Peligra la libertad de prensa: el gobierno monopoliza los cupos de papel de periódicos
El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ha dado un nuevo paso en contra de la libertad de prensa, con el argumento de "garantizar el acceso igualitario a todos los que editen diarios".
21 de Julio de 2010
Por un lado acaba de anunciar que asume la facultad de otorgar a su arbitrio cupos de papel, medida que por otro lado complementa con la eliminación de la importación de papel de diario en una medida supuestamente "desarrollista", basada en la sustitución de importaciones.
Bajo estos argumentos, el gobierno ha avanzado en su escalada antidemocrática, al introducir un monopolio gubernamental sobre el papel, un insumo crítico al ejercicio de la prensa libre, en clara violación del Artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos sobre libertad de Pensamiento y de Expresión:
"3. No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos (...) o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones."
La democracia republicana es tributaria de la diversidad y el pluralismo que requieren de la libertad de expresión, y como decían nuestros constituyentes, de la "libertad de imprenta".
Para garantizar la libertad de prensa, el gobierno debe estimular la diversificación y la competencia de las fuentes de suministro local de papel, o incluso facilitar su importación. En su lugar, ha optado por hacer todo lo contrario, erigiéndose en un árbitro absoluto.
No es necesario advertir lo perjudicial de los monopolios, y más aún en temas que pueden utilizarse como medios de "control social", que deben ser rechazados a priori.
Pero hay quienes basados en su buena fe no advierten el peligro, tranquilizados por la "equidad distributiva" que promete el gobierno. ¿Será la misma equidad con que acumula fondos discrecionales que disciplinan gobernadores e intendentes? ¿Será el mismo tipo de equidad como la que erige a Milagros Sala en un actor público, por encima de las autoridades legalmente constituidas?
¿Será una equidad similar a la del manejo de publicidad oficial, que contribuye a crear medios periodísticos oficialistas con fondos públicos, y castiga a los independientes?
¿Será con una idea de justicia similar a la que retacea fondos obligatorios a provincias como Santa Fé o Córdoba, y deriva aportes del tesoro a quienes sí se someten?
¿Será el mismo tipo de idea que ha concentrado como nunca recursos tributarios en el nivel nacional, obligando al vasallaje de los gobernadores?
¿Será que estos compatriotas se tranquilizan por la justicia distributiva de los retornos del caso Venezuela?
¿O es porque ven la figura de la balanza y los ojos vendados en el Moreno del Indec, en el Echegaray de la ONCCA , en el Kirchner de los fondos nunca aparecidos en Santa Cruz?
Este acto de una alta peligrosidad para la convivencia democrática que debe ser firmemente repudiado. Desde mis limitados medios lo hago, e invito a que otros se sumen.
Y si esta medida no es lo que tanto parece, debemos exigir que la diferencia se demuestre con cambios inmediatos y concluyentes.
Por Alejandro María Cardoso, para El Ojo Digital Política.
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