El Gobierno Nacional, en medio del tembladeral: los correos electrónicos de Manuel Vásquez y las confesiones de Juan Carlos "Chueco" Mazzón sobre Cristina y las debilidades del kirchnerismo
Se dice que los ladrones respetan la propiedad; simplemente desean que la ajena se convierta en propia, para respetarla mejor.
01 de Diciembre de 2010
Contemplando, impotentes, lo que sucede en nuestra Argentina, cuando vimos pasar presidentes y funcionarios de primer nivel -bien conocidos en su rol de ladrones y rateros-, pensamos con sana envidia lo que oportunamente dijera el padre de la patria norteamericana, George Washington:
“Espero tener siempre suficiente firmeza y virtud para conservar lo que considero que es lo más envidiable de todos los títulos: el carácter de Hombre Honrado”
Recordamos este pensamiento del prócer, a raíz de un nuevo contexto que acaba de explotar mediáticamente y que no es otro que el escándalo de los correos electrónicos de Manuel Vázquez, asesor privadísimo, mano derecha y armador de todas las estafas en perjuicio del Estado Nacional y coimas establecidas por Ricardo Jaime desde la Secretaría de Transportes de la Nación. Personaje que -de acuerdo a testigos presénciales- participaba en el traslado de lo "recaudado" en una valija con rigor diario, para ser entregado a ese nuevo Ceferino Namuncurá argentino, que fuera Néstor Kirchner.
Antes de su muerte, Kirchner se había enterado de la existencia de estos eMails recuperados por técnicos de la UBA pero, en el fondo de su ser, confiaba en que el juez Norberto Oyarbide -magistrado cuestionado pero, al decir de muchos, incondicional permanente de quien ostente el poder-, los iba a mantener en carácter de reservados y secretos. Mas, en la vida, siempre hay una primera vez. Ninguno de los dos presuntos cómplices –Kirchner y Oyarbide- imaginaron que un Fiscal audaz, honesto y con "cojones", los iba a copiar, para repartirlos luego entre algunos periodistas.
Pocas horas antes de su fallecimiento, Kirchner -quien, según Cristina “se inmoló por la felicidad de su pueblo”- habría recibido una llamada telefónica de Norberto Oyarbide, poniéndolo en conocimiento de la mala noticia. Por si esto fuera poco, le habría agregado la información de que en esos momentos, periodistas del diario “La Nación” ya estaban trabajando en la investigación sobre los comprometedores y escandalosos correos. Dicen algunos que, ante la gravedad de la situación, Kirchner bajó los decibeles de su furia y su soberbia y se vio precisado a establecer contacto con los directivos del diario para iniciar una negociación que pudiera acallar el escándalo. A nada se llegó porque la muerte súbita del santacruceño quebró la continudad de cualquier conversación...
Lugo de su entierro, los editores de La Nación respetaron el duelo y decidieron no publicar detalles sobre el contenido de las computadoras de Vázquez.
En el momento crucial se lo extrañó a Néstor: el gobierno no tenía capacidad alguna de iniciativa, pero se encontraba atento cual cazador que planifica la manera de caer sobre su presa. Héctor Magnetto, quien sigue en una guerra sin cuartel, apunta ahora a que la Presidente termina su mandato, pero se propone dejarla sin posibilidad alguna de ganar la reelección.
Magnetto, ciertamente preocupado por la extensión del tratamiento del duelo por parte de los directivos de La Nación -que por estas horas ha publicado un nuevo dossier sobre Néstor Kirchner en vida- ordenó a sus periodistas que comenzaran a gotear la poca información que tenían en ese momento. Consiguió con su estrategia lo que esperaba que sucediera. La Nación comenzó al día siguiente con el diluvio de datos que promete dejar mareado a medio gobierno. Lo publicado ciertamente no es todo. Hay detalles que aún no han sido publicados, de clara contundencia y que van a deteriorar para siempre la “santificada” imagen de Kirchner. Sin dudas, este material, acercará a la Justicia a importantes funcionarios y empresarios.
En el Gobierno Nacional, pues, se encendió la luz roja, porque Andrés Marutian -abogado de Ricardo Jaime, y excelente profesional que defendió al general Roberto Viola en el juicio a los Comandantes del Proceso Militar- no solo hizo saber a hombres del primer nivel del gobierno que Ricardo Jaime se encuentra a punto de “quebrarse”, sino que le comunicó a cuatro jueces federales, textual, que “esta causa puede voltear al Gobierno”.
El eterno operador del Presidente de turno, el “Chueco” Juan Carlos Mazzón -habilísimo operador político y “padrino” del chaqueño Rafael González- salió con urgencia a recorrer todo el arco peronista para pedir auxilio. Les explicó inclusive a los dirigentes del Peronismo Federal que la situación del gobierno y de la propia Cristina no es "la que se pinta", y se refiere que terminó diciendo: “Estamos mal y el Peronismo nos tiene que ayudar a que ella termine el mandato, con el compromiso de que nadie la va a tocar judicialmente”.
Describió Juan Carlos Mazzón al gobierno como algo errático, que solo intenta mantener un mínimo control de la coyuntura. Comentó también –de acuerdo a presentes en la reunión- que "la salud de Julio De Vido se ha deteriorado gravemente no solo a partir de la diabetes, sino por la aparición de otra grave dolencia que le baja las defensas”.
Todo lo comentado por el operador impactó sobremanera a sus interlocutores. El protagonista habló de la intimidad de la Presidente, el dinero de la familia y los valijeros que ahora no saben qué hacer con el dinero negro que reciben.
Los lectores recordarán que, en momentos en que Cristina Fernández se postuló como candidata a Senadora Nacional por la Provincia de Buenos Aires, y en un acto realizado en el Teatro Provincial de La Plata, se refirió a Eduardo Duhalde como “El Padrino, digno de una película de Francis Ford Coppola".
Un dato: el epitafio en la bóveda de Alejandro Magno reza: "Una tumba es suficiente para quien el Universo no bastara".
Por Adam Pedrini -Diputado Nacional (M.C.)-, para El Ojo Digital Política.
e-Mail: adampedrini @ gigared.com.
Por Adam Pedrini -Diputado Nacional (M.C.)-, para El Ojo Digital Política