POLITICA: POR EDGARDO CIVIT EVANS, PARA EL OJO DIGITAL

Los monopolios, los Kirchner y la Corte Suprema de Justicia: mentiras repetidas hasta el cansancio

Los Kirchner emiten cuestionables mensajes cuando hablan de monopolios. Dicen que los combaten. Veamos.

03 de Octubre de 2010
Durante sus respectivos gobiernos, fueron aprobadas casi 600 fusiones, violando la Ley 25.156 de Defensa de la Competencia. La mayoría de ellas han generado concentraciones monopólicas antes inexistentes en Argentina. Aprobaron concentraciones vinculadas con nuestros principales productos exportables y de consumo interno, que han quedado en pocas empresas, la mayoría de ellas, extranjeras. Convalidaron la fusión de Cablevisión con Multicanal. Existen hoy grandes concentraciones o monopolios en: cadena alimentaria con Carrefour; Coto y Cencosud (Disco, Jumbo, VEA, Easy, Unicenter); pan industrial (Bimbo); galletas; bebidas (AmBev); lácteos (Danone); exportación de granos y oleaginosas (Cargill y General Deheza); carnes (Friboi); el juego (Cristóbal López); comunicaciones (Telecom y Telefónica); cemento; aluminio; carbonato de sodio (ALPAT, de Cristóbal López); el hierro; tolueno (para fabricación de plásticos); y minería (Barrick Gold). Con la decisión del Gobierno de excluir del mercado a Fibertel (nacional), ciertamente aumentará la concentración en comunicaciones a favor de Telefónica y Telecom, empresas de capitales extranjeros. Decadencia El resultado de estas políticas ha generado que, de ser el granero del mundo, hemos dejado de figurar entre los 5 primeros países productores de cereales: maíz, cebada, arroz. Ocupamos el tercer lugar en soja y el cuarto en girasol. La cantidad de ganado vacuno ha disminuido de 60.000.000 de cabezas a 45.000.000. Se necesitarán 10 años de políticas activas para recuperar el promedio histórico. Se ha contraído el consumo interno en más del 35%. La Ley y los Monopolios Para que haya monopolio (de mono, uno) tiene que existir el control del mercado por una empresa. Pueden existir dos o más compañías que, por acuerdos entre ellas, fijan precios evitando competencia para lograr mayor rentabilidad. O barreras de entrada para procurar no ingresen al mercado posibles competidores. Esas acciones tienden al “abuso de posición dominante”. En el mundo hay marcas que venden más que otras: Adidas, Nike, Coca Cola. Nadie las acusa de monopólicas. Ni en China Comunista donde Nike ha instalado su más grande fábrica. Las conductas monopólicas están prohibidas por la Ley Nº 25.156 de Defensa de la Competencia sancionada en octubre de 1999, hace 11 años. La Ley obliga conformar el Tribunal Nacional de Defensa de la Competencia, organismo profesional, no político, autónomo, autárquico, constituido por 7 miembros elegidos por concurso, que duran en su mandato 6 años (más que el presidente, para impedir su politización). En el 2004, iniciamos acciones de amparo contra el Poder Ejecutivo por no crear el Tribunal, incumpliendo la Ley Nº 25.156. Obtuvimos 21 sentencias favorables del Juez de Primera Instancia y la Cámara Federal, más 4 fallos sobre pedidos de “per saltum” y cautelares definitivos de la Corte Suprema ajustados a derecho (Expediente Nº 77.334). El fallo definitivo sobre el fondo de la acción la Corte Suprema lo emitió el 3 de julio del 2007 en Expediente C. S. B.578.XLI. Declaró inoficioso expedirse en la causa “en atención a lo decidido por la Cámara Federal de Apelaciones”, “en razón de que las sentencias de la Corte deben atender a las circunstancias existentes al momento de la decisión, aunque sean sobrevinientes a la interposición del recurso extraordinario.” (Según voto Ministro Carmen Argibay). Resolvió devolver el expediente al inferior y ordeno el archivo del mismo. Hoy, los Kirchner cuestionan a la Corte. Veamos en detalle este caso. Sorprendentemente, 9 meses después, el 16 de abril del 2008, a solicitud de la Procuradora Fiscal Adjunta respondiendo a un pedido del Ejecutivo y CENCOOSUD, la Corte Suprema con menos Ministros que en la decisión anterior, reabrió la causa cuyo archivo había ordenado, y mediante un fallo inconstitucional, arbitrario, violatorio de la ley, contra su unánime jurisprudencia, preclusorio, contradictorio, sin tratar lo planteado en la acción ni la prueba ofrecida, el Máximo Tribunal revoca las sentencias anteriores en la misma causa, con las mismas personas y objeto. Expediente C.S. B.1626.LXLII. Como hecho único en la historia judicial del mundo, fueron condenados en costas quienes solicitaron el cumplimiento de la Constitución y la Ley. Inaudito. No votaron ese insólito fallo los ministros Argibay, Fayt y Zaffaroni. El demandado Poder Ejecutivo fue acompañado en el juicio por CENCOSUD (cadena de supermercados chilena), cuyo propietario, Horst Paulman, adquirió a Néstor Kirchner las famosas tierras de Calafate, que oportunamente le había comprado al municipio por una cifra de $7 por m2. A posteriori, se las vendió a Paulman por más de U$S 2.000.000. Por si fuera poco, Néstor Carlos Kirchner honró a Horst Paulman con la Orden de Mayo, máxima distinción para un extranjero. A pesar de ello, aún no conocemos el servicio que este individuo ha prestado a la Nación Argentina. El Poder Ejecutivo y la Corte Suprema apoyaron la no aplicación estricta de la Ley de Defensa de la Competencia, que tiende a evitar acciones monopólicas y garantizar la existencia de mercados abiertos para beneficiar por igual a usuarios y consumidores. La Cámara Federal de Apelaciones Penal en el caso “Telecom” sostuvo que la Ley Nro. 25.156 Antimonopolio resulta inaplicable, por no estar constituído el Tribunal de Defensa de la Competencia como ordena la norma, y tal como lo habíamos solicitado. Ahora bien; ambos fallos definitivos son absolutamente diferentes y contradictorios. Esto es conocido mundialmente como inseguridad jurídica. Jamás se cumplió con el mandato del Artículo 42º de la Constitución. Nunca se aplicó la ley Nº 25.156 antimonopolio, como ordena la norma, porque el Tribunal no ha sido creado. Un Secretario de Estado, funcionario político, decide sobre fusiones, concentraciones, precios y abuso de posición dominante. Facultades que -por ley- le están prohibidas. ¿De quién estamos hablando? Pues, de Guillermo Moreno. Por violaciones a derechos Constitucionales y Tratados Internacionales, en julio del 2008 denuncié esas conductas ante la Comisión Inter Americana de Derechos Humanos. El ex secretario de Defensa de la Competencia, José Sbatella, fue obligado a dejar su cargo, por denunciar que se "cajoneaban" expedientes. Acreditó: "Claros casos de negligencia en los que no se actuó, o se actuó contra los intereses de la sociedad". El matrimonio presidencial encuentra monopolios allí donde no los hay. Donde existen, los apoyan abiertamente, o bien miran para otro lado. Especialmente si los amigos o socios participan. Como en Santa Cruz, pareciera que su objetivo encubierto -y ya no tanto- es dominar la actividad económica en el país. No aplican las resoluciones de la Justicia cuando no las comparten, como en el caso de los jubilados (Badaro); del procurador Sosa; o la extradición del guerrillero y homicida Apablaza Guerra. La historia no es la misma. Son los personajes los que cambian. Pero por cierto que algunas frases perduran en el tiempo. En materia de monopolios y del Indec, el eslogan parece extraído del nazismo: "Miente, miente que algo quedará", o bien "Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad". Expresiones que encajan a la perfección con su visión distorsionada de la realidad. Por Edgardo Civit Evans, para El Ojo Digital Política. Web: http://www.edgardocivitevans.com/
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Por Edgardo Civit Evans, para El Ojo Digital Política