SOCIEDAD - PSICOLOGIA Y SEXOLOGIA: POR SANDRA LUSTGARTEN, PARA EL OJO DIGITAL SOCIEDAD - SEXOLOGIA, PSICOLOGIA Y RELACIONES

"Él no me quiere"

Llegar a esta conclusión después de intentar negarla suele ser difícil. La mayoría de las veces hay demasiadas señales para enterarse de que las cosas no son como uno quisiera que sean.

21 de Julio de 2010
Pensamos que todo lo que hacemos será mirado por el otro hasta que se dé cuenta que realmente somos lo mejor que le pudo pasar, pero infortunadamente a veces el amor no llega así, uno puede enamorarse de la persona errónea y por sobre todo en general enamorarse de la más fría y distante emocionalmente. Cuando no hay cuidado, comprensión, cuando todo pasa por ser el centro de todo en forma egoísta, cuando no median los intereses o necesidades del otro, cuando no hay devolución en forma amorosa, cuando la demanda supera el amor, cuando uno no puede colocarse en el lugar del otro, entonces reconocemos, "él no me quiere". "Cuando pude ver que él no me quiere, sentí un terrible dolor, me sentí sola, creí que no lo podría superar, su indiferencia y su altruismo me hicieron darme cuenta que alguien que te quiere no puede lastimarte despreocupadamente, empecé a sentir bronca por su desamor y a decirme que él no se merece que yo lo ame, el amor debe ser recíproco, correspondido, de lo contrario siempre perdemos en esa posición". Siempre en la pareja hay uno que ama más y por ende sufre más, llega un momento en el que con el caballo cansado de esperar pequeñas limosnas decidimos retirarnos para no sentirnos defraudados, después de dar tanto y reconocer que uno no fue valorado. "Tuve que darme cuenta que ya no puedo mendigar amor, que lo he dado todo para ser amada, pero no quiero tampoco gratitud, prefiero volverlo ese amor hacía mí, para poder entregárselo a quién sea merecedor de este amor que no ha sido reconocido como importante". Cuando a falta de atención, te das cuenta que poco le importas al otro, que lo que reclama para sí está muy lejos de lo que puede dar, que lo que pide es solo para saciar su hambre, su frío y llenar su vacío, pero que la demanda no es de amor, sino absolutamente material. Entonces podes ver que tu realidad no es la misma que la realidad del otro, que seguramente no elegiste a la persona que creíste, que idealizaste, creyendo lo que querías ver, una fantasía que solo sirve para detener el tiempo, para disfrazar lo real, para engañar la psiquis. Pero las fantasías duran poco, en seguida se desvanece la ilusión enfrentándonos con la realidad. Él no me quiere, me hace cuestionarme acerca de sí uno se quiere a sí mismo, ya que cuando existe la posibilidad de hacer ese planteo es porque llegamos a un punto de no retorno, cuando se dieron diferentes motivos que evidenciaban la falta de amor, cuidado y consideración. "Sólo le pido a Dios me ayude a sanar mi alma, volver a ser yo misma, poder recuperarme, sentirme bien conmigo misma, volver a creer, para poder volver a amar". La pregunta es "¿Porqué queremos a alguien que no sabe querer?". Pienso que es tan sencillo como entender que queremos a alguien que no sabe querer simplemente porque no nos queremos.Una persona que se quiere a sí misma, que se considera, que se valora, que se respeta por sobre todo, no se queda junto a quién la lastima, no se queda a ningún costo con alguien que no la respeta, no sigue esperando junto a quién no la valora, no le pone el cuerpo a quién la lastima. Comprender que el otro no muestra un sentimiento sincero produce mucha angustia pero cuantas veces que el otro nos quiere aunque demuestre lo contrario, y negando la evidencia de un sentimiento no correspondido, esperamos lo impredecible creyendo que estamos en el lugar que tenemos que estar, y cuando llegamos a notar la realidad entonces es tarde, o se nos vuelve imposible cambiar la situación y ser felices. El "no me quiere" implica un fracaso; es verdad, pero no significa que no seamos queribles. Solo implica que no somos para esa persona, puede haber muchas personas que nos quieran y que nos acepten como somos, sin embargo no le damos cabida, ni oportunidad porque nuestra mirada está puesta en el lugar de la no correspondencia. Por Sandra Lustgarten -Psicóloga, Sexóloga-, para El Ojo Digital Sociedad. e-Mail: sandramutch2003 (arroba) yahoo.com.ar.
Por Sandra Lustgarten (psicóloga, sexóloga), para El Ojo Digital Sociedad