POLITICA: POR JORGE AZAR GOMEZ, EX REPRESENTANTE DE LA REPUBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY ANTE LAS NACIONES UNIDAS

Perdón... ¿quieren que les pidamos perdón? Jorge Busti y su nunca revelado interés por la instalación de pasteras en Entre Ríos. Advertencia para el Presidente José Mujica

Una visión infaltable en el conflicto argentino-uruguayo de cara a la problemática de las "papeleras", Botnia y los piqueteros de Gualeguaychú.

21 de Julio de 2010
En la Argentina, todo cambia. Desde hace más de tres años, los Kirchner, el "canciller tirabombas" Taiana, el entrerriano Jorge Busti y los piqueteros nos tienen acorralados a nosotros, pues lo de Gualeguaychú era un "tema nacional". En todo ese tiempo, agraviaron y despreciaron al presidente Vázquez (a quién yo no voté), quien representaba a todos los uruguayos y a nuestra dignidad. En una mesa, sentado delante de un gran retrato de Vázquez con la leyenda "Vázquez traidor", el "canciller tirabombas" Taiana embravecía a los piqueteros con una enfervorizada arenga contra el Uruguay y contra Vázquez. Hoy, el "tema nacional" han pasado a ser Kirchner y su lucha por convertirse en un burócrata internacional, y es así que aquellos que antes nos acorralaban, ahora simulan acorralar a los piqueteros subversivos para que dejen el corte y permitan la integración de Kirchner a la burocracia internacional. Piensan que el Presidente Mujica se "traga esa pastilla". Yo considero que, aún cuando saquen a los piqueteros a balazos, o los piqueteros se vayan por propia decisión, Uruguay no debe darle el voto a Néstor Carlos Kirchner para UNASUR. La dignidad de Uruguay y de los uruguayos está por encima de esta "movida política" de los Kirchner que, dado que ya no pueden convivir como matrimonio ni como "sociedad ilícita para delinquir políticamente", tienen la necesidad de separarse "dignamente". Esto es, logrando que Kirchner se vaya a vivir a Quito y deje a su mujer respirar, y facilite a Chávez un mejor gerenciamiento de la Argentina. Además, por una sencilla razón, Argentina aún no ratificó el UNASUR y no creo que lo logre, pues necesita mayorías especiales en el Congreso de la Nación. Mayorías que hoy Kirchner no tiene; y Uruguay no puede comprometer el voto a un candidato cuyo país no ratificó el tratado de UNASUR, como tampoco lo hizo el parlamento uruguayo. Por lo tanto, hoy por hoy, UNASUR es una simple expectativa que solo cuatro países han ratificado, debiendo tener -para su vigencia- la ratificación de los Congresos de nueve países como mínimo. El artículo 26 del Tratado refiere que ?el presente tratado constitutivo de la UNASUR entrará en vigor 30 días después de la fecha de recepción del noveno instrumento de ratificación". Sólo cuatro sobre doce estados firmantes (Ecuador, Venezuela, Guyana y Surinam) ratificaron el tratado, que, por lo tanto, no puede entrar en vigencia. Y, no estando en vigencia UNASUR, llama la atención que se concreten permanentes reuniones de mandatarios y/o cancilleres, las cuales solo servirán para meditar. En muchos de mis artículos, yo le expresaba al presidente Vázquez (a quien en su momento no voté) que pise fuerte, pues a un pueblo con dignidad no se le acorrala; hoy, le repito lo mismo al Presidente Mujica (a quién tampoco voté). También le sugería que debería contarse la verdadera historia de porque la "papelera" se instaló en Uruguay y no en Entre Ríos. Consideré siempre que, tanto el pueblo argentino, como el uruguayo deberían conocer esa bien oculta verdad. Creo que esta reseña que a continuación voy a desarrollar y que se escribió en 2006, aclarará cómo en Argentina todo cambia, al ritmo de las valijas repletas de dólares y a los intereses particulares, dejándose a los nacionales de lado. Hoy, Uruguay les debe dar las gracias a Néstor Kirchner y a José Pedro Busti, pues gracias a su avaricia imparable hicieron que Botnia resolviera radicarse en Uruguay. "Jorge Pedro Busti, el Chino -líder del Partido Justicialista de Provincia de Entre Ríos- trabajó en el pasado para que en su territorio, sobre la orilla argentina del río Uruguay, se instalaran plantas de producción de pasta de celulosa. Quienes conocen al gobernador se sorprenden que hoy declame acerca de las posibilidades de contaminación de la corriente fluvial, cuando en el pasado promovió esa industria. Y Busti nunca explicó en detalle qué ocurrió (U$S y porcentajes desmedidos) para que los proyectos fracasaran en Entre Ríos pero, más tarde, prosperaran en el Uruguay. En el caso de Jorge Busti, el problema de fondo, evidentemente, no se debe a la contaminación, sino al despecho y la frustración por haber perdido su participación en el negocio. Fue ese el motivo por el cual Néstor Kirchner luego le soltó la mano. Cuando Jorge Busti fue gobernador de Entre Ríos, en 1987, viajó a Finlandia para conocer el desarrollo de la industria de la celulosa y el papel, e instruyó a sus colaboradores inmediatos para estrechar contactos con empresas españolas, consultoras suecas y el propio gobierno finlandés. Busti participó del Proyecto de Cooperación Científica, Técnica y Económica para el Desarrollo Foresto-industrial, firmado entre Finlandia y las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Misiones, diseñado por la consultora Jaakko Poyry, de Helsinki, en 1988, que apuntaba a atraer el interés de futuros inversionistas en las industrias de la celulosa y el papel. Promovió las exportaciones forestales de Entre Ríos, que carecían de valor agregado. Fue el caso de los rollizos para uso en la industria de la celulosa. En tanto, Busti aspiraba a conseguir una industrialización con mayor valor agregado, que ocupara mano de obra. En 1988, Busti intentó instalar una fábrica de pasta celulósica, cuyo proyecto alcanzaba los US$600 millones, junto con las empresas Arcor, Nobleza Piccardo (British Tobacco) y un grupo de capitales canadienses. Jorge Busti promocionó la iniciativa en su provincia, pues les daría trabajo permanente a mil personas en una planta industrial sobre el río Uruguay. El entonces gobernador entrerriano negoció con Fulvio Pagani, presidente de Arcor, ofreciéndole las forestaciones correspondientes para facilitar la elaboración de pasta celulósica, destinada a abastecer el consumo interno y para exportar a Europa, de acuerdo a lo explicado por el propio Busti en declaraciones periodísticas de la época. Se desconocen qué normas de protección ambiental se proyectaban para esa planta y qué estudios de impacto ambiental ordenó Busti. Mas sí se conocen estudios de factibilidad que realizara el Citibank. Arcor y British Tobacco/Nobleza Piccardo trabajaron durante dos años con el gobierno entrerriano, con reuniones periódicas en Arroyito -Provincia de Córdoba-, Ciudad de Buenos Aires, Paraná, Concordia, Federación y Paraná, donde fue habitual encontrar a Fulvio Pagani, fundador de Arcor, empresa que siempre trabajó en la integración vertical de su producción, y por eso tiene una fábrica de cartón corrugado y otra de packaging. Busti cesó su mandato en 1991 y lo reemplazó a quien él eligió como su sucesor, el intendente municipal de la capital Provincial, Paraná, Mario Armando Moine, un supermercadista que también intentó ubicar a Entre Ríos como territorio elegible para las inversiones forestales. Busti y Moine fueron responsables de la ampliación de la superficie forestal entrerriana, con eucaliptos, pinos y salicáceas. La perseverancia de Busti y Moine provocó las millonarias radicaciones de Masisa, en la ciudad de Concordia, y de Sadepan, en Concepción del Uruguay. Pero, en diciembre de 1994 tuvo lugar el "Efecto Tequila": la Convertibilidad sufrió una crisis y las inversiones extranjeras se retiraron del mercado argentino. De todos modos, en 1995 Busti regresó como gobernador de Entre Ríos, y una de sus decisiones iniciales fue profundizar el diálogo con el consorcio canadiense Miller Western Pulp, firmando memorandos de entendimiento y de prefactibilidad para el proyecto. Busti también viajó a España, para tratar con los directivos de la empresa Iberpapel, quienes ya habían invertido en forestación en Villa Elisa, Entre Ríos. Los citó para solicitarles que industrializaran su madera en territorio entrerriano. El presidente de Iberpapel por aquel entonces era Jaime Echevarría Abona. Jorge Busti lo recibió en la Casa de Gobierno provincial, para buscar coincidencias, explicando la necesidad de la inversión en la industria celulósica, por la importancia en la generación de riqueza y por la gran ocupación de mano de obra que traería aparejada. ¿Qué ocurrió con la finlandesa Botnia, que llegó a interesarse en un proyecto en Entre Ríos? Abundan las especulaciones al respecto. Nadie profundizó en busca de respuestas (aún), aunque sí han sido publicadas. Más tarde, irrumpió Botnia en Fray Bentos, Río Negro, Uruguay, junto a la española Ence. Y Busti quedó fuera de la negociación. Fue entonces que el gobernador adhirió al discurso de la contaminación. Llama la atención que en toda esta reseña, no aparezcan menciones al respecto de que los vecinos de Gualeguaychú hayan enunciado discurso alguno sobre defensa ambiental durante los años en que se especuló con la instalación de una planta en territorio entrerriano. Ni siquiera se expresaron, aún cuando se llevaron a cabo incontables audiencias públicas con la asistencia de la población en general y de los "asalariados" que hoy dirigen el piquete subversivo. Ahora, tienen el tupé de intentar "exigir" que el Presidente Mujica pida perdón por haberse violado el estatuto del río Uruguay. Pero entonces, ¿quién le pide perdón al Uruguay y a los honestos habitantes de la República Argentina, por haber violado el Artículo 14 de la Constitución Argentina y el tratado del MERCOSUR en lo que respecta al derecho de libre tránsito de bienes y personas? Bien lo señaló el presidente Mujica: "Perdón piden los novios". Esto, en buen romance significa: "Decile a Chávez que te pida perdón". Presidente Mujica: no cruce más "el charco". Siempre le venderán expectativas y -como su antecesor, el presidente Vázquez-, terminará ocurriéndole que se volverá con las manos vacías. No pretenda tampoco que piensen pues, como decía alguien: "Si el caballo pensara, se acabaría la equitación". Y, como Ud. sabe, al matrimonio presidencial no le agradaría que la equitación desaparezca. Para finalizar, un material ciertamente jugoso, donde se observa a Jorge Busti dos décadas atrás. Eran tiempos en que ocupaba el rol de gobernador de Entre Ríos y se hallaba "bien entreverado en el negocio de las papeleras". Allí, anunció la instalación de una fábrica de celulosa sobre el Rio Uruguay, explicando que era una espléndida inversión para la República Argentina. Mejor que mis palabras, invito al lector a pasar revista al video en el siguiente link: Jorge Busti (video) - sitio web Observa.com.uy, de Montevideo: "Cuando Busti quería a las papeleras" Por Jorge Azar-Gómez, ex Representante de la República Oriental del Uruguay ante las Naciones Unidas. e-Mail: azarjorge (arroba) hotmail.com.
Por Jorge Azar Gómez, ex Representante de la República Oriental del Uruguay ante las Naciones Unidas