Un Bicentenario que se perfila para el olvido
Ramón "Palito" Ortega solía decir que no volvería a la política, porque para hacer política "hay que echarle la honra a los perros". Declaró -en todo reportaje que se le hizo del 2001 a la fecha- que la política era cosa del pasado, que existían demasiadas "cosas sucias"...
21 de Julio de 2010
El viernes me encontré con esta fotografía de la visita de Eduardo Alberto Duhalde a la localidad bonaerense de Luján, en una conferencia de prensa donde se mostraba el cantautor junto a la senadora Hilda "Chiche" de Duhalde de un lado y su esposo Eduardo del otro. Allí estaba el hasta hoy "autoexilado" de la "sucia política", Ramón "Palito" Ortega.
Me pregunté, después de todo lo que dijo y declaró, ¿qué estaba haciendo ahí?
Si se le ocurre volver, porque sabe y lo comprobó como Gobernador de Tucumán, Secretario de Estado, Senador Nacional y precandidato mimado de Carlos Saúl Menem -al que terminó traicionando-, que la "sucia política", le dejó muy buenos dividendos. A lo mejor quiere volver para ver si a Duhalde "se le cae un vuelto". Pues bien; allí estaré para decirle "STOP". Mi mente ya no se encuentra obnubilada por sus mentiras. Ya no cuenta con mi lealtad -pues jamás fue merecedor de ella-. Guardo en mi memoria y en un escrito, a buen resguardo, un sinfín de detalles y cosillas que algún día y en el momento oportuno saldrán a la luz. Lo siento por aquellos que aun creen en El, pero "la única verdad es la realidad".
Luego, me topé con este otro capítulo del "culebrón" del Bicentenario:
Polémica porque Cobos y ex presidentes quedaron fuera de los actos. El Vice dijo que ya se acostumbró a no ser incluido en el protocolo. Continuó la pelea entre Cristina y Macri por la gala del Colón.
La lista de invitados a la exclusiva cena que se hará el 25 de Mayo -sólo habrá 200 cubiertos como símbolo de los 200 años de la Patria- no incluye a los ex presidentes democráticos Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde e Isabel de Perón. Sólo estará Néstor Kirchner, en su doble condición de ex presidente y cónyuge presidencial.
Tampoco figura el Vicepresidente, Julio Cobos, aunque sí irán otras autoridades legislativas, incluso radicales como el diputado Ricardo Alfonsín y el senador Juan Carlos Marino, vicepresidentes de sus respectivas cámaras.
Esas exclusiones fueron cuestionadas por la oposición. Así, Elisa Carrió consideró "importante" que "todos los argentinos celebremos unidos esta fecha histórica y reflexionemos sobre nuestro pasado para poder mirar el futuro". En el mismo sentido se expresó el peronista Francisco De Narváez.
A ello se suma el desplante de la Presidente, Cristina Fernández, al jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, en la reinauguración del Teatro Colón el lunes, un acto al que incluso ha confirmado su presencia el presidente uruguayo, José Mujica.
Esta es la única gala del Bicentenario que encabezará Cobos, quien confirmó ayer que irá a ese evento, a la vez que anunció que no estará en la cena protocolar que la Presidenta encabezará el martes en el Salón Blanco de la Casa Rosada.
Cobos contó que no fue invitado a esa velada histórica pese a que así lo indica el protocolo ya que, más allá de su realineamiento político junto a la oposición, aún sigue siendo el segundo en la línea de sucesión presidencial.
"A los actos del Bicentenario organizado por el Poder Ejecutivo no he sido invitado. La historia habrá querido que sea así. Veremos después si en el futuro se encuentran las respuestas a los interrogantes que hoy tenemos", se lamentó el Vice durante un acto en la localidad cordobesa de Inriville.
Igual, no se mostró sorprendido: "Desde el 17 de julio de 2008 que no formo parte del protocolo del Gobierno. Así que esto no constituye ninguna novedad", en referencia al día en que votó contra el proyecto de retenciones móviles a la soja que impulsaba el Poder Ejecutivo.
Durante la tarde de ayer, el Gobierno también había admitido que no había invitado al Vice a la gala del 25 de Mayo porque su posición política es contraria a la gestión K.
En declaraciones radiales, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se preguntó por qué la Casa Rosada tendría que haber hecho lo contrario: "No sé en condición de qué hay que invitarlo, ya que no cumple con las funciones de un vicepresidente".
Más allá de su presencia en el Teatro Colón, Cobos centrará sus festejos por el Bicentenario en Mendoza. Así como no fue invitado a la cena de gala del 25 en la Casa Rosada, tampoco nadie del Gobierno lo llamó para hacerle un lugar en el Tedéum que se hará en la Basílica de Luján.
La novela política del Bicentenario sumó un nuevo capítulo ayer entre Cristina y Macri. El jefe de Gobierno (que sí está invitado a la cena del 25 e irá) discó por la mañana los números de la Casa Rosada y de la Quinta de Olivos y pidió una comunicación con la Presidenta. Tenía previsto pedirle que recapacitara y que asistiera a la reinauguración del teatro Colón.
Pero Cristina no lo atendió ni le devolvió el llamado y esa actitud fue un mensaje en sí mismo: ya no queda ninguna posibilidad de una foto juntos en la celebración porteña de los 200 años de la patria.
La Presidenta no habló en primera persona, pero sí lo hizo a través del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien aclaró que "no hay marcha atrás" en la decisión.
"No se pueden obviar los agravios y hasta los insultos personales. La Presidenta iba a participar a pesar de las diferencias políticas y personales con Macri porque, precisamente, de eso se trata la construcción en el marco de una sociedad moderna", sostuvo.
La mejor muestra de que el kirchnerismo no se sentará a rever su postura es que sus referentes ya comenzaron a devolver las entradas que tenían asignadas.
Después del inesperado cruce epistolar del jueves por la noche, Macri también se llamó a silencio. Al igual que en el kirchnerismo, el que habló fue el jefe de ministros, Horacio Rodríguez Larreta.
"Yo no sé si encontraron un argumento para no venir -dijo-, la verdad que no entiendo". Larreta pareció pasar por alto las declaraciones de su jefe del día anterior, cuando había dicho que no estaba contento con la presencia de Néstor Kirchner en el Colón, para acompañar a su esposa
Diario Los Andes, sábado, 22 de mayo de 2010.
Cinco mil militares desfilaron y su paso fue presenciado por una multitud. Ante la ausencia de la señora Presidente, el evento estuvo encabezado por el jefe de Gabinete, el ministro (c)Aníbal Fernández. Asistieron los funcionarios Florencio Randazzo, Nilda "Nunca ví un Fal" Garré y Débora "la stalinista" Giorgi. También se vio a Daniel "el comodín K" Scioli y a su señora esposa Karina Rabolini. Estos integraron el palco oficial, donde la ausencia de la Comandante en jefe de las Fuerzas Armadas se puede tomar, sin duda alguna, como una ofensa. ¿Por qué?
Nuestra Presidente debió tolerar incontables horas de un desfile "chavista" con milicias populares de la República Bolivariana de Venezuela incluídas, pero no tuvo la posibilidad de presenciar un desfile que dio inicio a las 13.05 horas del mediodía y finalizó a las 15.00 hs., en el que no desfilaron tanques, carros blindados, automotores y la respectiva artillería por falta de mantenimiento. Tampoco hicieron su pasada los aviones de nuestra gloriosa Fuerza Aérea, pues también exhiben problemas mecánicos. El cielo plomizo sirvió de secuaz para que el Gobierno mintiera nuevamente y en forma descarada, despuntando que las condiciones climáticas no hacían conveniente la salida de las máquinas para sobrevolar los cielos de nuestra Patria. Patria que hace 28 años salieron a defender en el espacio aéreo de nuestro Sur e Islas Malvinas, en un bautismo que sería de fuego.
Quien esto escribe sintió esa ausencia como una ofensa grave. Provengo de una familia donde mi padre supo sentir el orgullo de pertenecer y sentirse "Patria" en su rol de personal subalterno técnico. Era suboficial de la Armada Nacional y murió en el año 1968. Puedo decir de él que era un profesional formado por la Marina de Guerra, y mismo integré las filas de esa Fuerza desde los 13 hasta los 18 años. Fui dado de baja deshonrosa porque se me encontró literatura "subversiva y peronista". Durante ocho meses aguardé por mi baja detenido, siendo yo menor de edad. Pero no por ello aprendí a odiar a la institución: sí me provocaba bronca que fuera dirigida por apátridas, como el almirante Pedro Gnavi y otros altos jefes navales que definían a su fuerza como "republicana". A diferencia del Ejército, y libre del pecado de cacicazgo. Pero esos "republicanos" fueron funcionales a la destrucción y entrega de ELMA y de la Flota Fluvial del Estado durante la llamada Revolución Argentina, nacida con el golpe del 28 de junio de 1966 y que se extendiera hasta mayo de 1973.
Estos muchachos y hombres que hoy desfilaron representado a las Fuerzas Armadas y de Seguridad, son voluntarios en su totalidad. Ingresaron a las instituciones, institutos educacionales y escuelas de formación profesional porque así lo eligieron, y el rol que ocupan nada tiene que ver con el de aquellos delincuentes que -vistiendo uniforme de algunas de las Fuerzas Armadas y/o Seguridad- cometieron los atroces crímenes de lesa humanidad entre los años 1966 a 1983. Los actuales pertenecen a una nueva generación. Se trata de jóvenes profesionales u hombres de bien que lucharon en la Guerra del Atlántico Sur, que forman parte de las fuerzas que las Naciones Unidas destinan a zonas de conflicto. No se trata de herederos de la maldad y locura de algunos de los asesinos y vendepatria que muchos conocemos bien, como tampoco fueron todos engranajes salidos de aquellas fuerzas armadas que, en tiempos pasados, acometieron con ilícitos y crímenes de toda forma y color.
Pero lo que me invitó a "derramar un lagrimón" fue el recuerdo de mi madre quien, 48 horas antes de un desfile importante (como eran los del 9 de Julio, Día de la Independencia) invertía su tiempo en preparar el uniforme de gala que vestiría mi padre. Recuerdo cómo planchaba su camisa, que por cierto debía lucir impecable y prístina. Todavía veo a mi padre limpiando el sable y su vaina, preocupándose de poner en brillo los bronces. Me viene a la memoria también su refulgente calzado, puesto a punto para la ocasión. Preguntaba entonces a mi querido viejo: "Papá, ¿Por qué tanto preparativo para el desfile? Su respuesta era implacable: "Hijo, es un honor desfilar ante el Pueblo de la Patria; es el que en cierta forma nos paga el sueldo, nos mantiene y mantiene la institución en la que servimos. Ya algún día lo vas a comprender". Lo comprendí años más tarde, cuando mi madre no solo debía preparar el uniforme de mi padre sino el mío también...
La vida, sumada a mi convicción peronista y mi compromiso militante, me alejaron después de la muerte de mi padre de lo que el llamaba "la familia naval". Los fusilamientos de la base Almirante Zar, en Trelew, hicieron que mi resentimiento fuera mayor. Mas nadie olvida su esencia, y mi persona ciertamente no es la excepción.
Hoy, cuando veía a los maruchos pasar cantando la marcha de la Armada a viva voz, percibí su bronca. Esa furia era palpable, pues a estas nuevas generaciones les están haciendo pagar las culpas de otros. Por si ello fuera poco, en un desfile tan importante, la señora Presidente les obsequió otra muestra desagradable: para "ellos" -los moradores de la Casa Rosada-, la reconciliación entre el Pueblo y sus Fuerzas Armadas y de Seguridad es imposible. La señora Cristina Fernández, su esposo y todos aquellos que formaron parte del terrorismo apátrida y cuyos crímenes nunca serán juzgados como de lesa humanidad, se han ocupado de declamar que los Derechos Humanos son solo para beneficio de terroristas, que son criminales confesos. La señora Presidente de la Nación seguramente no habrá observado con alegría la manera en que la gente aplaudía el paso de esos jóvenes que eligieron formar parte de las Fuerzas Armadas. Muy a pesar de que les dedican ataques sobre cuestiones que desconocen.
Pensé para mis adentros: un Acuerdo Patriótico es posible porque "este Pueblo es maravilloso", tal como decía el General Perón. Y nunca lo van a convencer que todos son iguales. Sabe este Pueblo, desde las entrañas, que la verdad no coincide con lo que se cuenta desde "6,7 y 8" o la "historieta oficial" de las Madres de Plaza de Mayo Sociedad Anónima. La Verdad es la que vivieron sus padres y abuelos: las verdaderas víctimas inocentes son aquellas que quedaron en medio de un "fuego cruzado" entre bandas terroristas y "milicos mesiánicos". Ambos bandos se merecen idéntico castigo.
Mientras se agolpaban en mi mente los recuerdos de mi viejo y mi madre, junto con otras memorias de épocas de juventud, de felicidad y de una militancia a "prueba de balas", reflexionaba yo: Parece que hemos olvidado que nuestro líder nacional y doctrinario era "milico". Era un joven Coronel en 1943, un sabio General en 1955 y un Conductor excepcional hasta el día de hoy. Me retiré, cantando:
Suena el clarin, mandan izar
sube orgulloso el azul pabellón
y una emoción me hace llorar
al entonar esta canción,
que es la canción de la gente de mar,
quiero expresar esta emoción.
Valiente muchachada de la Armada
que lejos de amor y hogar
guardan la extensión del Patrio Mar;
la furia de los vientos desatada
no doblegará jamás a su corazón viril y audaz.
Y no ha de arriar mi pabellón
ningún bajel de mi Nación
si queda a bordo un guapo marinero
criollo como tal varón
al pie del cañón.
Valiente muchachada de la Armada
que lejos de amor y hogar
guardan la extensión del Patrio Mar;
la furia de los vientos desatada
no doblegará jamás a su corazon viril y audaz.
Y no ha de arriar mi pabellón
ningún bajel de mi Nación
si queda a bordo un guapo marinero
criollo como tal varón
al pie del cañón.
Por Gabriel Martin, para El Ojo Digital Sociedad.
e-Mail: gabriel (arroba) martin.net.ar.
Por Gabriel Martin, para El Ojo Digital Sociedad