Deserción, desigualdad y calidad educativa
Panorama completo sobre al estado de sistema educativo en la Argentina, desarrollado por Alieto Guadagni, ex Embajador ante Brasil.
En la actualidad, treinta de cada cien habitantes de nuestro país asisten a establecimientos educativos -estatales o privados- distribuídos de la siguiente forma entre los diversos niveles de la enseñanza.
El sector educativo es además uno de los más importantes desde el punto de vista ocupacional, ya que involucra 400.000 puestos laborales, es decir 6 de cada 100 empleos formales. Desde el punto de vista ocupacional el sector educativo es similar al de la construcción. Mas allá de estas consideraciones meramente cuantitativas subyacen cuatro problemas graves que debilitan nuestro proceso educativo, a saber: alto nivel de deserción en el nivel secundario, creciente desigualdad educativa entre provincias y tipo de escuelas, grave retroceso en la calidad educacional y finalmente, una Universidad con muy pocos graduados, especialmente en las carreras orientadas al mundo productivo del futuro.
1. PARTICIPACION DE LA ENSEÑANZA PRIVADA POR PROVINCIAS
Si bien el 28 por ciento del total de los estudiantes asiste a instituciones privadas (sin considerar las universidades) es necesario destacar que existe una gran diferencia entre nuestras provincias, tal como se indica a continuación.
Como se ve existe una gran diferencia entre las provincias; mientras en la ciudad de Buenos Aires más de la mitad de los alumnos asisten a escuelas privadas, en Chaco y Formosa apenas uno de cada diez alumnos concurre a este tipo de establecimientos escolares. En las tres provincias más pobladas del país (Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba) ubicadas en la Pampa Húmeda, la participación privada en la matricula escolar se ubica entre el 30 y el 35 por ciento.
2. DESERCION ESCOLAR EN EL NIVEL SECUNDARIO
La escuela primaria argentina históricamente ha evidenciado un razonable nivel de retención en el nivel primario; la relación entre alumnos matriculados en sexto grado en las escuelas estatales nos indica que hay 93 alumnos en ese grado por cada 100 niños ingresantes a primer grado. Es un valor positivo teniendo en cuenta el natural crecimiento demográfico a lo largo de seis años. No ocurre lo mismo en el nivel secundario donde existe un grave problema de deserción escolar, particularmente en el sector estatal de la enseñanza, tal como se evidencia en el Cuadro II. Recordemos que la ley 26206 (2006) estableció la obligatoriedad escolar entre los cinco años y el fin del ciclo secundario.
En el sector estatal la matricula en el último año del secundario equivale a apenas el 40 por ciento del último grado primario. En el caso de las escuelas privadas esta relación se ubica en 78, es decir prácticamente el doble, esto evidencia el grave problema de la deserción escolar en el nivel secundario estatal. Obsérvese que, mientras en el último año del ciclo primario apenas el 23 por ciento de los alumnos asiste a escuelas privadas, este porcentaje trepa a nada menos que un 37 por ciento en el último año del ciclo secundario.
3. MAPA PROVINCIAL DE LA DESERCION ESCOLAR EN EL NIVEL SECUNDARIO
Como hemos visto en el Cuadro II existen apenas 40 alumnos matriculados en escuelas estatales por cada 100 alumnos matriculados en el último año del ciclo primario. Pero esta cifra es un mero promedio, ya que existen grandes diferencias entre las provincias, tal como se indica en el Cuadro III.
Misiones y Santiago del Estero son las provincias con el más alto nivel de deserción en el nivel secundario estatal, ya que existen apenas 24 estudiantes en el último año secundario estatal por cada 100 en el último año estatal primario. Aparece aquí una gran desigualdad social, cuando se observa que esta relación trepa, en el caso de las escuelas privadas en estas dos provincias a nada menos que 72 y aun más de 100. La ciudad de Buenos Aires es por lejos el distrito con menor deserción en el nivel secundario estatal; se destaca el comportamiento de las provincias de Catamarca y Jujuy.
4. LA COPARTICIPACION FEDERAL DE IMPUESTOS Y LA DESERCION ESCOLAR SECUNDARIA
Sería razonable esperar que aquellas provincias que gozan de los más altos niveles de coparticipación federal de impuestos por habitante registren los menores niveles de deserción escolar en el nivel secundario estatal, ya que tienen mayores recursos financieros para implementar una política educativa socialmente inclusiva. Sin embargo no es así, tal como lo evidencia el Cuadro IV.
La mayor coparticipación por habitante le corresponde a Tierra del Fuego, donde se observa una cierta correlación con una menor deserción escolar ya que la retención en el nivel secundario se ubica en el 48 por ciento, por encima del promedio nacional de 40 por ciento. La segunda provincia en la escala de coparticipación por habitante es Santa Cruz, pero en esta provincia no se evidencia un comportamiento positivo en este campo. Baste decir que la deserción en la escuela secundaria en Santa Cruz tiene la misma gravedad que en Salta, a pesar que esta provincia recibe por coparticipación federal de impuestos menos de la mitad de lo que recibe Santa Cruz. Además, es preocupante observar que la deserción escolar en Santa Cruz es aun más grave que en otras provincias como Formosa, Catamarca, La Rioja, Jujuy y Entre Ríos que no solo reciben mucho menos fondos por coparticipación federal de impuestos, sino que tampoco tienen acceso a los grandes recursos financieros originados por las regalías de petróleo y gas que benefician significativamente a Santa Cruz, tal como se muestra a continuación.
5. DESERCION ESCOLAR Y LA RENTA DE LOS HIDROCARBUROS
Las regalías por la explotación del petróleo y el gas son un importante aporte a los recursos propios de las provincias que poseen estos hidrocarburos. Durante el año 2010 se transfirieron a estas diez provincias alrededor de 6500 millones de pesos, que equivalen a 9000 pesos por cada uno de los 722.000 alumnos del nivel primario en las escuelas estatales de estas provincias. Tal como se detalla en el siguiente cuadro.
Es notable observar que provincias con niveles prácticamente insignificantes de regalías, como Formosa y Jujuy registran niveles más altos de retención en la escuela secundaria estatal que la Provincia de Santa Cruz que recibe regalías en el orden de 1.100 millones de pesos, equivalentes a 37.800 pesos anuales por alumno en el nivel primario estatal (el nivel mas alto provincial). Una comparación similar se vincula al cumplimiento del mandato legal de la jornada extendida. La Pampa ya registra un 13,8 por ciento de alumnos primarios en escuelas estatales incluidos en este régimen, mientras que Formosa y Jujuy están por encima del 9 por ciento. En el otro extremo encontramos a dos provincias (Tierra del Fuego y Santa Cruz) con considerables regalías por alumno y que sin embargo prácticamente no tienen escuelas primarias con jornada extendida, incumpliendo así el mandato legal. Esto indica que, si bien los recursos financieros son cruciales para mejorar la educación pública, no siempre la amplia disponibilidad de los mismos asegura que se dediquen a estos fines. Además de recursos, hay que tener voluntad política de implementar acciones efectivas para la inclusión escolar y la igualdad de oportunidades.
6. LA META INCUMPLIDA: LA JORNADA ESCOLAR EXTENDIDA
Antes de considerar la calidad educativa es importante prestar atención a la escasa asistencia de los niños, particularmente en las escuelas estatales, a escuelas con doble escolaridad o jornada extendida. En el ciclo primario estatal que comprende en todo el país a casi 3,6 millones de alumnos asistían hacia el año 2008 a escuelas de doble escolaridad apenas el 5,4 por ciento del total. En la ciudad de Buenos Aires esta proporción se ubicaba en nada menos que el 44 por ciento, la gran desigualdad en materia educativa se observa cuando en el conurbano bonaerense esta proporción cae drásticamente al 1,6 por ciento. Las menores coberturas en todo el país de la doble escolaridad correspondían al ciclo primario estatal de las provincias de Corrientes, San Juan, Tierra del Fuego y Santa Cruz que no llegan al 0,3 por ciento. Recordemos que la ley 26075 de financiamiento educativo, sancionada en el 2005, había dispuesto que hacia el 2010 por lo menos el 30 por ciento de las escuelas publicas debía tener jornada extendida.
7. LA LUZ ROJA ENCENDIDA: ESCASA CALIDAD EDUCATIVA
El Ministerio de Educación realiza cada dos años Operativos Nacionales de Evaluación que procuran informar sobre cuanto aprenden los estudiantes. La evaluación del año 2005 abarco a alrededor de 120.000 alumnos primarios y secundarios de alrededor de 4800 establecimientos escolares en todo el país. Las áreas temáticas consideradas fueron: Lengua, Matemática, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales. Los resultados se presentan bajo tres categorías: Alto, Medio y Bajo, esta última categoría corresponde a un nivel de insuficiencia en los conocimientos de los alumnos. Es preocupante constatar que este nivel “bajo” aumenta a medida que avanza el ciclo escolar, así por ejemplo en Matemática, el 40 por ciento de los alumnos que completan el ciclo primario tienen conocimientos “bajos”, pero este nivel de insuficiencia trepa hasta el 52 por ciento en el último año del ciclo secundario. El mismo deterioro a medida que avanza el ciclo escolar ocurre con las otras áreas del conocimiento, el nivel bajo a la finalización del ciclo secundario en Lengua es del 38 por ciento, en Ciencias Naturales del 47 por ciento y en Ciencias Sociales del 37 por ciento. La opinión pública recién se entera de estos pobres resultados cuando las pocas Facultades que toman examen de ingreso anuncian tasas de reprobación superiores al 80 por ciento. Desde ya que es muy difícil para la Universidad corregir deficiencias educacionales acumuladas por muchos años previos, cuando además no existen exámenes generales de graduación secundaria, como en muchos países con buenos niveles educativos.
8. GRAN DESIGUALDAD ENTRE LAS PROVINCIAS
Las desigualdades entre las provincias son muy marcadas en estas evaluaciones que periódicamente realiza el Ministerio de Educación, ya que los alumnos del NOA y del NEA muestran siempre niveles inferiores de conocimientos en todas las etapas del ciclo escolar. Por ejemplo, en la evaluación de año 2005 se concluía que más del 80 por ciento de los alumnos que completan el ciclo secundario en Formosa tenían conocimientos “bajos” en Matemática, este guarismo se ubicaba en un 70 por ciento en Chaco y un 60 por ciento en Jujuy. El nivel “bajo” en Matemática era inferior al 30 por ciento en Mendoza, La Pampa, Córdoba y Santa Fe. Al mismo tiempo la ciudad de Buenos Aires mostraba el menor porcentaje de alumnos con “bajo” rendimiento (20 por ciento). Es evidente que existe en nuestro país una clara correlación entre pobreza y nivel educacional a nivel provincial. Se observan también grandes diferencias en los resultados no solo entre provincias, sino también entre escuelas públicas y privadas. Así se registraban en la evaluación del 2005 los siguientes valores “Bajos” extremos: Nivel Primario Matemática (sexto grado), valores extremos: Chaco (estatal) 60,1 por ciento y Ciudad de Buenos Aires (privado) 5,7 por ciento. Ciencias naturales (sexto grado), valores extremos: Santiago del Estero (estatal) 53,4, Salta (privado) 13,1. Finalización del ciclo secundario, Matemática, valores extremos: Formosa (estatal) 85,3 por ciento y Rio Negro (privado) 17,5 por ciento. Los resultados de estas evaluaciones de la calidad educativa, realizadas por el Ministerio de Educación en los años 1995 y el 2005 tanto a nivel primario y secundario , indicaban lo siguiente: 1. La ciudad de Buenos Aires mantiene su liderazgo. 2. Formosa, La Rioja, Santiago del Estero, Catamarca y Chaco se mantienen en los últimos escalones del ranking de todas las provincias.
9. EL GRAVE RETROCESO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
La Provincia de Buenos Aires es la jurisdicción que muestra el retroceso más significativo, ya que se ubicaba en el segundo lugar en 1995, superada apenas por la ciudad de Buenos Aires, mientras que en el año 2005 aparece en el 12* lugar. Esta abrupta caída en la calidad relativa de la educación bonaerense puede ser parcialmente explicada por la gran expansión de su matrícula secundaria, ya que fue la primera provincia en establecer la obligatoriedad del nivel secundario. La agudización de los cuadros de pobreza y marginalidad social en el conurbano no es tampoco ajena a este creciente deterioro educativo. No es sorpresa entonces que la provincia de Buenos Aires registre la mayor transferencia de alumnos de la esfera estatal a la privada en todo el país, a la cual no es de ninguna manera es ajena la sistemática repetición de paros docentes que afectan particularmente las escuelas públicas. Al mismo tiempo nadie debe sorprenderse de esta situación de deterioro educacional ya que la provincia de Buenos Aires viene siendo discriminada negativamente desde hace dos décadas en la distribución federal de los impuestos nacionales, lo que impide fortalecer sustancialmente programas educacionales orientados a los gigantescos focos de pobreza del segundo y tercer cordón de Gran Buenos Aires. Este deterioro educativo se agudiza en los últimos años, como veremos a continuación.
10. QUE NOS DICEN LAS ULTIMAS EVALUACIONES OFICIALES
Como surge de los resultados de estas últimas evaluaciones existe una pronunciada desigualdad en cuanto a la calidad educativa entre las distintas provincias. Los alumnos del NOA y el NEA obtienen las más bajas calificaciones de todo el país. Al mismo tiempo los alumnos de escuelas privadas obtienen mejores resultados que los alumnos de escuelas públicas. No existe igualdad de oportunidades ni entre regiones ni entre niveles socioeconómicos de la población, lo cual agrava aún más el gran problema de una deficiencia generalizada en la calidad educacional argentina. Como expresa Juan J. Llach,” Las escuelas a las que asisten los más pobres son de peor calidad en sus capitales físico, humano y social”. Las últimas cifras del Ministerio de Educación se refieren al Operativo Nacional de Evaluación 2007, publicadas en marzo del 2009. Las mismas continúan confirmando este cuadro de desigualdad entre tipo de escuelas y localización geográfica de las mismas. Comencemos por la escuela primaria.
Es un resultado muy preocupante el correspondiente a las escuelas estatales del Gran Buenos Aires, por su gran representatividad poblacional. Nada menos que el 51,3 por ciento de los alumnos en esta área, donde vive casi 2/3 de la población de la Provincia de Buenos Aires, registra conocimientos “Bajos”, magnitud tan alta como la provincia de Formosa,(estos son los dos valores más altos de todo el país). Este resultado en Matemática de sexto grado primario no hace más que confirmar el también preocupante resultado en la evaluación también de Matemática pero de Tercer grado, donde el Gran Buenos Aires (escuelas estatales) también registra el valor más alto de todo el país (48,2 por ciento), que mal se compara con la media nacional del 31,8 por ciento. Los resultados de estas últimas evaluaciones oficiales de calidad educativa en el nivel secundario, también muestran un cuadro similar de desigualdad entre provincias y tipo de escuela.
La pregunta que nos debemos hacer es obvia: Que futuro laboral y que proyecto de vida enfrentaran estos miles de adolescentes no sólo del NOA y el NEA, sino de esa gran aglomeración demográfica del conurbano bonaerense donde vive uno de cada cuatro habitantes.
11. NO DESCUIDEMOS EL ANALFABETISMO
Un comentario sobre el analfabetismo que, a pesar que claramente no es para nosotros un problema de la misma gravedad que aun hoy aqueja a muchos países en desarrollo, no por eso debe ser descuidado. Ya sabemos que nuestro país se destaca en América Latina por su bajo nivel de analfabetismo, que se ubica en alrededor del tres ciento como promedio nacional. Pero debemos señalar que existen notorias desigualdades regionales ya que, en cinco provincias (Chaco, Corrientes, Misiones, Formosa y Santiago del Estero) el analfabetismo no es menor al 6 por ciento. En dos provincias más (Jujuy y Salta) este guarismo se ubica en 4,7 por ciento. En el otro extremo inferior tenemos a la ciudad de Buenos Aires con apenas 0,5 por ciento de analfabetismo. Además, esta carencia educativa es particularmente grave en la población detenida en cárceles, ya que nada menos que el 30 por ciento de los alrededor de 14.000 presos en las cárceles del país es analfabeto, la cifra asciende al 70 por ciento en las provincias del norte. En los institutos de menores de reclusión obligatoria el 70 por ciento de los 60.000 alojados son analfabetos.
12. YA ESTAMOS EN PRESENCIA DE UN SISTEMA ESCOLAR CON DOS NIVELES DISTINTOS Y SEPARADOS
A fines del siglo XIX Argentina pudo establecer las bases de un sistema educativo no solo integrador desde el punto de vista social sino también igualitario, basado en la calidad de la enseñanza, particularmente de la estatal. Pero en las últimas décadas esta asociación virtuosa se ha deteriorado, ya que existen cada vez más evidencias que el sistema educacional, no solo el secundario sino también el primario y el inicial, avanza hacia la consolidación de un modelo organizativo de carácter dual. En primer lugar, tenemos el sistema público, aun mayoritario pero del cual están emigrando los que tienen suficientes ingresos para hacerlo, que se está convirtiendo en un sistema de mera contención social cuyo principal objetivo es la permanencia del alumno en la escuela y la preparación mínima requerida para los trabajos peor pagos. Por el otro lado se estructura un sistema educativo privado, con más recursos y mejor equipamiento, que es demandado por las familias que pueden afrontar su costo. En tanto estas escuelas ofrezcan cada vez más un ciclo escolar mas abarcativo, por ejemplo gracias a la doble escolaridad, y con más recursos humanos y materiales, se ampliara crecientemente la brecha de calidad entre la escuela pública y privada. Por ese camino la utopía de la igualdad de oportunidades será cada vez más una meta lejana, ya que únicamente de una matrícula privada en el orden de menos un tercio del total saldrá quiénes ocuparán en el futuro los escalones superiores de la escala socio-económica del país. Ellos serán los que manejaran las grandes empresas y los medios de comunicación, poblaran el Congreso Nacional y las Legislaturas provinciales, serán responsables de los Tribunales y la Universidad, y tendrán en sus manos la administración del estado. Si queremos evitar esta irreparable fractura no hay alternativa a mejorar sin demoras no sólo la mera “contención” sino también la calidad del proceso educativo en el sector estatal.
13. RETROCESO ARGENTINO EN EL ESCENARIO MUNDIAL DE LA EDUCACION
Hace una década los alumnos de la escuela primaria en Argentina se ubicaban en el segundo lugar en América Latina en las evaluaciones de matemática, superados únicamente por Cuba. Durante el año 2006 se evaluó la calidad de la enseñanza primaria en 16 países de América Latina. Los exámenes comprendieron a alrededor de 200.000 alumnos de 9000 aulas y 3000 escuelas. El informe fue publicado en el 2008, por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad en la Educación. Los resultados fueron los siguientes: Matemática (tercer grado) Argentina desciende al 7 * lugar, detrás de Cuba, México, Uruguay, Costa Rica, Chile y Brasil. En la prueba de Lectura (sexto grado) Argentina ocupaba el 8* lugar, detrás de Cuba, Costa Rica, Chile, Uruguay, México, Brasil y Colombia. En Ciencias (sexto grado), Argentina se ubicaba en el cuarto lugar, detrás de Cuba, Uruguay y Colombia. El puntaje de nuestros alumnos en Ciencias era inferior al promedio de los 16 países latinoamericanos. También se considero el equipamiento de las escuelas; en materia de suministro de agua potable a las escuelas ocupábamos el sexto lugar y en dotación de sanitarios el quinto lugar. Cuando se considera la cantidad de computadoras por escuela Argentina se ubicaba en el decimotercer lugar entre los 16 países. Es importante prestar atención a la extensión anual del calendario escolar, que viene liderado en América Latina por Costa Rica con 205 días de clase, seguida por Brasil, México, Perú, El Salvador, Ecuador y Bolivia con 200 días, vienen luego Chile, Venezuela y Panamá con 190 días, luego Uruguay con 185. Nuestro país tiene un calendario legal de 180 días, pero nunca lo cumplió. La disminución de la calidad de nuestra educación ha sido puesta en evidencia también por otras pruebas con amplia cobertura mundial, como la prueba internacional conocida como PISA. Esta prueba es realizada por la OECD y mide el rendimiento académico de alumnos de 15 años de edad en tres áreas: lectura, matemática y ciencia. La prueba del año 2006 abarco a 57 países y participaron alrededor de 400.000 alumnos. Nuestros estudiantes ocuparon en esta prueba el lugar 51 en Ciencia, el 52 en Matemática y el 53 en Lectura, superando únicamente a Azerbaiyán, Qatar y Kirguizistán. Hay que destacar que en todas las áreas el rendimiento de nuestros alumnos estaba alrededor de un 23 por ciento por debajo del nivel promedio de los países industrializados y un 20 por ciento menos del promedio de todos los participantes. También debemos señalar que en la prueba de Lectura nuestras alumnos también exhibían menor puntaje que el correspondiente a las otras cinco naciones latinoamericanas que participaron: Chile (lugar 38), Uruguay (42), México (43), Brasil (48) y Colombia (51). Hay que destacar otro hecho preocupante, que hace a la igualdad de oportunidades, y es la gran desigualdad entre los rendimientos de las escuelas argentinas participantes en la prueba, que refleja la desigualdad socioeconómica de los alumnos. Argentina era la nación latinoamericana que evidenciaba la mayor dispersión de resultados, entre los seis países de la región que participaron.
14. LA ULTIMA PRUEBA PISA (2009)
La OECD acaba de dar a conocer en el mes de diciembre del 2010 los resultados de la Prueba Pisa 2009, que abarco a medio millón de estudiantes de 15 años de edad en 65 naciones, el propósito fue evaluar los conocimientos de matemática, ciencia y lenguaje. Recordemos que en la Prueba Pisa 2006 los resultados fueron preocupantes, ya que, habíamos retrocedido al lugar 53 en la prueba de Matemática, que abarco entonces a 56 países. Fue entonces señalado que Argentina era el país que más había retrocedido desde el 2000. Chile por su parte, había sido el país que más había avanzado. Lamentablemente esta nueva evaluación internacional ratifica un cuadro preocupante, ya que en estas tres pruebas figuramos nuevamente en las últimas posiciones, con puntajes no solo alejados de los países líderes sino también entre 20 y 22 por ciento por debajo del promedio general. Por ejemplo, ahora figuramos en la posición 58 en la prueba de Lenguaje, atrás de Chile, Uruguay, México, Colombia y Brasil; en Ciencias nos ubicamos en el lugar 57 y en Matemática en la posición 55. Las otras naciones latinoamericanas muestran importantes mejoras entre el 2000 y 2009, Perú avanzo 43 puntos, Chile 40, Brasil 16, México 3, mientras nosotros retrocedimos 20 puntos (el segundo mayor retroceso entre todas las naciones), si bien hay que señalar una cierta mejora entre el 2006 y el 2009. En esta prueba PISA también se evaluo esta vez la “situación de la disciplina en la escuela”, que se refiere esencialmente al normal desarrollo de las clases en las aulas, es decir sin interrupciones, sin desorden y cumpliendo los horarios de manera de estimular la atención de los alumnos. No es alentador que los resultados confirmen las preocupaciones que expresan muchos docentes y directivos de escuela. En este ranking de naciones según este indicador ocupamos el lugar 63 entre las 65 naciones, por debajo de todos los países latinoamericanos. También habían sido preocupantes años antes, los resultados de la prueba PIRLS de la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo, que procura determinar el nivel de comprensión lectora de los estudiantes del cuarto grado del nivel primario. La última vez que nuestro país participo de esta prueba internacional había sido en el año 2001. Fueron 35 las naciones que entonces participaron, nuestros alumnos se ubicaron apenas en el lugar 31, incluso detrás de Colombia que fue el otro país latinoamericano que participo. El puntaje de nuestros alumnos supero únicamente a los de Irán, Kuwait, Marruecos y Belice. Esta prueba se realiza cada cinco años, es así como durante el 2006 tuvo lugar otra prueba, pero las autoridades nacionales educativas decidieron no participar, así que no es posible conocer si esta deficiente preparación que muestran nuestros alumnos ha mejorado.
15. LA RECETA EDUCACIONAL DE FINLANDIA
El país con el mejor desempeño en la prueba PISA del año 2006 había sido Finlandia, que nuevamente mostró un excelente resultado en la Prueba Pisa 2009, pero esta vez fue apenas superada por Shanghai y Korea. El sistema escolar finlandés, según la Fundación Libertad, tiene las siguientes características: 1. Igualdad de oportunidades en todos los establecimientos educativos, gran homogeneidad de calidad educativa entre áreas y niveles sociales. Las escuelas que enseñan a niños de menor nivel socioeconómico reciben refuerzos presupuestarios; 2. Calendario escolar de 190 días; 3. Educación obligatoria hasta los 16 años de edad; 4. No hay deserción escolar y muy pocos alumnos repitentes; 5. La enseñanza secundaria cubre al 95 por ciento de los jóvenes; 6. El país invierte el 6,5 por ciento del PBI en educación. La enseñanza es gratuita y además cubre los libros, materiales de estudio, comida y transporte de los alumnos; 7. El gobierno determina el 75 por ciento del contenido de los cursos obligatorios y comunes a todas las escuelas. El resto es responsabilidad directa de cada escuela, con participación del director, maestros, padres y alumnos; 8. Al finalizar el ciclo obligatorio (hasta 16 años) los alumnos pueden optar por cursar el bachillerato de cultura general o elegir un instituto de carácter profesional. Los liceos donde se cursa el bachillerato seleccionan sus alumnos según sus calificaciones en el nivel obligatorio. Este bachillerato culmina con un examen general y uniforme al final que se toma al mismo tiempo en todo el país. Para ingresar al nivel superior universitario se exige aprobar previamente esta prueba nacional; 9. Si un joven que termina el ciclo primario obligatorio a los 16 años no aspira a ingresar al bachillerato tiene abierta la opción de los institutos técnicos y profesionales, vinculados incluso a centros laborales por contratos de aprendizaje. Esta formación profesional básica dura tres años; 10. La carrera docente es de carácter universitario, tiene mucho prestigio y se registra una alta demanda para ingresar a la misma, por eso solamente logran ingresar a la Universidad para cursar esta carrera apenas la quinta parte de los postulantes lo cual permite una selección muy rigurosa. Para ser maestro de primaria se exigen seis años de carrera universitaria. Los directores de las escuelas son quienes seleccionan y designan a los docentes graduados en la universidad; 11. La televisión coopera con la educación. Como se observa la experiencia exitosa de Finlandia en materia educativa puede servir de referencia útil, para afrontar cuatro problemas principales que enfrenta nuestra educación: 1. Una deficiente y declinante calidad educativa, que coexiste con grandes diferencias vinculadas al nivel socioeconómico de los alumnos y al nivel de ingresos per cápita en las provincias. Estamos muy lejos de asegurar la igualdad de oportunidades. 2. El nivel secundario no tiene la calidad requerida para que sus egresados ingresen bien preparados a las actividades laborales o continúen exitosamente estudios universitarios. 3. Es alta la proporción (alrededor de la mitad) de los adolescentes que no completan el ciclo secundario.4. Los graduados universitarios no tienen el perfil profesional que corresponde a las demandas educacionales de un país en crecimiento.
16. EL SIGLO XXI ES EL SIGLO DE LA UNIVERSIDAD
La Universidad juega un rol central en determinar las posibilidades de cada nación de construir una sociedad prospera y equitativa, ya que una buena Universidad es crucial para promover el crecimiento económico y la acumulación de capital humano. Ninguno de los países que han demostrado capacidad para crecer sostenidamente mejorando el nivel de vida de su población y abatiendo la pobreza, lo ha podido hacer ni marginando la Universidad ni sin prestar atención a la calidad de la enseñanza que imparte. Las naciones exitosas se han preocupado por garantizar la calidad de su enseñanza universitaria, procurando además que fuesen cada vez más los ingresantes provenientes de sectores socialmente postergados. También estos países se han preocupado por construir una matrícula universitaria que apuntara hacia el futuro y no estuviese anclada en el pasado, es decir han enfatizado las disciplinas científicas y las nuevas orientaciones tecnológicas en respuesta a las nuevas exigencias de la producción y el empleo en el mundo globalizado. Todas las naciones que hoy lideran el crecimiento mundial apuntan a incrementar el ingreso a la universidad de crecientes contingentes de estudiantes, pero y esto es importante que los argentinos lo reconozcamos, ninguna de estas naciones pensó nunca en bajar el nivel de exigencias académicas, por el contrario apuntaron a incrementar la matrícula a partir de la mejora de la calidad de la enseñanza secundaria, permitiendo así establecer rigurosos criterios para ingresar a la Universidad. Cada vez habrán más estudiantes universitarios, lo cual es un hecho positivo, pero es crucial asegurar que ingresen al nivel superior bien preparados, ya que cantidad sin calidad no es auspicioso. Este es el siglo de la Universidad, ya que cada vez son más los estudiantes universitarios en todo el mundo, hacia 1970 eran apenas 28 millones en todo el planeta, mientras que ya superan los 160 millones. En la primera década de este siglo se ha acelerado el crecimiento de la matrícula que ya apunta hacia su duplicación, América Latina no es ajena a este proceso, ya que hoy hay nada menos que 11 veces más universitarios que en 1970. A nivel individual la graduación universitaria abre nuevos horizontes con calificaciones profesionales más exigentes, permitiendo así acceder a mejores empleos. Las mejores oportunidades de desarrollo humano, no solo las laborales, estarán principalmente abiertas a los graduados universitarios bien preparados. Desde el punto de vista de un país en su conjunto el incremento en la graduación universitaria es positivo en términos de expansión del capital humano, condición necesaria para que una nación enfrente hoy la globalización tecnológica y productiva. Sin superar exitosamente este desafío se postergan las legítimas ambiciones de construir una sociedad prospera. Pero, si además el incremento en la matricula ocurre principalmente en las disciplinas científicas y tecnológicas, aumentaran las competencias para innovar y así crecer en la competitiva sociedad del conocimiento del siglo XXI.
17. LA GRADUACION UNIVERSITARIA EN EL SIGLO XXI
Hoy las tasas de graduación universitaria más altas corresponden a países desarrollados donde más de 30 jóvenes cada 100 en edad para graduarse han obtenido un título universitario. En nuestro país menos de 14 jóvenes cada 100 en edad de graduarse obtienen un título universitario, este nivel de graduación es reducido, a pesar que son numerosos los estudiantes, configurando una situación anómala caracterizada por “Muchos alumnos y pocos graduados”, nuestro nivel de graduación es inferior al de Panamá, Brasil, México, Chile y Cuba. Además, es muy importante prestar atención a si los sistemas universitarios están preparados para enfrentar los requerimientos del mundo moderno de la producción y del trabajo, por eso es preocupante que la participación de los graduados en ciencias y tecnología en el total de graduados universitarios en nuestro país es reducida, no solamente muy por debajo de los países asiáticos sino también por debajo de países latinoamericanos como México, Colombia y Chile. Nuestro esfuerzo de formación de graduados en estas disciplinas está a cargo de las universidades estatales, ya que la participación de estas carreras en la matricula de las universidades privadas es escasa. La enseñanza universitaria tiene un alto costo económico comparado con los niveles inferiores (primario y secundario), inciden en estos costos no solamente los costos presupuestarios sino también el costo de oportunidad laboral correspondiente a los estudiantes, que por sus edades podrían estar ya aportando a la fuerza laboral productiva. La manera razonable de reducir los costos de graduar un profesional es maximizar la proporción de estudiantes que completan sus estudios en el lapso previsto en el plan de estudios de la carrera.
18. ARGENTINA: ESCASA GRADUACION UNIVERSITARIA
Veamos nuestra realidad universitaria comparándola con otra nación, desde ya que no elegiremos ni Japón, Australia, Reino Unido, Holanda o Suecia, sino a nuestro socio en el Mercosur. Anualmente se gradúan en Brasil más de 800.000 universitarios mientras nosotros apenas graduamos 95.000, claro que ellos son 192 millones de habitantes y nosotros apenas 40, pero ellos gradúan 4,2 profesionales cada 1000 habitantes y nosotros apenas 2,4. Hay una enorme diferencia, por eso uno se puede preguntar porque Brasil gradúa 8,4 veces más universitarios que nosotros cuando tienen apenas 3,5 veces más estudiantes. La respuesta es obvia, las cifras de Brasil son las normales en la mayoría de los países, desde Japón, China, Francia, a México y Chile, las que están a contramano son las nuestras. Nuestro sistema universitario maximiza la cantidad de estudiantes pero minimiza la cantidad de graduados, particularmente en las carreras científicas y tecnológicas ya que nuestra matricula sigue anclada en el siglo XIX sin ingenieros, físicos, químicos, matemáticos, agrónomos, es decir sin profesionales para el mundo moderno de la producción. Brasil gradúa en el ciclo normal de las carreras al 63 por ciento de los ingresantes, nosotros apenas 26. Estas cifras asombran y nos deberían preocupar ya que indican que estamos frente a un serio problema, por ejemplo en la Universidad Nacional de Salta se graduaron en el 2008 apenas 4,9 de cada 100 estudiantes que ingresaron cinco años antes, en Jujuy 5,6, en la Universidad Nacional del Comahue 5,8 y en la de La Rioja 7,1, El valor más alto en graduación entre las Universidades públicas le corresponde a Córdoba con 40 graduados cada 100 ingresantes, como se ve debajo de los 63 del Brasil. Esto significa que mientras en Brasil hay 6,3 estudiantes por cada graduado en nuestras Universidades estatales hay nada menos que 20 y en algunas como Salta 84, lo cual multiplica el costo que el país afronta, recordemos que este costo es soportado mayormente por la mayoría pobre que no asiste ni asistirá a la Universidad, por la simple razón que no concluye la escuela secundaria. El problema principal, tal como lo muestra Alberto Porto en su estudio publicado por la Universidad Nacional de La Plata (2005), radica en el bajo rendimiento de aquellos estudiantes que no trabajan y dependen de la ayuda familiar, por el contrario, los estudiantes que dependen de su propio esfuerzo laboral o de becas muestran un rendimiento superior en sus estudios.
19. ¿POR QUE BRASIL GRADUA MAS UNIVERSITARIOS?
Como se pueden explicar estas grandes diferencias con Brasil? Ninguna respuesta puede omitir que Brasil implanto en 1998 el ENEM (Exame Nacional de Ensino Medio) para los egresados del nivel secundario. Durante el gobierno de Lula más de 40 de las 55 Universidades federales brasileñas adoptaron el ENEM en sus procesos de admisión de estudiantes, incluso algunas exigiendo además el tradicional examen “vestibular”. Argentina adopta un sistema universitario, muy poco imitado en el mundo, en el cual la inmensa mayoría de los estudiantes no se gradúan cuadruplicando así el costo de tener un profesional. Como son muy pocos los estudiantes que provienen de familias pobres el sistema argentino no solo es ineficiente sino altamente regresivo. Todas las naciones que hoy lideran el crecimiento y la prosperidad mundial apuntan a incrementar el ingreso a la universidad de crecientes contingentes de estudiantes, pero y esto es importante que los argentinos lo reconozcamos, ninguna de estas naciones pensó nunca en bajar el nivel de exigencias académicas, por el contrario apuntaron a incrementar la matrícula universitaria a partir de un proceso de mejora sostenida de la calidad de la enseñanza del nivel secundario, permitiendo así establecer rigurosos criterios para ingresar a la Universidad. La Universidad debe estar abierta a todas las clases sociales pero el ingreso debe comprometer el esfuerzo intelectual de los aspirantes. El mundo no va a contramano, vamos nosotros.
20. DICIEMBRE: MES DE ESTUDIO Y ESFUERZO EN BRASIL Y EN CHILE. ¿Y EN ARGENTINA?
No está demás echar una mirada atenta a nuestros vecinos. El último año de la escuela secundaria en Brasil y en Chile es muy distinto al nuestro. La preocupación central de los adolescentes chilenos y brasileros es enfrentar una difícil valla que debe ser superada para ingresar a la Universidad, y tener acceso en el futuro a un título superior que les permita incorporarse bien capacitados al cada vez más competitivo escenario laboral en este difícil mundo globalizado. Por el contrario, nuestros adolescentes están liberados de tamaño esfuerzo, muchos de ellos pueden concentrar su tiempo en otras actividades más gratificantes como el viaje de egresados, sin olvidar la activa vida nocturna. Es así como en diciembre pasado 3,3 millones de jóvenes brasileros tuvieron que rendir el Exame Nacional do Ensino Medio (ENEM), esta prueba escrita se tomo en 1600 ciudades a lo largo de dos días (mañana y tarde y cinco horas diarias); los estudiantes fueron examinados en Lenguaje, Matemática, Ciencias y Ciencias Sociales. Aprobar el ENEM es requisito para poder ingresar al ciclo universitario público o privado, pero además es un indicador de la situación educativa de cada una de las miles de escuelas secundarias (públicas o privadas) porque sus resultados, agrupados por cada escuela, son de libre acceso por internet. También existe el Programa Universidad para Todos que, sobre la base de los resultados del ENEM y la situación social de los alumnos, otorga anualmente alrededor de 250.000 becas. Algo similar ocurrió en diciembre en Chile, ya que alrededor de 300.000 adolescentes rindieron un examen en 556 locales en todo el país. Fueron también dos días de pruebas escritas de Lengua, Matemática, Historia, Ciencias Sociales y Ciencias. Este examen, conocido como Prueba de Selección Universitaria sirve además para otorgar becas a los estudiantes de pocos recursos que hayan obtenido buenas calificaciones. Los resultados por escuelas (públicas y privadas) también son publicados vía internet, para conocimiento de toda la sociedad, especialmente los padres de familia que así son informados sobre los resultados de la enseñanza en la escuela de su elección. Desde ya que todo esto no es ninguna novedad en el mundo, ya que hace tiempo que estos exámenes existen en los países donde la educación es una preocupación de las autoridades y de la sociedad (mencionemos el Abitur en Alemania y el Baccalaureat en Francia). Nosotros, por el contrario, hemos escogido otro camino, sin ningún examen de graduación secundaria como requisito para ingresar a la Universidad y al mismo tiempo somos una curiosidad mundial, ya que el artículo 97 de la Ley de Educación prohíbe difundir los resultados de la evaluación de calidad educativa por escuela que realiza el propio gobierno. Esto viola abiertamente el derecho a la información que tiene cada ciudadano en un régimen republicano. Mientras nuestros adolescentes están liberados de este esfuerzo que se exige en Brasil y en Chile (y en todos los países con alta calidad educativa), al mismo tiempo nadie está preocupado porque se conozca y reflexione sobre el nivel de la calidad educativa de cada colegio. Uno podría pensar que esto sirve para tener más graduados universitarios, pero lamentablemente no es así, nuestros vecinos tienen como hemos visto requisitos más estrictos para ingresar a la Universidad pública o privada, pero notablemente gradúan muchos más profesionales que nosotros.
21. QUIENES SE GRADUAN EN LA UNIVERSIDAD ARGENTINA?
De cada 100 niños que ingresan a primer grado primario menos de 14 se graduaran en la Universidad. Esta cifra no debe sorprender cuando hemos visto como nuestra Universidad se caracteriza por “muchos alumnos y pocos graduados”. La situación imperante puede ser sintetizada en el siguiente cuadro.
Hay que reconocer que ni la gratuidad generalizada de la universidad pública, ni la carencia de exámenes generales de egreso del nivel secundario como en Chile y Brasil, lamentablemente no ha servido para garantizar el acceso de los más humildes a la graduación universitaria. Es así como de cada 100 niños que ingresan a la escuela primaria nada menos que 75 lo hacen en escuelas estatales y apenas 25 en privadas; sin embargo a la hora de graduarse en la universidad 70 de cada 100 graduados provienen de escuelas privadas. Esto es así porque de cada 100 niños que ingresan a la escuela primaría publica llegaran a graduarse apenas 5,6. mientras que en el caso de los niños que ha cursado en escuelas privadas se graduaran nada menos que 38 cada 100. Estas cifras no deben sorprender ya que, por ejemplo, en la Universidad de Buenos Aires el 56 por ciento de los alumnos provienen de escuelas privadas, según lo indica el último Censo Universitario (2004). En la importante Facultad de Ciencias Económicas casi dos de cada tres alumnos proviene de escuelas secundarias privadas. Más allá de cualquier discurso o proclama igualitaria el caso real es que nuestro actual sistema educativo consolida la marginación de muchos niños pobres del acceso a los niveles superiores de la enseñanza. Una combinación de gratuidad universitaria generalizada y sin ninguna equitativa focalización de quienes han demostrado capacidad de financiar largos ciclos de enseñanza primaria y secundaria privada, más un bajo nivel en la calidad de la enseñanza secundaria, particularmente de la orientada a los sectores mas humildes, consolida esta situación. Alguien podría argumentar que sacrificamos calidad para ganar en inclusión social al facilitar un mayor acceso a los niveles superiores educativos. En el caso de la Universidad, la fórmula que se presenta como eficaz para lograr este meritorio objetivo de la igualdad de oportunidades es ausencia de las limitaciones de exámenes generales al finalizar el ciclo secundario. Pero lamentablemente está bien intencionada receta no sirve para tener igualdad de oportunidades.
22. REFLEXIONES FINALES
La igualdad de oportunidades no se logra suprimiendo exigencias sino haciendo lo que hay que hacer para tener una escuela pública de calidad. Nunca tendremos más y mejores graduados universitarios sino fortalecemos los niveles estatales primarios y secundarios, este exige como condición necesaria aunque no suficiente un calendario escolar en serio de 190 días y cumplir de una vez la Ley de Financiamiento Educativo (2005) que exigía que para el año pasado por lo menos el 30 por ciento de los niños asista a escuelas con jornada extendida. El incumplimiento aquí es notorio ya que hoy no alcanzan a 6 cada 100 los niños en jornada extendida. Al mismo tiempo es necesario implantar un examen general al finalizar el secundario como requisito para ingresar al nivel universitario público o privado, con difusión de los resultados de este examen anual agrupados por escuela. Habrá que ser prudentes con la implementación gradual de este examen como requisito para ingresar a la universidad, ya que la realidad nos indica que son muchas las escuelas secundarias donde estudian jóvenes pobres que evidencian lamentablemente un bajo nivel en cuanto a los rendimientos escolares. Esto exigirá una aproximación gradual a los niveles exigibles para la aprobación de este examen general, para permitir que vayan culminando exitosamente en el tiempo los esfuerzos orientados a mejorar la calidad de la enseñanza primaria y secundaria. Pero la sola presencia de una prueba será un estimulo para elevar el esfuerzo y la dedicación de los alumnos secundarios que aspiran a ingresar a la universidad, sea esta pública o privada. La Universidad no puede ni debe discriminar en función del nivel socioeconómico de los alumnos, pero el ingreso debe comprometer el esfuerzo de los aspirantes. Este es el sendero para tener más y mejores graduados universitarios.
Por Alieto Aldo Guadagni -ex Embajador de la República Argentina ante Brasil-, para El Ojo Digital Sociedad