.
Lamentablemente, el peso de la Historia no perdona. Los ciclos vuelven a repetirse, inexorablemente.
Ya no están aquellos que reprimieron a golpes el disenso y la lucha por los ideales. Pero sí están los que dividen a este Pueblo que alguna vez soñó ser uno, hombro con hombro, luchando por salir adelante con dignidad, respeto y comprensión.
Una vez más, nos hemos vuelto un pueblo sometido; sólo cambiaron quienes detentan el poder. Y no sólo me refiero al poder político.
Estamos indefensos ante quienes blanden con impunidad asombrosa, cuchillos, navajas, pistolas y nos quitan la vida por monedas.
Y cada vez, los niños y adolescentes son los instrumentos predilectos para cometer toda suerte de vejámenes, sin importar se trate de degollar ancianos en sus domicilios, asestar un disparo en medio de la frente a un conductor de automóvil que está en su horario de trabajo, acuchillar una compañera de escuela por ser bonita... ¿Cuánto más habrá que tolerar en las noticias?
A estas alturas, me gustaría hacer una salvedad: felicito a las Madres y Abuelas por su dedicación ante la búsqueda de hijos y nietos desaparecidos, muchas veces en deleznables actos. Pero detesto relatar cierto episodio en la que fui testigo recientemente, en el que aquellas piadosas señoras defendieron a un pequeño delincuente que acababa de robar, sacándoselo de las manos a un policía, frente a Plaza Congreso.
Desde luego, esta no es la mejor manera de engrandecer su faena frente a los Derechos Humanos.
Entonces me pregunto, haciendo eco de miles de voces que gritan desde sus miedosos y fieros corazones...
¿Dónde están los Derechos Humanos? ¿Para quiénes son?
Da la impresión de que la Argentina merece una respuesta. Pues, hasta donde recuerdo, democracia es sinónimo de Libertad e Igualdad para todos los ciudadanos.
Por Lía Tamagno -Comunicadora Social-, para El Ojo Digital Sociedad.
E-mail: liatamagno (arroba) hotmail.com.
Por Lía Tamagno, para El Ojo Digital Sociedad