Sobre el ejemplo de Chile y las recientes declaraciones del Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa

El gobierno que soportamos está a punto de finalizar su periodo. Está en nosotros que la Argentina, nuestra nación, renazca. Parece mentira que utilice la palabra renazca. Sin embargo, no cabe otra en su lugar y esto resulta penoso. A esta altura de nuestra historia, ya deberíamos ser una nación estable, transmisora de cultura y organización social. Con una forma de vida que debiera ser modelo social hacia el mundo. Nosotros tenemos la culpa de no haberlo logrado todavía. La Presidente de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, por sí sola, no puede hacer desaparecer al país. No obstante, evalúe Vd. cuál ha sido el pensamiento contra quienes luchaban en su momento las Fuerzas Armadas de la Nación. Chile nos acaba de dar una verdadera lección: a partir de los sufrimientos físicos de gran importancia, terremoto, mineros atrapados, etc., la hermana nación contiene a un pueblo más fuerte, más valeroso, aún más sufrido. Esto es ley en la naturaleza humana: las adversidades perfeccionan al ser humano en un sentido social. Y la Argentina no ha sufrido adversidades físicas, salvo el hambre de los pobres que ciertamente son muchos; pero sí ha sufrido de la amoralidad de sus conductores. Ante cada oportunidad, se vuelve cada vez más complicado elegir, pero hay que hacerlo. Pronto tendremos la oportunidad de volver a hacerlo. Elijamos la MORAL aunque ello signifique que debamos trabajar más y que debamos rechazar las falsas alegrías que nos vierten por los medios, sobre todo la TV. Elijamos lo bueno por sobre aquello que "nos han dicho" que era bueno. Por Heriberto Román -Coronel (R), OIM-EA-, para El Ojo Digital Sociedad. e-Mail: pensar.en.nacion@gmail.com